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En la madrugada de este miércoles, 10 de diciembre, se registró un fuerte sismo en el oriente del país, que se sintió, incluso, en la capital colombiana, en Medellín y otras ciudades de la región Andina.
Según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), el sismo se presentó a las 3:27 a.m. y tuvo una magnitud de 5.8. Su epicentro fue el municipio de Los Santos, en Santander, donde suele haber sismos con frecuencia. Su profundidad fue de 150 kilómetros.
#SismosColombiaSGC Evento Sísmico - Boletín Actualizado 1, 2025-12-10, 03:27 hora local Magnitud 5.8, Profundidad 150 km, Los Santos - Santander, Colombia ¿Sintió este sismo? repórtelo https://t.co/pgC7OC2O7j https://t.co/63pt8nVsSe #NoticiaEnDesarrollo #Temblor pic.twitter.com/u276xaR8P9
— Servicio Geológico Colombiano (@sgcol) December 10, 2025
Por el momento, no se ha registrado ninguna víctima ni daños materiales. Los Bomberos de Bogotá, por ejemplo, informaron, a través de su cuenta de X, que, por ahora, no se presenta ninguna novedad en la capital colombiana.
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La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastres también señaló que "desde la Sala de Crisis Nacional de la se realiza un barrido con las autoridades departamentales y municipales para verificar posibles afectaciones. No se presentan novedades".
¿Por qué tiembla tanto en Los Santos?
Como hemos explicado en otras oportunidades, es clave que el país construya una cultura de lo que implica vivir en una zona sísmicamente activa. Ante la imposibilidad de predecir si va a ocurrir un sismo en determinado lugar, lo clave, nos explicaba hace un par de años Julio Fierro, director del SGC, que debe hacer el país es entender que “estamos en una zona sísmicamente activa(...) Hay que construir memoria y una cultura de lo que implica vivir en una zona sísmicamente activa”, como ya existe en otros países como México, Chile o Japón.
Según el SGC, el país es sísmicamente activo debido a su configuración geológica y tectónica. Hay diferentes placas que están en contacto (Nazca, Sudamérica y Caribe), y esto hace que se generen sismos en la mayor parte del territorio.
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Sin embargo, ha explicado la entidad, “la mayoría de la actividad sísmica se concentra en la zona del Pacífico, debido a la subducción de la placa de Nazca debajo de la placa Sudamericana, lo que da lugar a la formación de la fosa submarina en el Pacífico y a la cadena volcánica de los Andes; la zona en la que la placa Caribe se subduce debajo de la placa Sudamericana; y la zona conocida como el Nido Sísmico de Bucaramanga”.
Los Santos, donde se presentó el sismo de este 10 de diciembre, es el sitio donde ocurre el 60% de los estos eventos de Colombia. ¿Por qué? De acuerdo con el SCG, cerca a Los Santos está el llamado “Nido Sísmico de Bucaramanga”, una “región en donde se puede observar una concentración inusual de actividad sísmica de manera más o menos continua”. De hecho, en el mundo, únicamente existen tres: el de Bucaramanga, el de Vrancea (Romania) y el de Hindu-Kush (Afganistán).
Se estima que, en promedio, en el país puede haber 2.500 sismos al mes. De hecho, en los 30 años que la Red Sismológica Nacional lleva monitoreando la actividad sísmica en el país, en total se han registrado casi 300.000 eventos de este tipo.
¿Es posible predecir un sismo?
No es posible predecir un sismo con antelación. Aunque la ciencia ha avanzado en la comprensión del movimiento de las placas tectónicas y en la identificación de zonas de alto riesgo sísmico, no existe una herramienta capaz de anticipar con certeza el momento, el lugar exacto y la magnitud de un terremoto. Los procesos que desencadenan un sismo son complejos y dependen de múltiples factores que varían incluso dentro de una misma región geológica.
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Las herramientas en los celulares, que parecen avisarle segundos antes de un sismo, funcionan gracias a sistemas de alerta temprana, que no predicen el sismo, pero detectan sus primeras señales en tiempo real. Lo que hacen es identificar las ondas sísmicas iniciales (llamadas ondas P), que viajan más rápido y suelen ser menos destructivas, y envían una alerta antes de que lleguen las ondas más fuertes (ondas S), que son las que realmente sacuden el suelo.
Estos sistemas solo funcionan si hay una red de sensores cercana al epicentro y si el epicentro está lo suficientemente lejos del lugar donde se recibe la alerta, permitiendo ganar unos segundos valiosos.
Países como México, Japón o Estados Unidos han desarrollado redes avanzadas que permiten enviar estas notificaciones a través de aplicaciones móviles o sistemas integrados en el teléfono. En algunos casos, esos segundos permiten a las personas protegerse, detener trenes, cerrar válvulas de gas o activar protocolos de emergencia.
Así que sí, funcionan, pero no como una predicción. Son una alerta reactiva en tiempo real, que depende del lugar donde ocurre el sismo, la distancia al epicentro y la infraestructura tecnológica disponible.