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Ya comenzó la implementación del proyecto que busca la recuperación, conservación y mantenimiento del espacio público que se encuentra alrededor y bajo los puentes vehiculares de Bogotá.
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¿Qué busca la iniciativa?
La iniciativa busca transformar los espacios que se encuentran bajo los puentes, generalmente sitios solitarios que se prestan para ser guarida de delincuentes o botaderos de basura, en activos comunitarios para mejorar la calidad de vida en los entornos urbanos.
“Una vez intervenidos los puentes, la ciudadanía encontrará no solo un entorno seguro, sino también reverdecimiento, zonas comerciales, actividades culturales, deportivas, entre otras”, señala el concejal Samir Abisambra, autor de la iniciativa.
Para avanzar en el proyecto, el Distrito ya identificó 1077 puentes en toda la ciudad, en los cuales podría aplicarse esta estrategia. De estos, 54 ya fueron diagnosticados y 20 de ellos fueron priorizados.
“Destacamos que la Administración Distrital no solo estableció ya el protocolo para ejecutar nuestra iniciativa, sino que ya realizó un trabajo de identificación y limpieza en los primeros puentes que serán intervenidos”, señaló Abisambra.
Entre los puentes priorizados están:
- Conjunto de Puentes Quebrada las Delicias
- Calle 53 con Avenida 30
- Calle 45 con Avenida 30
- Avenida Américas con Carrera 30
¿Qué se vive bajo los puentes en Bogotá?
En general, la ciudadanía asocia el tránsito por debajo de los puentes, sean vehiculares o peatonales, con situaciones y hechos de inseguridad. Esta situación se evidencia en las cifras oficiales que reportan: 1005 denuncias por hurtos y actos de violencia en puentes peatonales, 667 denuncias por hurtos y actos de violencia en puentes vehiculares.
¿Cuáles son los puentes más peligrosos?
- NQS con calle 63
- NQS con calle 94
- Calle 6 con NQS
- Av. Boyacá con Calle 80
- Av. Suba con Calle 136
Así avanza el proyecto
El primer bajo puente a intervenir, que ya cuenta con diseños y está contratado para entregarse en julio, es el de la Calle 53 con NQS. Un proyecto de revitalización urbana que promete transformar un área subutilizada de 2.200 metros en un espacio funcional para promover el arte, la cultura y la reactivación económica. “Tendrá baños, espacio para mascotas, parque para niños, zona biosaludable, un salón multipropósito para arte, cultura y recreación y dos locales comerciales. Va a ser operado por la comunidad, la Junta de Acción Comunal y CorpoGalerías con los demás vecinos que se asociaron para hacerlo posible”, manifestó Lucía Bastidas, directora del Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público, DADEP.
Para estas intervenciones, en las que la directora señaló que su costo depende de las características estructurales de ese bajo puente, “el de la calle 53 son al menos 800 millones de pesos”, el sector privado será un aliado y tendrá un rol importante para el Distrito. “Tendrían una autorización de uso por lo menos de 5 años, como lo contempla el decreto de aprovechamiento económico. Tendría o no una retribución económica, pero no es una figura de Asociación Público Privada-APP (...) “No va a ser privatización. También estamos pensando que haya un local donde se pueda dar para beneficio a las ventas informales.
Pero no todos los bajos puentes tendrán los mismos espacios, pues depende de su contexto. El otro bajo puente que ya cuenta con diseños es el ubicado en la Quebrada Las Delicias, en la localidad de Chapinero. El Dadep estableció que tiene potenciales para el ecoturismo, manifestaciones artísticas, aula abierta, instalación de cerramientos y baños públicos.
A su vez, el bajo puente aledaño a la Clínica Mederi y el G12 en la Av. Américas con carrera 30, tendría parqueaderos internos, plazoleta de comidas, instalación de cerramientos, área de espera y descanso, farmacia, bicitalleres, módulos comerciales, iluminación y seguridad.
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Por Redacción Bogotá
