“El principal reto es devolverles la confianza a los bogotanos”, secretario de Movilidad

Felipe Ramírez Buitrago se posesionó durante la segunda semana de enero.

Foto: Secretaría de Movilidad

Es ingeniero civil e industrial egresado la Universidad de Los Andes, tiene dos maestrías, una en Ingeniería y gerencia de proyectos, también de Los Andes, y otra en planeación urbana y regional del London School of Economics and Political Science.

Durante su vida profesional se ha desempeñado como director de proyectos de infraestructura, políticas públicas y de movilización, así como de diferentes modos de transporte y sistemas de información geográfica en Colombia, Perú, México, Panamá y Londres.

En 2016 llegó a Transmilenio S.A., y como sub gerente técnico y de servicios, estuvo a cargo de la construcción de proyectos del sistema; en 2020 pasó a ser el gerente general y desde entonces lideró la transformación del Sistema de Transporte Masivo, la renovación de la flota a energías limpias y la propuesta de creación de la nueva Operadora Pública de Transporte de Bogotá.

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Se llama Felipe Ramírez Buitrago y es el nuevo secretario de Movilidad de Bogotá, a donde llega jugando de local, pues su cercanía con la cartera no solo le ha permitido conocer cuáles son las necesidades de la ciudad y pensar en sus posibles soluciones.

¿Ante el aumento en los frentes de obra qué otras estrategias se están implementando para mejorar la movilidad?

-Lo primero que hay que tener en cuenta es que las acciones adiciones al pico y placa, que se están llevando a cabo son a partir de la gestión y control de la Secretaría de Movilidad. Esto significa que estamos trabajando en mejorar el funcionamiento de todos los semáforos y ayudar a descongestionar los puntos más complicados en materia de movilidad, de la mano de nuestra Policía de Tránsito y Gestores de campo. También estamos controlando el parqueo en vía, que lo único que hace es dificultar la movilidad.

En este momento lo que está pasando en Bogotá es una noticia absolutamente positiva, que es tener por primera vez, en mucho tiempo, obras de infraestructura grandes en la ciudad que van a ayudar a que tengamos mejoras en el transporte público y que la ciudad salga del atraso en el que ha estado.

¿Cuáles son los retos en movilidad para los próximos dos años?

-El principal reto es devolverles la confianza a los bogotanos, en el sentido de que se están ejecutando las obras que tanto estamos necesitando y que vamos a ver los primeros resultados dentro de poco. ¿Y por qué es importante devolverles la confianza a los bogotanos? Porque precisamente mientras tenemos estas obras, necesitamos ir aprendiendo, entre todos, cómo es la mejor forma de movernos.

Muchas personas me dicen: “venga por qué nos pide que nos movamos en bicicleta, en transporte público o a pie, si hoy todavía no está a nivel el servicio de transporte que los bogotanos quisiéramos tener”, la respuesta es muy sencilla: porque entre todos debemos empezar a ayudar para hacer mejor uso de ese espacio escaso, que es el espacio público, en donde todos nos encontramos como iguales y debemos tener la oportunidad de usarlo de la mejor forma.

¿Cómo es esa mejor forma?

-Primero, congestionando lo menos posible, y esto lo logran los modos de transporte sostenible: a pie, en bicicleta y en transporte público. Segundo, también el tema de la contaminación y el cambio climático, que estos transportes nuevos son los que más ayudan a reducir la contaminación y a combatir el cambio climático.

Ese otro gran reto que tenemos es el de hacer que las obras sucedan, cumplan el tiempo y que realmente tengamos lo que los bogotanos estamos esperando por años, como el metro, como el tranvía, como más transporte público en la ciudad, que también va de la mano con el aprender a movernos de mejor forma.

En la transición en la que nos encontramos, hemos dispuesto alternativas adicionales como el pico y placa solidario, porque es importante para aquellas personas que definitivamente tienen que usar su vehículo, pero pues de alguna forma reconocen que hay congestión adicional en la ciudad y la contaminación.

¿Cómo invitar a quienes se bajaron del Transmilenio y el Sitp, por problemas como la frecuencia y la falta de rutas, para que vuelvan a utilizar el transporte público?

-Bogotá ha tenido un avance gigante y estamos en una posición muy buena en estos momentos. A la ciudad han llegado cerca de 3.500 buses nuevos en los últimos años, entre los cuales se encuentran 483 buses 100 % eléctricos y durante este año van a llegar otros 1.002 buses eléctricos para sumar 1.485 en total.

Estos buses nuevos son relevantes porque van encaminados hacia la posibilidad de ofrecer un mejor servicio para el ciudadano, no solamente en la calidad en términos de menos varados, o cuestión mecánica, sino un mejor medio ambiente y la posibilidad de ayudar a combatir el cambio climático.

También vamos mejorando y dando los pasos correctos. Después de mucho tiempo en el que se venía trabajando para que el transporte público colectivo tradicional diera paso, hoy contamos con esta oportunidad de tener un servicio con mejores frecuencias y mucha más calidad.

¿Qué se está haciendo por la seguridad en el sistema de transporte?

-Esto es importante también porque estamos teniendo una articulación con la Secretaría de Seguridad y la Policía de Bogotá, con el fin de bajar indicadores de inseguridad y que así se pueda usar con tranquilidad el sistema de transporte sostenible y que nos ayudan a todos.

¿Cómo su experiencia en Transmilenio aporta a la Secretaría y a la ciudad?

-Yo soy un apasionado de la ciudad y del transporte. Por su puesto todos estos trabajos que llevamos realizando por años, que han significado un esfuerzo muy importante, pero sobre todo unos resultados visibles y contundentes en términos de la mejora necesaria al transporte público, son una ayuda fundamental para caminar en la dirección correcta en todo esto de la movilidad que necesitamos en la ciudad.

El ejercicio que se viene ejecutando lo vamos a continuar con todo el esfuerzo, a pesar de un momento que claramente le pone un estrés adicional a la ciudad (por las nuevas obras), pero estamos listos y estoy seguro de que los bogotanos nos van a ayudar a que entre todos aprendamos a movernos de una forma mucho más organizada y sostenible.

¿Cuáles son los proyectos que se han pensado para los ciclistas más allá de la construcción de nuevas ciclorrutas en las obras que ya están proyectadas?

-Constantemente estamos expandiendo la red de los ciclocarriles. Esta red no solamente está contemplada en las nuevas obras, que están pensadas para que todas las personas que se mueven en la ciudad tengan espacio, sino que también en la infraestructura existente estamos constantemente haciendo los análisis necesarios para encontrar los espacios en donde podamos, así no haya una obra nueva, instalar los bicicarriles que son necesarios.

Obviamente creemos en un balance entre los distintos modos de transporte para no afectar a nadie. Cuando se logran separar estas maneras de moverse, por ejemplo, segregar las bicicletas, el Transmilenio o los peatones, evitamos la interacción difícil entre estos modos que se mueven muy distinto y así se disminuyen indicadores de inseguridad vial. Para nosotros es un hecho fundamental y trabajamos en proteger a los ciclistas.

¿Cuáles son las recientes noticias de la nueva Operadora Pública de Transporte de Bogotá?

-Seguimos adelante con la idea del operador público y lo tenemos pensado como una idea importante para la ciudad, para la calidad del sistema de servicio que queremos tener y estamos a la espera de los pronunciamientos de las autoridades competentes para poder seguir adelante.

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