Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El mercado de automotores colombiano sumó un total de 188.655 matrículas de automotores nuevos. La pandemia del nuevo coronavirus impactó en un sector cuya caída, en comparación con el cierre de 2019, fue del 28,5 %.
Lea también: Renault: “El mercado de automotores en Colombia es el más afectado en la región”.
A partir de mayo de 2020, tras la reactivación de algunas actividades económicas, el mercado de automotores aumentó sus cifras paulatinamente. Abril, bien podría decirse, fue un mes muerto (217 unidades vendidas), y como muestra de la progresiva recuperación, en diciembre se matricularon 26.889 automotores (mayor cifra del año).
Puede interesarle: Tres de los cinco carros más vendidos en Colombia son ensamblados localmente.
Las dos marcas líder en el mercado colombiano cuentan con plantas de ensamble en el país. Renault es fue la marca que más registros tuvo en 2020 (39.864 unidades). A la francesa le sigue la americana Chevrolet (33.790) y la asiática Mazda (16.092).
Lea también: Peugeot: “Estimamos una demanda menor a la que estamos teniendo en este momento”.
Volvo es una de las sorpresas del 2020 pues tuvo una variación del 12.5 %. El segmento de kas marcas premium estuvo liderado por las firmas alemanas Mercedes-Benz y BMW.
Más de Autos: En 2021 se pondrían en marcha nuevas electrolineras de carga rápida en Colombia.
Esta información es presentada en el informe del sector automotor, de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos). En su publicación, esta organización señaló que “este es uno de los descensos más pronunciados en América Latina y el Caribe”.
Así mismo, Oliverio García, presidente de Andemos, dijo que “la solución a los contagios ocasionados por la indisciplina de los protocolos, no debería ser el cierre de las actividades económicas que cumplen altos estándares de bioseguridad y demostrados resultados positivos en materia de contención de contagios”.
Según García, el cese de actividades en los sectores que cumplen con las medidas de bioseguridad “benefician a la informalidad y castigan a la formalidad con un nefasto impacto en la recuperación económica de la ciudad”.