Las obras que no alcanza a contratar Peñalosa

La secretaria de Hacienda, Beatriz Arbeláez, también habla de cómo quedan las finanzas de Bogotá y las recomendaciones para el próximo alcalde.

Diego Ojeda / @diegoojeda95
24 de octubre de 2019 - 03:00 a. m.
Beatriz Elena Arbeláez, secretaria de Hacienda. / El Espectador
Beatriz Elena Arbeláez, secretaria de Hacienda. / El Espectador

A 69 días de terminar la actual administración y a tres de conocer al nuevo alcalde, es momento de los balances. Para conocer lo que se alcanzó a hacer, lo que faltó y cómo queda financieramente el Distrito, El Espectador habló con la secretaria de Hacienda, Beatriz Arbeláez.

 

¿Qué faltó por contratar?

 

Hay grandes obras estructuradas que no alcanzaremos, por falta de trámites. Está la PTAR Canoas, para descontaminar el río Bogotá, que cuesta $4,5 billones (Bogotá aporta $2,94 billones) y que debe seguir la próxima alcaldía, cuando concluyan los estudios y se actualicen las cifras; otra es el famoso Transmilenio por la séptima, que vale $2,4 billones y fue frenado por la oposición, representada en los jueces, que también dependerá de la nueva administración, y las troncales complementarias del metro, en las avenidas 68, la Cali y las Américas. Las dos primeras (por $3,5 billones) se harán con la plata de la nación, en las que el IDU está en los trámites para abrir las licitaciones. La troncal de las Américas (por $500.000 millones) es otra que se está revisando para ver si se alcanza a dejar en licitación. Del total de los recursos nos quedó por contratar el 10 %, asumiendo la del metro, que vale $13 billones.

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¿Cómo le fue a la ciudad en el aspecto financiero?

 

Comparados con la pasada administración, creció la inversión, gracias a fuentes como el presupuesto del Plan de Desarrollo ($96 billones), el cupo de endeudamiento, la venta del 10,4 % del Grupo de Energía (GEB) y el cumplimiento de las metas en recaudo tributario. Lo otro es que la GEB nos dio más dividendos de los esperados. También el Foncep cubrió casi el 100 % del pasivo pensional, lo que significó menor esfuerzo a la hora de respaldar las pensiones de los empleados del Distrito, liberando poco más de $1 billón.

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¿Cree que le hubiera ido mejor si hubiera vendido la ETB?

 

Con el alcalde estamos convencidos de que la ETB no puede competir en manos del sector público, porque hay muchas empresas y su valor disminuye cada día, pese a la buena gestión de su presidente, Jorge Castellanos. Lo cierto es que no genera rentabilidad. Hoy tiene un activo importante, como la fibra óptica, que queremos potenciar antes de que las otras empresas tengan sus redes. Para la ciudad es mejor vender la ETB que tener cupo de endeudamiento, que fue lo que hicimos. Pero, insisto, las finanzas de Bogotá son fuertes y la razón es que el endeudamiento es casi nulo: $1 billón, algo mínimo si se tiene en cuenta que genera ingresos corrientes de $10 billones.

 

¿Por qué no se paga esa deuda?

 

Porque una parte corresponde a emisiones de bonos globales que se hicieron hace 10 años y, en general, los mercados de capitales no aceptan prepagos. Lo otro es porque se requiere campo presupuestal, para no sacrificar obras.

 

Si Bogotá no se endeuda más, ¿cuándo terminaría de pagar?

 

En el marco fiscal de mediano plazo, que es el que se presenta con el presupuesto, estimamos que, además de ese billón de pesos y poniéndole $6,9 billones más, puede pagar en 10 años sin lío.

 

¿Los bogotanos son buena paga en sus impuestos?

 

Sí. Hay una cultura tributaria de cumplimiento. Los ciudadanos saben que localizamos bien a los contribuyentes, sobre todo a los del predial y de vehículos, porque nuestro catastro es de lo mejor que hay en el mundo.

 

¿Qué logró avanzar en recaudo?

 

Cuando llegué no podía creer que el impuesto de industria y comercio (ICA), que pagan los pequeños y medianos empresarios, siguiera siendo impreso. Por fortuna conformé un buen equipo, clave para sacar una oficina virtual para pagar impuestos vía PSE, desde un computador o celular. El impulso que ha tenido la facturación electrónica también ayudó, al igual que la posibilidad de pagar con tarjetas de crédito y por cuotas. Aunque este último es un mecanismo al que solo se han acogido 40.000 predios, de 2,5 millones que contribuyen en la ciudad.

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Cómo es el plan que tienen de cambiar los topes del predial.

 

Es un proyecto que se tramita en el Concejo. Hoy las variaciones del impuesto dependen del valor del predio. Los que son residenciales tienen un tope del 20 %, nosotros estamos proponiendo que se fije con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) más ocho puntos porcentuales. Si se aplicara este año sería del 11 %, es decir, habría una reducción del 9%. Para las Viviendas de Interés Social, la reducción también sería importante, pues su tope está en 10 %. Si se aprueba la iniciativa el incremento solo sería del IPC para estratos uno y dos.

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¿Cuánta plata le queda a Bogotá?

 

La que se genera todos los años. La meta de recaudo para 2019 fue de $9,3 billones y creo que la de 2020 rondará los $10 billones. El nuevo gobierno también tendrá cupo de deuda que no comprometimos. Cuando se contrate el metro, creemos que se van a generar 0,5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB de Bogotá.

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¿Qué le recomienda a la futura administración?

 

Estar atentos a la reforma a las finanzas territoriales. Bogotá tiene la connotación de ser municipio y departamento. Si bien la dinámica del ICA y el predial ha sido buena, frente a impuestos por licores, cigarrillos y sobretasa a la gasolina, veo un problema a futuro, sobre todo con este último. Con el 50 % de la sobretasa se financia el metro y con el otro 50 % la malla vial, por lo que habría que mejorarla. El Gobierno decidió congelarnos la base gravable hace 10 años. Cuando pasó la reforma tributaria en el gobierno Santos, la bajaron y tuvimos que protestar para revertir esa decisión. Pero hay que cambiar la base, porque, si no, será una contingencia para Bogotá. Lo otro es que se pretende reformar el Sistema General de Participaciones, que es cómo repartir la torta en todas las regiones. Bogotá suele ser vista como la rica del paseo y eso no es tan cierto, porque hay muchas necesidades, los venezolanos por ejemplo. Ya el secretario de Salud me dijo que no le estaba alcanzando la plata para atenderlos.

Por Diego Ojeda / @diegoojeda95

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