Esta semana ha sido especialmente tensa en la capital. El 29 de septiembre, hacia el mediodía, un grupo de manifestantes inició una movilización desde la Universidad Pedagógica hasta la calle 82 con carrera 11. La jornada estuvo marcada por la pintada de grafitis en fachadas de negocios y conjuntos residenciales.
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Según información de la Dirección de Diálogo y Convivencia de la Secretaría de Gobierno, la movilización la convocaron unas universidades como parte de un llamado al Gobierno para que cumpla varios requerimientos.
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Al finalizar la protesta, el secretario de Seguridad, César Restrepo, aseguró que las autoridades se encontraban recolectando información para identificar a los responsables y aplicar las sanciones correspondientes bajo la Ley de Convivencia. “Durante el evento estuvimos monitoreando los riesgos y mitigamos el impacto de los actos de violencia de estos individuos”, dijo.
Las motivaciones
Dos días después, estudiantes de la Universidad Pedagógica organizaron un evento cultural, en apoyo a la causa palestina, que fue reportado a la Secretaría de Gobierno. La jornada transcurrió con relativa calma hasta que, se conoció una noticia que encendió los ánimos: la misión humanitaria de la Flotilla Global Sumud, que intentaba llevar ayuda a Gaza, loa interceptó el ejército israelí en aguas internacionales.
Entre las personas retenidas se encontraban Luna Barreto y Manuela Bedoya, dos colombianas integrantes de la comisión colombiana del Movimiento Global a Palestina. Su captura provocó que el presidente Gustavo Petro expulsara a toda la delegación diplomática de Israel en Colombia y diera por terminado el Tratado de Libre Comercio entre ambos países.
En paralelo, la noticia generó indignación entre varios sectores sociales y estudiantiles, y se convirtió en el detonante de nuevas movilizaciones. El grupo Global Movement To Gaza Colombia convocó ese día a un plantón frente a las oficinas de la ANDI, argumentando que esta “asociación mantiene vínculos directos con la misión económica de Israel en Colombia”. La protesta se extendió hasta entrada la noche, generando bloqueos en la carrera 9 con calle 73 y el cierre temporal de la estación de Transmilenio Calle 76, lo que afectó a miles de usuarios que intentaban regresar a casa.
Las declaraciones del Grupo Global fueron la gasolina para protestar de nuevo el jueves 2 de octubre. Una vez más, marcharon hacia la sede de la ANDI, donde expresaron su rechazo a la supuesta relación de la entidad con intereses económicos israelíes. Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, rechazó de manera enfática las acusaciones.
“La ANDI siempre ha propendido por impulsar las alianzas comerciales para diversificar las exportaciones con distintos mercados internacionales. No se trata de cercanías ideológicas, se trata de relaciones económicas, que afectan a los trabajadores, emprendedores y familias que están involucradas en la actividad productiva. Son afirmaciones que estigmatizan a un sector como el productivo que aporta a la generación de empleo en el país”.
De la protesta al enfrentamiento
La jornada del 2 de octubre estuvo acompañada por el equipo de Diálogo Social de la Secretaría de Gobierno. Lo que transcurría entre arengas y pancartas, rechazando el genocidio en Gaza, se volcó en actos de vandalismo de algunos asistentes, quienes, con piedras, rompieron los vidrios del CAI de la Avenida Chiles y pintaron establecimientos comerciales algunas consignas.
“Se encendieron bengalas; afectaron con pintura las fachadas de edificios y se registraron altercados entre algunos asistentes, situación en la que intervinieron las entidades en terreno, para mediar y mantener el control”, detalló Gustavo Quintero, Secretarío de Gobierno.
El alcalde Carlos Fernando Galán, confirmó que sobre las 4:40 de la tarde, agotada la etapa de diálogo, ordenó a la UNDMO (antiguo ESMAD) intervenir. Los disturbios se trasladaron sobre la carrera séptima con calle 72, donde encapuchados se enfrentaron a la fuerza pública con piedras. INcluso fue necesario una tanqueta para restablecer el orden casi a las 8 de la noche.
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Según el balance de la Policía Metropolitana de Bogotá, el saldo fue de un agente de la UNDMO herido, 2 vidrios rotos, 10 vallas destruidas, daños en la fachada y un teléfono fijo y un computador dañados.
Tensión política entre Gobierno Nacional y Distrito
De acuerdo con el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, en Bogotá van más de 1.300 movilizaciones en lo corrido de este año, 20% más que el año pasado. “El 96% de las mismas se manejaron con nuestros equipos de diálogo o autorregulación”. En contraste, el primer mandatario de la capital, señaló que en 123 oportunidades la UNDMO ha intervenido, “es decir, 1 día cada 5 días, intervenimos cuando no se cumplen los criterios de Ley”.
En medio de todo este caos, se generó un tenso clima político, pues la exministra de Ambiente, Susana Muhammad, expresó en su cuenta de X, su apoyo de la protesta hacia la ANDI “como parte de la movilización”. A su vez, el presidente Petro, también respaldó la jornada: “Bogotá sale a las calles por nuestras colombianas secuestradas y que se atrevieron a la solidaridad humana. Jóvenes de todo el mundo deberían citarnos a la huelga general mundial”.
En respuesta, el alcalde Galán sentenció que el jefe de Estado debe pronunciarse con claridad sobre los hechos de vandalismo y destrucción. “Es importante que nos digan si están de acuerdo, si o no, con esos hechos de violencia. Tienen que ser claros, no podemos permitir que la institucionalidad no sea clara frente al vandalismo. Incluso, conocimos que un contratista de la Presidencia también estaba convocando a la marcha”, agregó.
Lo referido por Galán es a la información que entregó el concejal Daniel Briceño (Centro Democrático), quien reveló que Juan Camilo Villabos vocero del capítulo Colombia del Movimiento Global a Gaza y una de las personas que convocó la manifestación, es contratista en la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, lo que, por supuesto, no impide participar de la manifestación.
Vienen más protestas
La Alcaldía de Bogotá realizó un consejo extraordinario este viernes. El secretario de Seguridad, César Restrepo, informó que identifican los posibles factores de riesgo en las demás convocatorias de movilización que vienen para esta semana y se ordenó el reordenamiento de los dispositivos de seguridad, ante lo ocurrido.
“El alcalde pidió mantener apego preciso a los procedimientos que nos indica la ley. Hacemos un llamado para que, si identifican individuos que quieren infiltrar sus manifestaciones, se acerquen a la Policía y demás entidades para apoyarlo en la denuncia. Pedimos a la Fiscalía que avance y judicialice a los responsables”.
Para el próximo 7 de octubre, el Comité Colombiano de Solidaridad con Palestina ha convocado una nueva movilización. La jornada iniciará frente a la Embajada de Estados Unidos y culminará en la Plaza de Bolívar. Su objetivo: rechazar el genocidio en Palestina y exigir la liberación de las dos jóvenes colombianas detenidas, cuyo paradero, hasta ahora, sigue siendo incierto.
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Las manifestaciones en Bogotá, impulsadas por causas globales, han abierto un nuevo capítulo de tensiones locales. A medida que aumentan los reclamos, también crecen los desafíos para el orden público y la gobernabilidad. Entre acusaciones cruzadas, polarización política y una ciudadanía cada vez más activa, el equilibrio entre el derecho a la protesta y el respeto por la convivencia urbana vuelve a estar en el centro del debate.
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