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El clima del viejo continente tuvo una gran variabilidad durante 2021, informó recientemente el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) en el reporte sobre el Estado Europeo del Clima 2021. Aunque el año pasado fue más frío que 2020, las temperaturas bastaron para ubicarlo como uno de los diez años más cálidos de la historia de Europa. 2021 fue un año de contrastes: mientras el verano marcó temperaturas récord en Italia o España, hubo graves y masivas inundaciones en Alemania, Bélgica y el centro de Europa.
El verano europeo en 2021 registró 1,0 °C por encima del promedio histórico anterior. Tanto Italia como España rompieron récords de temperatura. En Italia se reportó la que podría ser la temperatura máxima diaria más alta jamás registrada en Europa (48,8 °C). “Estas altas temperaturas exacerbaron la situación de suelos ya muy secos, afectando particularmente a Italia, España, Grecia y Turquía, que sufrieron devastadores incendios forestales”, señaló el informe. La ola de calor se desarrolló entre junio y agosto del año.
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En Europa occidental, en cambio, “un sistema de baja presión y movimiento lento trajo aire húmedo de un mar Báltico inusualmente cálido a la región, causando precipitaciones sin precedentes en suelos ya saturados a lo largo de la frontera belga-alemana. Esto, a su vez, condujo a una descarga fluvial récord e inundaciones extremas en Bélgica, Alemania y algunos países vecinos”, señala el C3S. En Alemania, uno de los casos más graves, decenas de personas murieron y cientos más perdieron sus hogares debido a las inundaciones.
El informe también monitorea la velocidad de los vientos, pues estos son claves para la seguridad energética de países que utilizan la producción eólica. En este plano, dice el reporte, el noroeste y el centro de Europa experimentaron velocidades del viento muy por debajo del promedio anual. Irlanda, Reino Unido, República Checa, entre otros, tuvieron las velocidades de viento más bajas o las segundas más bajas en 40 años.
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El centro de investigación reseña que las concentraciones de gases de efecto invernadero de CO2 (dióxido de carbono) y CH4 (metano) siguieron aumentando. La capa de hielo de Groenlandia continuó perdiendo masa durante 2020, aunque a un ritmo menor que los años anteriores. “La tendencia general sigue siendo muy clara: las temperaturas globales continúan aumentando, el hielo y los glaciares continúan derritiéndose y los niveles del mar continúan aumentando”, resumió, citado por las autoridades europeas, Freja Vamborg, científica sénior de C3S.