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El pasado 4 de marzo, autoridades del Distrito y de la localidad de Suba realizaron un operativo de control atendiendo denuncias ciudadanas por presuntas malas prácticas sanitarias y malos olores. Tras la diligencia constataron que en el predio de propiedad de la persona hoy judicializada, ubicado en el sector de Fontanar, en Suba, funcionaba un matadero clandestino en donde eran sacrificados bovinos sin las mínimas medidas de salubridad.
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Además, la investigación determinó que desde el predio se coordinaba la comercialización y distribución de la carne a gran escala sin respetar la cadena de conservación y transporte.
Con esa evidencia en manos, La Fiscalía, a través del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), presentó ante un juez de control de garantías a Benjamín Rincón Poveda, el propietario del predio en mención.
El hombre fue imputado por los delitos de corrupción de tráfico de alimentos, productos médicos o material profiláctico, contaminación ambiental y maltrato animal. Pese a las pruebas, el señalado no aceptó los cargos.
Cabe mencionar que durante los operativos las autoridades encontraron, además, que los residuos sólidos y líquidos que resultaban del sacrificio de los animales, eran arrojados indiscriminadamente al suelo y a las aguas del río Bogotá. Para tener una idea de la contaminación generada, las autoridades recordaron que en los operativos de inspección hallaron más de tonelada y media de carne de res, sebo y huesos.
Más de 40 animales fueron rescatados de otro matadero clandestino en Suba
El pasado 11 de abril, autoridades del Distrito, atendiendo otra denuncia ciudadana, encontraron otro matadero ilegal en el sector de La Gaitana.
En el lugar encontraron 22 terneros y 19 ovejas vivas que permanecían en el lugar en medio de escandalosas condiciones de salubridad, esperando su turno de muerte en condiciones innombrables de dolor y sufrimiento. Además, encontraron los restos de 28 animales cuya carne no contaba con los mínimos requerimientos de higiene y salubridad.
El estado en que fueron encontrados los animales vivos es deplorable: heridas cutáneas, condiciones de peso lamentables, alimentación nula y un prolongado estado de encierro y maltrato físico que solo terminaría con la muerte.
“El infierno. Matadero en Suba, Bogotá. Se requiere, con urgencia, la presencia del Instituto de Protección animal, las secretarías de Salud y de Gobierno, y la Policía de Bogotá. Alcalde Carlos Fernando Galán, Los animales deben ser rescatados, el lugar sellado e iniciada la investigación contra los posibles delincuentes”, señaló en su cuenta de X, la senadora Andrea Padilla.
Esta carne, según las autoridades, era distribuida en locales de la zona mediante la venta directa, violando las normas sanitarias y poniendo en riesgo la salud pública de los habitantes del sector. Para atender la situación sanitaria, los equipos de aseo sacaron 10 canecas llenas de viseras, sangre, cabezas, patas y órganos. Además, los cadáveres de los animales que estaban listos para ser porcionados, resultaron en camiones de basura.
Las autoridades no descartan que en la zona existan más puntos similares, razón por la cual intensificaron las acciones de vigilancia en la zona. En las bodegas, que fueron selladas, estaban varias personas: los aparentes dueños y varios operarios encargados.
Por ahora, el sitio fue sellado durante diez días mientras se verifica el estado del inmueble y si tenían algún tipo de documentación que les permitiera realizar estas actividades. Por ahora, la investigación avanza para determinar el grado de responsabilidad de las personas involucradas y las sanciones pertinentes.
Entre tanto, el Instituto de Protección Animal anunció que los animales rescatados quedaron bajo su custodia y que entrarán en un proceso de rehabilitación y cuidados veterinarios para garantizar su bienestar.
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Por Redacción Bogotá
