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En La Calera, organizaciones de la sociedad civil, pidieron a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, suspender inmediatamente la concesión para extracción y embotellamiento de aguas subterráneas a la empresa INDEGA S.A. (anteriormente Manantial) por la falta de estudios de impacto ambiental, esto, teniendo en cuenta que el municipio también se ha visto sumergido en racionamiento del recurso natural.
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¿De dónde surge el problema?
La concesión original, otorgada en 1983 y renovada mediante la Resolución 3485 de 2014, venció el pasado mes de diciembre de 2024. Sin embargo, la comunidad afirma que INDEGA S.A. continúa extrayendo miles de litros de agua. Lo anterior, debido a la demora de la CAR para emitir una decisión definitiva sobre la solicitud de renovación presentada en mayo de 2024.
Adicionalmente, la comunidad le solicitó a la entidad convocar de forma urgente una Audiencia Pública Ambiental que permita evaluar, con transparencia y rigor técnico, los impactos ambientales y sociales que implicaría renovar esta concesión.
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La comunidad no solo le hizo ese llamado a la autoridad ambiental. También, radicaron solicitudes ante la Procuraduría General de la Nación y a la Defensoría del Pueblo para que realicen vigilancia especial sobre el proceso administrativo.
De la misma manera, que las autoridades exijan la suspensión inmediata de las actividades industriales de la empresa hasta que se resuelva la situación y se determine si la misma tiene o no impactos ambientales.
Dentro de las exigencias a la CAR, piden entregar fundamentos técnicos y legales claros en caso de pretender autorizar nuevamente la explotación del recurso hídrico, considerando la grave afectación ambiental, social y crisis hídrica que atraviesa el municipio de La Calera.
En Bogotá: ya no habrá día cero, ¿por qué se tomó la decisión?
En septiembre del año pasado, el Distrito advirtió que si el nivel del sistema Chingaza llegaba al 36% de su capacidad, la medida del racionamiento tal y como la conocemos cambiaría y que, incluso, podría haber hasta dos turnos de racionamiento al día. A ese tope de la capacidad del sistema, la alcaldía lo llamó el ‘día cero’.
Sin embargo, hace unas semanas, el Acueducto anunció que incluso si el nivel de Chingaza llegaba al temido 36%, no se implementarían cambios en el esquema de racionamiento, es decir, ya no habrá día cero.
Cabe destacar que actualmente el nivel del sistema Chingaza está en un 38,84%, pero “según las modelaciones de operación y los pronósticos del clima, de presentarse el ‘día cero’, no está en riesgo el suministro del agua”, informó el Acueducto.
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De acuerdo con la entidad, la decisión se tomó por varios factores definitivos: el aumento de las lluvias en enero y febrero, que estuvieron por encima del promedio histórico; la llegada de la temporada de lluvias en abril y la “confiabilidad en la producción de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) de Tibitoc”, circunstancias que, por ahora, alejarían la posibilidad de decretar cambios con la llegada de día cero.
Pese al bajo nivel actual del sistema Chingaza, que llegó a un 38,84%, la entidad señala que el porcentaje de llenado es “aceptable” si se tiene en cuenta que esta época del año generalmente se caracteriza por ser una temporada seca (cálculo que no es del todo acertado teniendo en cuenta los aguaceros de las últimas semanas) que se termina en marzo, dando paso al periodo de lluvias que tradicionalmente empieza en el mes de abril.
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Por Redacción Bogotá
