Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Conservar los territorios indígenas también podría proteger la salud humana

Un nuevo estudio da cuenta de la influencia que tienen los territorios indígenas en la Amazonia sobre la salud humana. Los resultados, aunque varían dependiendo del estado del paisaje y de si estas zonas son reconocidas legalmente o no, arrojaron que pueden contribuir a reducir enfermedades relacionadas con incendios y enfermedades zoonóticas.

Catalina Sanabria Devia

12 de septiembre de 2025 - 01:00 p. m.
Los Territorios Indígenas legalmente reconocidos se asocian con mejores resultados de salud comunitaria.
Foto: Benoit Virginie

“Todos dicen que los bosques tropicales son el pulmón del mundo, pero deberíamos, en realidad, llamarlos el sistema inmune”. Esa fue la frase que se le quedó grabada, durante una conversación con un periodista, a Paula Prist, coordinadora del Programa Forestal y de Pastizales de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Desde hace años, la bióloga brasileña, con un doctorado en Ecología, empezó a indagar cómo los cambios en este tipo de paisajes han impactado la salud humana.

Poco a poco, sin embargo, se fue interesando en las posibles soluciones a este fenómeno, más allá de comprender sus motores. “Sabemos más sobre lo que está llevando a estos problemas de salud, pero no estamos realmente tratando de entender cómo podemos resolverlos”, dice Prist a este diario. Esa motivación fue la que la condujo a liderar un grupo internacional e interdisciplinar de investigadores, que acaba de publicar un artículo en la revista Communications Earth & Environment, del grupo Nature.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

Le puede interesar: Pueblo indígena en aislamiento fue visto cerca de una zona donde se están talando árboles

El estudio se enfocó en los Territorios Indígenas (TI) en la Amazonia que, aunque se sabe que son cruciales para la conservación de la biodiversidad, han sido mucho menos estudiados en relación con su papel en la salud humana. Es por ello que los científicos utilizaron información de los últimos 20 años sobre indicadores de salud en la región y evaluaron la influencia de los TI en este ámbito, teniendo en cuenta las características de su entorno y su estatus legal.

Los datos recopilados abarcaron casos humanos, en municipios o escalas similares de la mayoría de los países amazónicos, de 21 enfermedades asociadas con incendios (cardiovasculares y respiratorias) y seis enfermedades zoonóticas transmitidas por vectores (malaria, leishmaniasis cutánea y visceral, enfermedad de Chagas, hantavirus y fiebre maculosa).

Read more!

Lea también: Lo que le inquieta a la investigadora al frente del Panel Científico por la Amazonia

Ana Filipa Palmeirim, ecóloga brasileña, profesora en la Universidad Federal de Pará y coautora del estudio, comienza aclarando que los hallazgos de esta investigación no fueron lineales u homogéneos. “Es bastante complejo”, dice la docente. “Lo analizamos de ese modo; dando cuenta de todas las sinergias e interacciones entre la cantidad y la calidad de los bosques, así como su configuración. Encontramos resultados diferentes según el contexto y esto varió para cada enfermedad”.

Por un lado, Palmeirim habla sobre las enfermedades relacionadas con los incendios forestales, que se pueden desencadenar al inhalar los contaminantes en el aire. El humo del fuego se ha asociado con un aumento de síntomas respiratorios, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, bronquitis, asma, cáncer de pulmón, entre otros. Este ha sido el caso de la Amazonia, donde ha crecido el número de personas hospitalizadas con enfermedades del sistema respiratorio.

“Por ejemplo, en la Amazonia brasileña, se estima que por cada kilogramo de aumento de PM 2,5 (partículas diminutas, de 2,5 micrómetros o menos), se producen más de 24 nuevos casos de enfermedades relacionadas con incendios, mientras que entre 2002 y 2011, los incendios deforestadores fueron responsables, en promedio, de 2.906 muertes prematuras por enfermedades cardiopulmonares y cáncer de pulmón”, se lee en el artículo.

Read more!

Le puede interesar: Lanzan campaña para proteger la Amazonia con el apoyo de autoridades religiosas

No ad for you

¿Y en ello qué tienen que ver los Territorios Indígenas? Palmeirim cuenta que ella y su equipo hallaron que los TI tienen la capacidad para mitigar los impactos de PM 2,5 en las enfermedades asociadas con incendios forestales, siempre y cuando sus alrededores o los municipios colindantes tengan una alta cobertura forestal, de más del 45 %.

