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Mientras la mayor parte del país se encuentra agotada de la narrativa que lidera el huésped de la Casa de Nariño, quién procura casi minuto a minuto segregar entre colombianos de bien si se está con el gobierno o de mal si hacen algún cuestionamiento a los continuos desafueros gubernamentales, en la Ciudad Capital ya se sienten fuertes y renovadores vientos de una verdadera y consistente paz gubernamental, por cuenta del comportamiento del nuevo alcalde mayor de Bogotá.
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Carlos Fernando Galán Pachón es hoy mucho más de lo que pudimos ver de él en campaña. Su comportamiento democrático y su firme talante marcado por la defensa recia de sus convicciones no es menor al propio de su padre, Luis Carlos Galán, ni al de su madre, Gloria Pachón.
La conformación de un equipo líder de empalme, marcado por la presencia mayoritaria de mujeres capaces y exitosas, es la primera evidencia de que el estilo de gobernar que regirá desde el primero de enero de 2024 en Bogotá será positivamente diferente y muy alentador para todos.
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Lo segundo que los hechos demuestran, no la narrativa ni los discursos mediáticos y estériles, es que el alcalde Galán reconoce de frente y con firmeza los aciertos y las obras de sus antecesores, sin apropiarse de ellas, pero de igual manera advierte de las falencias gubernamentales de aquellos.
Hasta el momento de escribir esta nota el alcalde electo no ha anunciado a ningún miembro de su gabinete, pero seguramente estarán a la altura de la excelencia de quienes lideran el empalme y de quienes, hombres y mujeres de las más altas calidades profesionales y personales, lo acompañan en las reuniones de cada sector que vienen adelantándose.
Sin embargo, lo que por lo pronto merece destacarse de manera especial es su inmensa capacidad de escuchar y, para ello, la propia para abrir canales directos de diálogo y disertación institucional, como lo demuestran su actitud propositiva ante el gobierno Nacional, el nuevo mandatario departamental y los electos alcaldes de los municipios llamados a conformar con el Distrito Capital la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca.
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La prueba de fuego de esta nueva dinámica que invita a la gestión institucional coordinada y propositiva fue el encuentro y el diálogo entre el alcalde mayor electo y el nuevo gobernador de Cundinamarca Jorge E. Rey, que pasaron ambos de forma impecable, no obstante, las difíciles y complejas situaciones que los relaciona desde el pasado.
Los hechos son el reflejo de la realidad y lo que hasta ahora en las preliminares de su administración demuestran es que el alcalde Galán posee una cada vez más robusta y sólida sapiencia y experiencia en los asuntos del Estado: es un estadista. Las que ojalá lo acompañen durante todo el cuatrienio en sus aciertos, así como para corregir sin soberbia alguna y de manera oportuna los yerros de su equipo que le serán propios como cabeza de la administración distrital.
