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El pasado sábado, en el kilómetro 22,5 de la vía Ciénaga-Barranquilla, un camión con combustible que se dirigía a la ciudad de Barranquilla se volcó sobre la orilla del parque Nacional natural Vía Parque Isla de Salamanca, un complejo de 56.200 hectáreas en donde las aguas saladas del Caribe se unen con ciénagas dulces de la cuenca del Magdalena.
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El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, viajó esta semana para atender la emergencia y anunció, a través de un comunicado, que se vienen sanciones para los responsables de la contingencia ambiental.
“Debemos hacer un pacto en la región entre las diferentes autoridades locales, regionales y departamentales, junto con Parques Nacionales para recordarles a los ciudadanos que este es un santuario de fauna y flora recuperado y tiene un alto valor ecológico”, expresó Lozano Picón y recomendó señalizar mejor la zona para que los visitantes sean conscientes del lugar donde se encuentran. (Lea también: Un homenaje para el científico que “revivió” los manglares del norte de Colombia)
Y es que si bien la mancha de crudo ha sido confinada en un área de 200 x 10 metros y está siendo extraída con maquinaria especial, las autoridades locales recordaron que pocos son conscientes de la importante biodiversidad que alberga este tramo de la carretera entre Ciénaga y Barranquilla.
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Luz Elvira Angarita, directora de la territorial Caribe, de Parques Nacionales Naturales, agregó que en esa área se irrespetan las velocidades a diario. “Allí el límite es de 80 km/h, pero se presentan atropello de fauna y accidentes porque los conductores no cumplen las normas”.
Por eso, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de La Rosa, propuso un “pacto regional” para disminuir la velocidad en la vía, aunque no está muy claro cómo podría implementarse y que se cumpla de manera efectiva.
Una draga amenaza al acueducto de Barranquilla
Pero esta no es la única emergencia ambiental a la que se enfrenta la región Caribe. Cerca de la bocatoma del acueducto de Barranquilla, una draga quedó sumergida en las aguas del río Magdalena.
El incidente, que ocurrió a un kilómetro del Puente Pumarejo, ocasionó el derrame de 200 galones de combustible de ACPM. Por ello, anunció el gobernador, Verano de La Rosa, la prioridad es diseñar el “plan de reflotamiento de la draga y prevenir que cualquier residuo de combustible afecte la bocatoma del acueducto de Barranquilla”.
Por su parte, el ministro Lozano aseguró que es importante “no quedarnos solo en el punto específico, sino ir más allá de Barranquillla, del municipio de Soledad y del departamento del Atlántico frente a las medidas que tenemos que ajustar y fortalecer, para que esto no siga sucediendo y además, mirar qué pasa a lo largo del río”.
En este momento las labores de rescate de la draga se encuentran suspendidas, pues de acuerdo con la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, los planes de contingencia y de seguridad para retirar la barcanza no han sido aplicados, “por lo que el riesgo se potencializa”.
Frente a estos hechos, el ministro también anunció anunció sanciones. “Estamos en el plan de contingencia, en la investigación de lo ocurrido para establecer el proceso sancionatorio para los responsables de este hecho”.
Por su parte, el director de la Corporación Autónoma Regional (CRA), Alberto Escolar, señaló que los implicados en este desastre son dos: la empresa de adoquímicos que tiene un vertimiento regulado y contrató a un tercero para hacer una relimpia de esos contaminantes, y el contratado, que debía garantizar que la maquinaria estuviera en perfecto estado.
Según Escobar, la maquina tenía una fisura y por ello ocurrió el hundimiento. Las sanciones, aseguro, podrían alcanzar los 5.000 salarios mínimos (3.900 millones de pesos).