Puntualmente, para las enfermedades cardiovasculares (del corazón y la circulación), este efecto solo puede ocurrir en municipios con una baja densidad de borde, es decir, donde el bosque es continuo y no se encuentran casi parches de deforestación. De hecho, los científicos apuntan que la fragmentación de estos ecosistemas puede ser muy dañina para la salud humana.

Por otro lado, cuando pensamos en enfermedades zoonóticas, “la historia es distinta y bastante compleja porque depende de la enfermedad, del contacto humano y también de la calidad del bosque”, subraya la profesora Palmeirim. Uno de los hallazgos que arrojó el estudio es que cuando el área forestal fuera de los TI presenta una menor densidad de borde (baja fragmentación), pueden aumentar las enfermedades zoónoticas, pues posiblemente hay más hábitat para vectores, como los mosquitos. En suma, cuando los TI son menos extensos y fuera de ellos hay mayor cobertura forestal, parece incrementar la incidencia de estas enfermedades, pues las personas estarían más expuestas en los bordes del bosque.

No ad for you

Lea también: Una decisión clave, pero varios vacíos: lo que dejó la cumbre amazónica en Bogotá

Sin embargo, los científicos encontraron que cuando la floresta cubre el 40% de un municipio, tanto dentro como fuera los Territorios Indígenas, este riesgo puede disminuir. Aunque aún se requiere ampliar las investigaciones, varios estudios han indicado que este umbral es clave para un equilibrio en los ecosistemas, en el que los patógenos estarían repartidos entre distintas especies y no se concentrarían solo en unas cuantas.

“Los Territorios Indígenas, generalmente, amortiguan la deforestación y por lo tanto, ayudan a mantener la biodiversidad y la estabilidad ecológica general”, asegura el estudio. “Estas condiciones confieren a estas áreas el potencial de minimizar los brotes de enfermedades”. Los expertos, además, resaltaron la influencia del reconocimiento legal de los Territorios Indígenas.

Victoria Morpurgo-Dest, científica biomédica y de salud, quien también participó en el estudio, destaca un hallazgo sobre este tema: “Los TI legalmente reconocidos se asocian con mejores resultados de salud comunitaria y mayor resiliencia, lo que demuestra cómo la gestión territorial y la salud están profundamente conectadas”. En cambio, en los TI que no cuentan con este estatus aumentaría la incidencia de enfermedades relacionadas con los incendios, probablemente debido a una mayor actividad de quemas y tasas de deforestación, como se observó en la Amazonía brasileña.

No ad for you

Le puede interesar: “Tras Bolsonaro, encontramos una política de tierra arrasada”: Minambiente de Brasil

En ese sentido, el biólogo venezolano y coautor del estudio, Adrian David González, subraya la importancia de la actualización de los ordenamientos territoriales y de reconocer legalmente los TI, no solo para contener la deforestación, sino también en pro de la salud.

Cabe mencionar que los científicos reconocen las limitaciones que tuvo su trabajo. Una de ellas, por ejemplo, fue que cada país tiene su propia manera de reportar las enfermedades. No obstante, González rescata que en la Amazonia se ve “un patrón general en marcha” y que a pesar de las diferentes realidades de los países “compartimos un territorio común, con efectos transfronterizos”.

“Nuestros hallazgos destacan la compleja interacción entre conservación y salud humana, determinada por los contextos locales y el reconocimiento legal de los Territorios Indígenas. Asimismo, subrayan el papel fundamental de los bosques gestionados por los pueblos indígenas como barreras protectoras, que ayudan a mitigar la aparición y reaparición de enfermedades infecciosas, incluidas aquellas vinculadas a los impactos relacionados con el clima”, dice por su parte la ecóloga y epidemióloga María Eugenia Grillet, otra de las investigadoras.

No ad for you

Prist, la guía de este equipo, aspira que su estudio contribuya a comprender mejor las complejas relaciones entre los territorios indígenas y la Amazonia. A sus ojos, para la ciudadanía no es del todo tangible la función hídrica y climática que cumple esta selva húmeda tropical, la más grande del mundo. “Pero cuando hablamos de la salud humana, es nuestro sentimiento individual, así que creo que esto puede ser útil para que las personas entiendan la importancia de la conservación”.

*Este artículo es publicado gracias a una alianza entre El Espectador e InfoAmazonia, con el apoyo de Amazon Conservation Team.

🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜

Por Catalina Sanabria Devia

Periodista con interés en temas de género, medio ambiente y construcción de paz. Ha colaborado en medios como Rutas del Conflicto y Mongabay Latam. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar (2022) y el Premio al Periodismo Social y Ambiental de Constructora Capital (2023).@catalina_sanabrlsanabria@elespectador.com
Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.