Desde este lunes (12 de febrero) y hasta el sábado (17 de febrero), en la ciudad uzbeka de Samarcanda se estará llevando a cabo la COP14 sobre especies migratorias. Aunque es un evento que no suele llamar la atención de los medios de comunicación y pasa desapercibido en gran parte de la población, esta nueva reunión estuvo marcada por el lanzamiento de un informe histórico que revela el alarmante estado de las especies migratorias del mundo. (Puede leer: Se esperaban incendios, pero hay una anomalía muy particular en la Amazonia)
Y es que, según explican el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), “hasta ahora no se había realizado una evaluación tan exhaustiva de las especies migratorias”. Por eso, el documento revelado esta mañana en Samarcanda ha sido catalogado como histórico.
El informe, explicaron sus autores, tiene un énfasis particular en las 1.189 especies de animales que la Convención ha reconocido que necesitan protección internacional. Sin embargo, también aborda el estado de otras 3.000 especies migratorias que no han sido incluidas en la CMS. (Le puede interesar: Un pingüino amarillo nunca antes visto fue captado por un fotógrafo de naturaleza)
Los principales hallazgos del informe apuntan a que, si bien algunas especies migratorias incluidas en la Convención están mejorando, para el 41 % de las especies se están registrando descensos de población, lo cual plantea un panorama muy complejo para este grupo de animales si se tiene en cuenta que más de una de cada cinco, el 22 % para ser precisos, están en peligro de extinción. Ese porcentaje se eleva dramáticamente hasta un 97 % en el caso de los peces.
Además, señala el documento, “el riesgo de extinción es cada vez mayor para las especies migratorias a nivel mundial, incluidas las que no se encuentran dentro de la Convención”. Las dos principales amenazas para las especies migratorias, explica el informe, son la sobreexplotación y la pérdida de hábitats debido a actividades humanas. En el primer caso, por ejemplo, siete de cada 10 especies se están viendo afectadas por ese fenómeno, sea por capturas intencionales o incidentales, mientras que, la segunda causa, afecta a tres de cada diez especies. (También puede leer: Emergencia en el Caribe por derrame de petróleo proveniente de un barco)
Otros fenómenos, como el cambio climático, la contaminación y las especies invasoras, “también están teniendo importantes impactos en las especies migratorias”, señala el texto. El informe también encontró que el 51 % de las Áreas Claves para la Biodiversidad que han sido identificadas como importantes para los animales migratorios no se encuentran bajo ninguna figura de protección, mientras que el 58 % de los sitios importantes para estas especies, “están experimentando niveles insostenibles de presión causada por el hombre”.
En la apertura de la COP14, donde se dieron a conocer estos hallazgos, Inger Anderson, la directora ejecutiva del PNUMA, señaló que el “informe que se presenta hoy demuestra que las actividades humanas insostenibles están poniendo en peligro el futuro de las especies migratorias, criaturas que no solo actúan como indicadores del cambio ambiental, sino que desempeñan un papel integral en el mantenimiento de la función y la resiliencia de los complejos ecosistemas de nuestro planeta”. (Podría interesarle: La Amazonia y una carta sobre el fin de los mundos, pero sin punto final)
Aunque los autores reconocen el crítico panorama que se cierne sobre las especies migratorias, también destacan algunos casos de éxito que demuestran que es posible recuperar poblaciones y especies completas. Algunos ejemplos de esto fueron expuestos por Amy Fraenkel, Secretaria Ejecutiva de la CMS, quien resalto “la acción local coordinada que ha reducido en un 91 % la captura ilegal de aves con redes en Chipre, y el enorme éxito de la labor integrada de conservación y restauración en Kazajistán, donde el antílope saiga ya no se encuentra al borde de la extinción”.
Además de estos casos, el informe destacó algunas una serie de acciones para hacerle frente a este complejo panorama: reforzar y ampliar los esfuerzos para hacer frente a la captura ilegal e insostenible de especies migratorias, así como a la captura incidental de especies no objetivo; incrementar las acciones para identificar, proteger, conectar y gestionar eficazmente los lugares importantes para las especies migratorias; y, abordar urgentemente las especies en mayor peligro de extinción, incluidas casi todas las especies de peces incluidas en los apéndices de la CMS. (Puede leer: Peter Kaestner, el hombre que ha avistado 10.000 especies de aves)
Otras recomendaciones más generales, apuntan a ampliar los esfuerzos para hacerle frente al cambio climático, la contaminación lumínica, acústica, química y por plásticos, así como considerar la ampliación de los apéndices de la Convención, para incluir más especies migratorias que necesitan atención nacional e internacional.