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“Nos fue bastante bien” es la conclusión del balance que ofreció la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en la noche del lunes festivo. Para la mandataria, es favorable que la ciudad haya pasado de un incremento promedio de casos al día de 6.000 a 4.200.
Durante esos días también se redujo el uso de Transmilenio en un 85 %, se realizaron 2.470 operativos de control, se cerraron 52 establecimientos y se impusieron 3.879 comparendos por incumplimiento de las medidas decretadas por la administración distrital.
Bogotá continúa en alerta roja. La semana pasada López anunció una serie de medidas para mitigar la propagación del virus, las cuales abarcan gran parte del mes de enero. La pregunta que muchos se hacen es cuáles continuarán o si decretarán unas nuevas con el paso de los días.
Sigue a El Espectador en WhatsAppHay que decir que una de estas, la de la cuarentena general, se levantó este martes a las cuatro de la mañana, tras regir desde el 8 de enero. A pesar de los constantes llamados que se hacen para respetar el aislamiento y el autocuidado, las fiestas clandestinas fueron el pan de cada día durante este puente de Reyes. Kennedy, Tunjuelito y Chapinero hicieron parte de las localidades donde las autoridades encontraron a decenas de personas encerradas y bebiendo licor, como pasó en un prostíbulo del barrio Venecia.
De allí que varios medios de comunicación replicaron el mensaje que envió el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, al decir que “en estos momentos es mejor estar aburrido que intubado”.
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Y es que la situación no está para bajar la guardia. Se debe entender que estos esfuerzos se adelantan para evitar un colapso en el sistema hospitalario, pues en las últimas horas la cifra de ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI) para pacientes COVID-19 se ubicó en el 91,5 %, un poco menos de lo que se registró el domingo, pero que de la misma forma evidencia que solo hay 159 camas disponibles de las 1.878 que se dispusieron exclusivamente para pacientes contagiados.
Por ahora, son solo 7 de las 60 clínicas y hospitales de la ciudad que tienen ocupación menor al 70 % en UCI y los gremios insisten en que no se han tomado las medidas necesarias, especialmente en salas de urgencias, pues como lo señala el Colegio Médico de Bogotá, la demanda está superando la capacidad y se requiere mayor personal y nuevos espacios tanto para pacientes contagiados como para los que no. “No deseamos que Bogotá enfrente lo vivido en otras ciudades del mundo, en las que se tomaron decisiones de vida aun en los hogares de los pacientes”, indicaron.
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Por su parte, el secretario de Salud, Alejandro Gómez, señaló que es un nuevo momento de estrés para el sistema ante el importante crecimiento de casos positivos y que requieren atención hospitalaria. “Este incremento nos ha llevado a tomar decisiones de carácter epidemiológico y social. Es una mezcla de factores, no solo el social, sino que tiene que haber algo que tiene que ver con el comportamiento del virus y los niveles de transmisibilidad que nos está generando esta segunda ola, más alta que la primera y con un incremento más rápido día a día”.
En cuanto a las camas, desde la última semana de diciembre indicó que se han instalado 89 camas UCI, mientras que en estos días se esperan 40 que donará el gobierno de Corea. Asimismo, se han instalado tres hospitales de campaña en Usaquén, Kennedy y Engativá, para evitar el colapso de las urgencias, mientras que se espera que esta semana se instalen más en los lugares donde mayor demanda se presenta.
En total, la ciudad tiene 49.107 casos activos, de los cuales más del 40 % se concentran en las localidades de Suba (6.043), Kennedy (4.925), Engativá (4.229), Usaquén (3.037) y Bosa (2.228).
Con base en estas cifras, hay que recordar que continúa la cuarentena estricta en las localidades de Suba, Engativá y Usaquén, la cual irá hasta el 17 de enero a las 11:59 de la noche. Del mismo modo entran en confinamiento las localidades de Kennedy, Fontibón y Teusaquillo, hasta el 21 de enero a las 11:59 de la noche. Es decir, la mitad de la ciudad, si se tiene en cuenta que las medidas cobijan a cerca de 4 millones de personas.
Durante estas cuarentenas por localidades se impondrán comparendos de $932.000 a quienes se encuentren en la calle sin contar con ninguna excepción, como lo es salir a abastecerse de víveres y medicamentos (esto solo aplica para un representante por núcleo familiar), pasear las mascotas o hacer ejercicio (hasta por una hora al día).
En la ciudad también comenzará a regir un toque de queda, a partir de este martes y hasta el domingo 17 de enero, desde las ocho de la noche y hasta las cuatro de la mañana. También tenga en cuenta que se mantiene la ley seca (que prohíbe el consumo y expendio de bebidas embriagantes en establecimientos públicos), el pico y cédula (hasta el 30 de enero), y el pico y placa se mantiene indefinido.
La preocupación ahora se centra en la llegada de los viajeros. Con el fin de las festividades, alrededor de un millón de personas regresaron a la ciudad y se les ha pedido mantener el aislamiento preventivo de por lo menos ocho días después del regreso. A esto se le suma que esta semana se conocerían las consecuencias de las festividades de fin de año, por lo que a lo largo de la semana, tras la reunión que se realizará hoy con el Gobierno Nacional, se podrían tomar nuevas medidas y restricciones en la ciudad.
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