Tras un proceso judicial que se extendió por casi dos décadas, la autoridad ambiental de Cundinamarca anunció la recuperación de un predio de alto valor ambiental ubicado en la vereda El Verjón Alto, en zona rural de Bogotá, que estuvo ocupado por particulares durante décadas.
El anuncio se dio luego de que el Tribunal de Cundinamarca confirmara la decisión de primera instancia proferida por el Juzgado 45 del Circuito, la cual reconoce a la Corporación Autónoma Regional CAR como única propietaria de dicho terreno de uso público.
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El proceso
El caso inició en 1996, cuando la CAR adquirió este predio mediante compraventa al Departamento de Cundinamarca con fines de conservación, ya que se trata de una zona de páramo y cuenta con una importancia ambiental clave.
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La importancia del terreno recae un su valor ancestral, pues es reconocido como territorio muisca (resguardo Saque), y en su extensión se encuentran varias lagunas sagradas de la comunidad Muisca y el denominado Camino Real Soachí, con un tramo de 1.775 metros dentro del predio.
¿Cuál fue el problema?
Pese a ser propiedad de la corporación, este predio fue ocupado en el año 2005 por un particular bajo el argumento de posesión material como “señor y dueño” señalando que el terreno le perteneció a su familia por varias generaciones. En ese sentido, la reclamación también incluyó varias acciones por parte de los ocupantes y una demanda contra la CAR.
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Tras la acción interpuesta por el particular, la CAR enfocó su defensa judicial en la demanda en reconversión y ganó el proceso reivindicatorio. Para junio de 2024, el Tribunal Superior de Bogotá confirmó la sentencia de primera instancia, por lo cual el pasado mes de julio el particular, acatando la orden judicial, inició el proceso de entrega del inmueble.
“La recuperación de este predio representa para la CAR la oportunidad de proteger, restaurar, conservar un área de páramo y honrar su compromiso de promover la gobernanza ambiental del territorio a partir de áreas de alto valor ecosistémico”, indicó Alfred Ballesteros, director general de la entidad.
Así las cosas, finalizado el proceso jurídico, las autoridades anunciaron que pondrán en marcha programas para fomentar la apropiación social de las comunidades aledañas, especialmente en lo que tiene que ver con la educación ambiental pensada desde un enfoque etnocultural. Se busca incentivar la presencia y el estudio de los saberes ancestrales en la cotidianidad, la reconstrucción de tejido social a partir de las tradiciones y el cuidado del territorio y su flora y fauna.
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