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Un ABC de las energías renovables

Información institucional

01 de junio de 2022 - 03:38 p. m.

La crisis climática ha replanteado la manera en la que vivimos, y la energía que consumimos no es la excepción. Por eso aquí te explicamos qué es la transición energética y cuáles son las fuentes de energía más sostenibles.

A pesar de los avances tecnológicos, el carbón vegetal sigue siendo un combustible importante en los países en desarrollo.
A pesar de los avances tecnológicos, el carbón vegetal sigue siendo un combustible importante en los países en desarrollo.
Foto: Julie Pudlowski

El uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas pone en riesgo la salud del planeta y, por ende, la nuestra. Éstos son una fuente de energía que se obtiene de los restos orgánicos fosilizados que se producen a raíz de los desechos de animales y plantas, y tardan millones de años en regenerarse. Por ello se conocen como fuentes de energía no renovables.

El problema es que, al quemarlos, se liberan grandes cantidades del principal gas responsable de calentar el planeta en exceso - dióxido de carbono o CO2-, lo que contribuye al cambio climático. En otras palabras, entre más combustibles fósiles utilicemos para generar electricidad, transportarnos y producir cosas, más posibilidades habrá de que eventos climáticos extremos como los huracanes, las sequías, los tsunamis o los incendios forestales, entre otros, sean más intensos y frecuentes. (Lea Comunidades del país aprovechan los bosques de manera sostenible)

Según WWF, el sistema global de energía por sí solo fue responsable de casi un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2019. De ahí que sea urgente buscar fuentes de energía alternativas. La transformación del sector energético a partir del reemplazo de los combustibles fósiles por otras fuentes sostenibles es lo que llamamos “transición energética”, un término que por estos días suena mucho.

Esta es una de las metas que ha planteado el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la máxima autoridad científica. Este grupo de científicos ha advertido que, si queremos limitar al aumento de la temperatura media global a 1,5°C para finales de siglo y lograr la meta de generar cero emisiones en 2050, es necesario aumentar el uso de energías renovables. Las energías renovables y la eficiencia energética son la solución más sostenible y asequible para garantizar que haya suficiente energía para todos y a largo plazo. (Lea Los retos ambientales del próximo gobierno)

También son una herramienta crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y enfrentar el cambio climático. Incluso, hay estudios que plantean que si se hace un uso adecuado de la energía, las energías renovables podrían ayudar a reducir en un 40% la meta de reducción de emisiones planteada en el Acuerdo de París, el compromiso global más importante en cambio climático.

Sin embargo, esta no es la única ventaja del uso de estas fuentes de energía, pues además de mitigar el cambio climático, el uso de este tipo de energías contribuiría al desarrollo social y económico. Según la ONU, el 13% de la población mundial no tiene acceso a servicios modernos de electricidad, sino que dependen de la madera, el carbón o los desechos de origen animal para subsistir. Casi 800 millones de personas viven sin electricidad y cientos de millones tienen acceso a un suministro insuficiente o poco confiable. Por ello, las fuentes de energía renovables pueden ampliar el cubrimiento de servicios energéticos para alcanzar el acceso universal a energía limpia y no contaminante. (Lea La leche en Caquetá promueve el desarrollo empresarial con el Programa Rutas PDET)

Pero ¿cuáles serían entonces las fuentes de energía que deberíamos utilizar? Aquellas que estén basadas en la utilización de recursos naturales como el sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal, capaces de renovarse ilimitadamente. Acá te explicamos cómo funcionan algunas de las energías renovables que existen:

· Energía solar: consiste en la explotación de la energía irradiada por el sol para la producción de electricidad mediante procesos fotovoltaicos.

· Energía eólica: se obtiene a partir de la fuerza que genera el viento (explota la energía cinética del aire en movimiento). Puede generarse a través de turbinas eólicas instaladas en tierra firme o en el mar. En Colombia, La Guajira es una de las regiones donde más potencial hay para este tipo de energía.

· Energía hidroeléctrica: se genera al transformar la fuerza del agua en energía eléctrica. Tiene la ventaja de responder a necesidades urbanas a gran escala, pero también a las necesidades rurales descentralizadas. En Colombia, el 70% de la energía que se produce proviene de esta fuente.

· La bioenergía: se produce a partir de la biomasa, que es aquella materia orgánica derivada de desechos generados por la industria agrícola y alimentaria (madera, estiércol o carbón vegetal, por ejemplo). Su combustión produce calor y también electricidad, convirtiéndola en un recurso energético muy importante al no ser contaminante y mucho menos nocivo para el planeta que los combustibles fósiles.

· Energía geotérmica: consiste en la explotación de la energía proveniente del calor interno de la tierra. Este es extraído de reservorios geotérmicos mediante pozos.

· Energía oceánica: se obtiene gracias al movimiento generado por las mareas. Puede ser transformada para suministrar electricidad o energía térmica.

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