Vencimiento de términos, el obstáculo en el caso Michelle Amaya
Uno de los señalados homicidas de la niña de 15 años tendrá audiencia la próxima semana, y en ella su defensa podría solicitar la libertad por vencimiento de términos. A pesar de que otros cinco implicados ya aceptaron cargos y están en prisión, “Pirry” negó su participación.
El último paso para alcanzar justicia en el caso Michelle Amaya parece estar lejos. Tras un año y cuatro meses de su captura, el hombre al que la Fiscalía señala como el autor material de su tortura y posterior crimen, podría quedar en libertad por vencimiento de términos, luego de una aparente demora en el descubrimiento de una pieza clave que lo inculpa en el delito.
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El último paso para alcanzar justicia en el caso Michelle Amaya parece estar lejos. Tras un año y cuatro meses de su captura, el hombre al que la Fiscalía señala como el autor material de su tortura y posterior crimen, podría quedar en libertad por vencimiento de términos, luego de una aparente demora en el descubrimiento de una pieza clave que lo inculpa en el delito.
Se trata de un video, donde quedó registrado su actuar criminal, que, a pesar de estar en poder del ente investigador, no ha sido enviado a la defensa del procesado. Así las cosas, su abogado, actuando en derecho, podría solicitar un aplazamiento en la próxima audiencia, que se llevará a cabo la siguiente semana y, de esta forma, se vencería el plazo para iniciar el juicio.
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Situaciones como estas han hecho que cada día de este proceso sea una tortura para la familia. Por eso Nathalie Amaya, la mamá de Michelle, tuvo que salir de la capital. Sin embargo, no solo fue por bienestar emocional, también por seguridad. Ella recibió amenazas después de haberse internado en el barrio San Bernardo (Santa Fe), haber puesto al descubierto la estructura criminal que asesinó a su hija y de haberles entregado toda la información a las autoridades. Aunque quiso desprenderse de todo recuerdo de ese fatal episodio, hechos como la salida del presunto asesino la siguen atando a Bogotá.
Hoy Nathalie está viajando a la capital, en donde esta semana adelantarán un plantón frente a las instalaciones de la Fiscalía, para hacer un llamado a la diligencia y la premura, porque lo que la preocupa no es tanto que el homicida quede libre, ya que seguirá vinculado al proceso, sino que una vez ponga un pie fuera de prisión desaparezca de la mira de las autoridades.
Víctimas del tiempo
La historia se remonta al 30 de noviembre de 2020, cuando Michelle salió de su vivienda rumbo al centro, para intentar recuperar el celular que le habían robado días atrás. Ella, llena de inocencia e indignación, llegó al barrio San Bernardo, porque le dijeron que allá podría estar el dispositivo. Ese día su familia le perdió el rastro.
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Tras la desaparición, su mamá, en Suba, empezó a sacudir las redes sociales y medios para dar con el paradero de la niña de 15 años sin saber que una banda delictiva, conocida como Tasmania, ya había acabado con su vida, “creyendo que era una informante” que trataba de filtrar la delincuencia.
A pesar de que la joven estaba sin vida y su cuerpo lo habían ocultado bajo los escombros de una parte del barrio, que estaba en demolición, Nathalie no desistió. Llevada por una corazonada, se hizo pasar por habitante de calle para buscarla. “Cambié mi aspecto físico, me envolví en una cobija de una mascota para que tuviera mal olor, trituré carbón para manchar mi cara, entrar a ese lugar y que sintieran que era parte de ese mundo”. Esa fue la rutina, cada noche, por 15 días.
Así descubrió que existía la organización integrada por José Francisco Daza Alarcón, alias Chepe; Wílmar Andrés Daza Alarcón, alias Andrés; Juan Carlos Mendivelso Ibáñez, alias Juan Carlos; Édinson Cervera Guarnizo, alias Pirry; Jakeline Cala Nieves, alias Jakeline, y Lady Johana Guzmán, quien era compañera sentimental del cabecilla de Tazmania. A mediados de diciembre se reportó el hallazgo de un cadáver, en el corazón del barrio. En Medicina Legal informaron que era el cuerpo de una mujer, entre 20 y 25 años, por lo que inicialmente descartaron que fuera la menor desaparecida.
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No dejó de buscar ni en año nuevo
El 8 de enero de 2021, Medicina Legal rectificó el error y confirmó que el cuerpo era el de Michelle, a quien ya habían sepultado como NN, por el alto estado de descomposición. Casi a la par de la inhumación, la Fiscalía y la Policía lograron la captura de todos los integrantes de los Tazmania, y a cinco de ellos les imputaron homicidio agravado, tortura agravada, concierto para delinquir, hurto calificado y tráfico de estupefacientes. A Lady Johanna Guzmán la judicializaron solo por tráfico de drogas.
En la audiencia, cinco de los implicados aceptaron cargos. El único que se declaró inocente fue Édinson Cervera Guarnizo, alias Pirry, el mismo que la próxima semana podría quedar libre. Según el abogado Giovanni Cortés, quien ha estado acompañando a Nathalie en el proceso judicial, el juicio está enfrentando demoras, que él ha calificado como aparentes negligencias. No se ha avanzado en el juicio, debido a que la Fiscalía no descubrió una prueba contra alias Pirry.
La evidencia, como no ha llegado a manos del defensor, lo retrasa todo. La razón: una vez la reciba, actuando en derecho, el abogado la tendrá que estudiar, y mientras eso ocurre se cumplirían los plazos que da la ley para iniciar el juicio. Si se incumple, es cuando se configura el vencimiento de términos y se puede pedir la libertad.
No obstante, según explica el abogado de la familia Amaya, es clave aclarar que la solicitud de libertad la debe valorar una juez de garantías, quien tendrá dos caminos a considerar: “El primero (como lo creemos) es ver que detrás del caso hay un grupo delictivo organizado, al que Pirry pertenecía. En ese caso, y al no ser un caso individual, el plazo para llevarlo a juicio es de 500 días y no estarían vencidos. El segundo, si, por el contrario, considera que el caso de alias Pirry es individual, que será la estrategia de su defensor, el término sería de 240 días (por ser un caso de tortura) y ya estarían vencidos”, señaló el penalista.
Pero esto no sería novedad. El caso, como todos los procesos judiciales, ha tenido retrasos. La audiencia de acusación la aplazaron el 24 de mayo de 2021, porque no llegó el defensor, y el 9 de septiembre de 2021, porque el titular del juzgado se enfermó. Desde entonces, el problema ha sido la audiencia preparatoria: el 14 de diciembre de 2021, se aplazó por incapacidad de la defensa; el 15 de febrero de 2022, porque en la URI de Puente Aranda no hubo internet para que asistiera el indiciado, y el 18 de abril de 2022, por pedido de la Fiscalía. La nueva fecha es el 17 de mayo.
Si bien no hay certeza de que el acusado quede en libertad por vencimiento de términos, sí existe cierto sinsabor en la mamá de Michelle, porque le es difícil asimilar que, al responsable de su dolor, después de casi año y medio y pese a sus antecedentes delincuenciales a cuestas, no le haya caído el peso de la ley.