/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/SAHQ6X4VOZAD5O5URVVQZPYL7I.jpg)
En una sola semana dos hechos similares ocurrieron en la misma localidad, a pocos kilómetros de distancia y bajo una modalidad parecida. Estos dos casos, sumados a todos los otros golpes que ha dado la criminalidad en la capital, en los últimos meses, ponen en alerta a los comerciantes quienes se preguntan si serán ellos el nuevo blanco de los delincuentes.
Aunque el caso habría ocurrido apenas días antes del renombrado hurto a la fábrica de calzado, este solo se supo durante las últimas horas justamente debido a las múltiples denuncias de inseguridad que se han interpuesto en la localidad de Puente Aranda.
Según se pudo establecer, todo ocurrió el pasado domingo en el barrio Pradera, en una céntrica zona de la capital del país, hasta donde llegaron 15 delincuentes durante la madrugada y, violentando el techo, lograron ingresar al predio en donde funciona una empresa de textiles. La efectividad de la estructura criminal fue tanta que habrían apagado los sistemas de seguridad, e incluso ingresado dos camiones para empacar la mercancía y las máquinas.
La dueña de la empresa aseguró que los delincuentes pretendían desocupar el lugar, pero debido a que un vecino de la zona alertó a las autoridades no habrían podido llevarse todos los implementos que usan para la confección de ropa y tapabocas.
Le puede interesar: Robaron más de $300 millones en fábrica de zapatos, al sur de Bogotá
“Ellos se querían llevar todo, ya tenían en un camión las máquinas de coser listas, las máquinas de tapabocas también, las bolsas con tapabocas, los escritorios, camisetas, televisores, computadores, pero se llevaron lo que más les importó que creo que eran los tapabocas, porque eran voluminosos y llenaron el camión rápido”, dijo la propietaria.
Luego de conocer que las autoridades desplegaron un operativo para dar con su paradero, los delincuentes optaron por huir únicamente con unos 100 mil tapabocas, de los 600 mil que estaban fabricados y listos para la distribución. La mercancía está avaluada en unos $500 mil, aseguró la dueña de esta.
“Lo que pasó es que ellos entraron y por cosas de Dios no pudieron bajar el portón, ahí es donde avisan a la Policía y salen huyendo con un sólo camión”, manifestó la afectada, quien aprovechó para cuestionar la labor de las autoridades porque hasta ahora no se han conocido avances en la investigación por este robo, además no descartó que se tratara de la misma organización que luego robó la fábrica de zapatos.
/s3.amazonaws.com/arc-authors/elespectador/d5b8cc42-52a7-45f4-8d4e-227d2f4caf79.jpg)