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9,5 metros cúbicos de agua por segundo durante 5 meses, fue la autorización que aprobó la CAR el pasado 1 de abril a la Empresa de Acueducto de Bogotá, para que pueda tratar más agua del río Bogotá en la planta de Tibitoc y seguir garantizando el 50 % del recurso para la capital y los municipios de Sopó, Tocancipá, Gachancipá, Chía y Cajicá.
Ante esta decisión, la Empresa se pronunció este jueves a través de un comunicado destacando la concesión de 1,56 m3/seg de agua adicionales. Sin embargo, aseveraron que ven con extrañeza y preocupación, “que la nueva resolución de la CAR, solo alcanza un aumento de 4.665.600,00 de m3 anuales, menos del 10% de lo requerido y restringido en algunos meses del año”.
“El agregado norte, compuesto por los embalses de Tominé (el mayor de toda la Sabana), Neusa y Sisga, almacena más de 900 millones de m3, que permite regular el río Bogotá de una manera adecuada sin riesgo de comprometer los ecosistemas de la cuenca que abastece, por lo que no se entiende que esta condición no haya sido tenida en cuenta por la CAR en lo establecido por la resolución”, agregaron.
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Lo anterior se refiere a las alertas que desde la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), han hecho sobre “el riesgo que existe en el sostenimiento de los niveles de los embalses que suministran parte del caudal”, pues el embalse de Tominé ha sido llevado al 40 % de su nivel y ha perdido 75 millones de metros cúbicos de agua, respecto a enero del año pasado. Una razón más del porqué los meses escogidos. “De seguir en estas condiciones, el Acueducto de Bogotá no podría seguir obteniendo el 50 % de este recurso hídrico del agregado norte, sino que tendríamos que volver a tomar más agua del sistema Chingaza”, advirtió su director, Alfred Ballesteros.
De igual manera, Edwin García, director de recursos naturales de la CAR, señaló en entrevista con El Espectador, que la decisión se basó en un estudio de oferta y demanda que realizaron para verificar la disponibilidad del recurso.
“Nosotros tomamos en cuenta la cantidad de agua que hay, que son de acuerdo a los datos históricos, las estaciones meteorológicas y los caudales históricos. La demanda es lo que los usuarios tienen, ya sean acueductos o empresas. La simulación también fue de acuerdo a como los embalses se han comportado en épocas secas o de lluvias. ¿Qué se busca? Garantizar que haya agua en Bogotá y en los municipios de la cuenca del río Bogotá”, explicó García.
¿Fin del racionamiento?
En el comunicado, el Acueducto también criticó que desde la CAR se haya recomendado levantar la medida de racionamiento a partir del aumento del caudal del río Bogotá y los pronósticos del Ideam de lluvias por encima de los promedios normales. “Sorprende que desde esta entidad se indique que esto permite levantar el racionamiento de agua, cuando realmente el beneficio aportado no se ajusta a las necesidades de consumo”, sentenciaron.
Y reiteraron que desde la EAAB, “a través de sus equipos técnicos, siempre se ha buscado que una vez se recomiende el levantamiento del racionamiento de agua, este no se tenga que volver a implementar”.
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Por su parte, el alcalde Carlos Fernando Galán, advirtió que la medida podría levantarse a mediados del mes de abril, pero advirtió que “si se dispara nuevamente el consumo, tendríamos que volver a implementar el racionamiento”.
La gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, acotó que se interpondrá un recurso contra la Resolución 5025 del 1 de abril.
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Por Redacción Bogotá
