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En el marco del XXII Congreso Internacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos y Perspectivas Ambientales, organizado por Global Forum se observó la participación de expertos nacionales e internacionales, gestores gubernamentales, sociales, académicos y empresariales del sector de los residuos, quienes en su gran mayoría pusieron de presente de manera coincidente una realidad y, en especial, una visión integradora del sector.
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Salvo por contadísimas excepciones, los conferencistas y panelistas que intervinieron coincidieron en plantear soluciones que impulsen la prevención, así como el aprovechamiento y tratamiento de los residuos, que incluyan tecnología de punta pero sin desconocer la importantísima labor e inclusión de la población recicladora de oficio en el marco de la economía circular. Intervine en el evento como moderador invitado de un panel y como conferencista sobre el alcance del Py. de Ley 85 Senado sobre la materia.
La población recicladora de oficio en estado de vulnerabilidad (contrario a lo que un expositor aisladamente expresara) no está llamada a competir “en el” o “por el” mercado para tener acceso cierto y seguro a los residuos aprovechables como prestadores del servicio de aprovechamiento como parte del servicio público de aseo. Se le debe asegurar por parte de la UAESP, dijo la Corte.
Lo anterior, gracias al amparo de sus derechos fundamentales por parte del alto tribunal que, para el caso de Bogotá, se halla contenido en la sentencia T-724/03 y los autos de desacato 268/10 y 275/11.
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La población recicladora es sujeto de acciones afirmativas que implica en términos de la Corte la “redistribución de oportunidades” en su favor, en consideración a que por razones históricas se ha visto privada de ellas. El cumplimiento de la orden de protección dada por la Corte corresponde a la Alcaldía Mayor de Bogotá por conducto de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), bajo el seguimiento de la Procuraduría General de la Nación.
Sin embargo, han pasado 20 años sin que se advierta de la gestión de la UAESP resultado positivo alguno en el cumplimiento de esta orden constitucional, no obstante se ha dispuesto de multimillonarios recursos públicos distritales y de tarifas de aprovechamiento para hacerlo (a la fecha cerca de 16.000 millones de pesos mensuales por tarifas).
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Contrario a lo que se publicita gubernamentalmente, quienes vienen trabajando duro y exitosamente en el aprovechamiento de residuos de la mano con la industria y la población recicladora son las organizaciones privadas quienes desde tiempo atrás están dando pasos firmes en el marco de la economía circular y el apoyo social.
Las experiencias exitosas de sostenibilidad lideradas por organizaciones como Tetra Pak que, además de contribuir a acelerar soluciones para reducir la pérdida de alimentos en la producción, promueve el aumento de la tasa de reciclaje de envases para bebidas a partir del diseño de estos asegurando su destinación futura.
Igualmente, resulta destacable el liderazgo organizacional de sostenibilidad que adelanta Ekored que garantiza el cierre del ciclo ecológico del PET (tereftalato de polietileno) a partir de su recuperación y transformación para ser empleado en múltiples usos textiles o plásticos similares a aquellos provenientes de la cadena petroquímica.
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Para el nuevo alcalde mayor, que en breve elegirán los bogotanos, resultará más inteligente dejarse guiar de las organizaciones exitosas en la gestión integral de los residuos con riguroso contenido social, ambiental y de servicio que del tradicional equipo de burócratas que han dirigido la UAESP en los últimos tiempos, más interesados en fomentar contrataciones de soluciones mágicas de aprovechamiento y tratamiento sin éxito y rigor, que excluyen además a los actores del sector como son los recicladores de oficio.
