En lo social, a Peñalosa le bastó con lo necesario

Si bien el Distrito avanzó en la atención a los migrantes y habitantes de calle, así como en la institucionalización de la política pública LGBTI, se quedó en medio camino en cuanto a violencia de género y políticas concretas para afros e indígenas.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
28 de diciembre de 2019 - 01:00 a. m.
  La atención a los migrantes y habitantes de calle fueron  dos grandes retos para esta alcaldía / Archivo El Espectador
La atención a los migrantes y habitantes de calle fueron dos grandes retos para esta alcaldía / Archivo El Espectador

Aunque en las evaluaciones de las alcaldías se suele sumar y restar metros cuadrados edificados, el tejido social no se construye con cemento. Para dimensionar el alcance en materia social de la administración de Enrique Peñalosa es necesario tener en cuenta que el mandatario prometió que las mujeres tendrían “un papel protagónico y activo” y que Bogotá sería una ciudad más incluyente con todos los sectores de la población. Además, el alcalde se comprometió con la disminución de indicadores de discriminación hacia las personas LGBTI y la atención integral a los habitantes de calle.

Con estos objetivos, la ruta de gestión estuvo enmarcada en los lineamientos de las siguientes políticas públicas: para la mujer, la población afrodescendiente y raizal, los pueblos indígenas, el fenómeno de la habitabilidad en calle y la garantía de los derechos de las personas LGBTI. Se complementó con planes de acción, que derivaron en 228 acciones afirmativas para afros e indígenas. Asimismo esta administración tuvo que afrontar dos grandes retos: la migración venezolana y la diáspora de habitantes de calle tras la intervención del Bronx.

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Mujeres, la mayoría

El 52 % de la población de Bogotá son mujeres, en su mayoría de 20 a 29 años. En los últimos cuatro años, según Bogotá cómo vamos, hubo una leve disminución en el porcentaje de mujeres que se sienten inseguras en la ciudad: del 83 % (2016) al 73 % (2019). Por su parte, el proyecto “Mujeres protagonistas y activas” le apuntó a la atención de mujeres en las Casas de Igualdad de Oportunidades, donde se atendieron 135.024 mujeres en este cuatrienio.

Sin embargo, para 2019 hubo una disminución del 12 % en esta cobertura. A esto se le suma que aunque se promovieron rutas de denuncia y líneas de atención a mujeres víctimas de violencias, según Ángela Anzola, secretaria de la Mujer, “Bogotá aún tiene grandes retos en cuanto al aumento de casos de delito sexual”.

Abiertos a la migración

En Colombia hay aproximadamente 1,4 millones de venezolanos, 357.667 de ellos en Bogotá, según registros de Migración Colombia. De esta cifra, 169.000 (47,2 %) se encuentran de manera legal, mientras que 188.667 (52,8 %) no cuentan con los permisos necesarios. Frente a esta situación, la alcaldía Peñalosa tuvo que implementar varias estrategias.

En cuanto a salud, 28.000 venezolanos fueron vacunados y en educación, 29.500 menores migrantes entraron a jardines infantiles y colegios distritales. De igual forma, se tomaron medidas como el campamento que albergó a venezolanos (hasta 2018) y el Centro Integral de Atención al Migrante (CIAM), pero preocupan los brotes de xenofobia en la capital. De acuerdo con Bogotá cómo vamos, el 29 % de los bogotanos no consideran que sea necesario brindarles atención a los migrantes, en 2016, este porcentaje era del 13 %.

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Habitantes de calle, más allá del Bronx

La atención y reincorporación de los habitantes de calle fue una de las labores centrales de esta alcaldía. El subdirector para la Adultez de la Secretaría de Integración Social (SDIS), Daniel Mora, aseguró que “en la ciudad hay 9.538 personas en situación de calle, de las cuales 638 se han reintegrado a la sociedad”.

Además, desde el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron) se vinculó por medio de la estrategia “Calles alternativas” a 26.807 niños y jóvenes en riesgo de habitabilidad de calle. Los “Ángeles Azules”, de la SDIS, fueron protagonistas en la atención a esta población. En calle y hogares de paso, atendieron a 10.000 ciudadanos en esta condición. Aun así prevalecen voces que aseguran que varias estrategias no están diseñadas para las circunstancias de esta población y que los centros deben ser replanteados.

Afros y raizales

En este cuatrienio se adoptaron tres planes de acciones afirmativas para la población negra, raizal y palenquera en Bogotá. Una de las campañas del Distrito que tuvo mayor alcance fue #RacisNo. Además, se trabajó junto a la Asociación de Mujeres Afros por la Paz (Afromupaz). No obstante, un lider afro del barrio San Cristóbal* manifestó que a pesar del trabajo realizado todavía persiste el racismo. Asimismo, añadió que es “importante aumentar las oportunidades laborales y educativas para los jóvenes afros, son ellos los que sufren mayores abusos en la capital”.

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Población indígena

Esta comunidad es parte fundamental del tejido social de la capital. No obstante, las medidas que se tomaron en esta alcaldía no dieron la talla. A pesar de que hubo avances en cuanto a la implementación de programas de educación flexible, que beneficiaron a indígenas wounnanes, persisten problemas serios en cobertura de salud y de arraigo cultural. Según datos del DANE, en Bogotá habitan 19.063 indígenas de distintas comunidades. Sin embargo, la mayoría de ellos son víctimas del conflicto armado. En este ámbito se destaca la atención de los nueve CLAV en Bogotá (Centros Locales de Atención a Víctimas).

Distrito: ¿diverso?

Entre los proyectos estratégicos que había prometido Peñalosa estaba “Distrito diverso”. El director de Diversidad Sexual, Juan Carlos Prieto, asegura que “se avanzó en términos de institucionalización y se logró incorporar a los sectores LGBTI en la formulación de políticas públicas distritales”. Además, una de las metas que se cumplieron fue la disminución del porcentaje de personas LGBTI que se han sentido discriminadas. En 2014 era el 69 % y en 2018, el 35 %. No obstante, la ONG Temblores considera que las cifras de violencia a esta población son alarmantes y las medidas para contenerla, insuficientes.

*Por solicitud del etrevistado, su identidad no se hizo pública. 

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Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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