Negociaciones con el ELN: En el camino de la consolidación

Foro Nacional por Colombia*
27 de septiembre de 2023 - 10:59 p. m.
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Terminó exitosamente en Caracas, el pasado 4 de septiembre, el cuarto ciclo de deliberaciones de las Mesa de Diálogos entre el gobierno nacional y el ELN, treinta días después de iniciado el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese del Fuego Bilateral Nacional Temporal (CFBNT) y de instalado el Comité Nacional de la Participación (CNP).

En este ciclo se acordó fortalecer el trabajo de la Mesa en los territorios a través de acciones y dinámicas humanitarias en aquellas zonas que identificaron como críticas debido a la grave situación humanitaria. Estás zonas son: el Alto Calima y el Bajo San Juan en el andén del Pacífico; el Nordeste antioqueño, el Bajo Cauca y el Sur de Bolívar en el interior del país. Se trata, con las acciones humanitarias, de “salvaguardar la vida de las personas, pueblos y comunidades” afectadas por el conflicto armado y crear condiciones que favorezcan su participación en la construcción de paz y en la definición de programas de desarrollo para transformar sus condiciones de vida, participar en el ejercicio de la veeduría social del CFBNT, generar condiciones para la restitución de sus derechos y la reconstrucción del tejido social y, por último, la creación de condiciones básicas para el pleno ejercicio de sus derechos políticos. La importancia de lo acordado en este ciclo tiene que ver con las especificidades del modelo de negociación de paz adoptado.

Se trata de un modelo donde uno de sus objetivos esenciales se enmarca en la participación activa de la sociedad en la construcción de la paz y en la definición de las propuestas de democracia y transformaciones para la paz son ejes centrales. De hecho, son los tres primeros puntos de la Agenda de Diálogos para la Paz. Puntos que responden a la concepción que el ELN ha planteado desde mediados de los años noventa cuando se decidió a dar el paso de buscarle salidas a la guerra interna mediante la negociación política. Puntos que forman parte de la política de Paz Total del actual gobierno, según la cual su construcción es tarea de todas y de todos mediante diálogos sociales incluyentes orientados a transformar las condiciones de existencia mediante la superación de los déficits de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, tal como quedó consignado en la Ley 2272 de 2022, conocida como Ley de Paz Total. Así concebida la paz no se agota en la cuestión del fin de las violencias armadas, tiene que ver también y fundamentalmente con la creación de condiciones que garanticen la vida digna para la población. Esta convergencia en las concepciones de paz y de las vías para alcanzarla, de ser bien trabajadas, como hasta ahora lo han sido, han creado condiciones de favorabilidad para avanzar en la consolidación de este proceso.

Recordemos que la Agenda de Diálogos para la Paz fue concertada entre el gobierno de Santos y el ELN. A partir de marzo de 2016 la Mesa de Diálogo para la Paz desarrolló valiosas experiencias de participación de la sociedad y logró la declaratoria unilateral por parte del ELN de un cese del fuego por cien días. Desacuerdos entre las partes llevaron a suspender las negociaciones a la espera de que el nuevo gobierno las retomara. El gobierno de Duque no lo hizo, por el contrario, dio por terminadas las negociaciones a raíz del atentado del ELN en la Escuela de Cadetes de la Policía en enero de 2019.

En el gobierno de Petro se restableció la Mesa de Diálogos, noviembre de 2022, y las partes acordaron retomar lo ya avanzado en el gobierno de Santos. Pero, las condiciones habían cambiado, las partes reconocieron esos cambios y plantearon, en el Acuerdo No. 6 de México, marzo 10 de 2023, que el proceso de paz se daba ahora en condiciones de una profunda crisis estructural, fuerte incidencia de las mafias del narcotráfico y de la corrupción política, así como la existencia de un modelo de desarrollo que exige cambios en un contexto de crisis global multidimensional que amenaza la vida en el planeta.

Así las cosas, la participación de la sociedad en la construcción de la paz debe ser el escenario de alianzas sociales y políticas que contribuyan a formar un gran acuerdo nacional, en torno a la identificación de los problemas fundamentales del país y la formulación de propuestas para las transformaciones para la paz, esto es, cambios en el modelo de desarrollo para superar las causas generadoras del conflicto político, social, ambiental y armado. Se trata de un ejercicio de movilización en torno a la planeación, decisión e implementación de los acuerdos en las regiones y en la nación, en la que participen las poblaciones históricamente excluidas. La Mesa además estableció que los acuerdos parciales son de aplicación inmediata, lo que allana el camino para desarrollar acciones transformadoras para la paz en los territorios en medio del avance de las negociaciones. Una diferencia relevante con lo acordado en las negociaciones con las FARC-EP según lo cual nada estaba acordado hasta que todo estuviera acordado.

Con base en esta Nueva Agenda, las partes lograron dos acuerdos que constituyen un salto adelante sin precedentes en las negociaciones de paz con el ELN. De un lado, el Cese del Fuego Bilateral Nacional y temporal (CFBNT) por 180 días, acompañado de un robusto Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV), integrado por Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal. Además, se abrió el espacio para el desarrollo de veedurías sociales, esto es, desarrolladas por la población. Así se espera fortalecer las condiciones para la amplia participación de la sociedad en la construcción de la paz. De otro lado, la creación y organización del Comité Nacional de la Participación (CNP) del que forman parte 80 personas representantes de treinta (30) movimientos, pueblos étnicos, organizaciones, gremios e instituciones. Su tarea es diseñar los mecanismos y la ruta metodológica para garantizar la participación de la sociedad en la construcción de la paz. El Comité fue instalado el 3 de agosto en un acto multitudinario en la ciudad de Bogotá en el que participaron más de tres mil personas de todas las regiones del país.

Las negociaciones se están consolidando, los avances sorprenden por la naturaleza de los acuerdos en medio de un contexto político extremadamente complejo. Estamos ante un posible laboratorio de participación de la sociedad que, de ser exitoso como esperamos, puede abrir nuevas avenidas para el fortalecimiento de la democracia de participación en el país. Hay que rodear este proceso y ganarle apoyo ciudadano. De los enemigos y obstáculos que conspiran contra su consolidación nos ocuparemos en otra oportunidad.

*Foro Nacional por Colombia es un Organismo Civil no Gubernamental sin ánimo de lucro, creado en 1982, cuyos objetivos son contribuir al fortalecimiento de la democracia en Colombia. Desarrolla actividades de investigación, intervención social, divulgación y deliberación pública, asesoría e incidencia en campos como el fortalecimiento de organizaciones, redes y movimientos sociales, la participación ciudadana y política, la descentralización y la gestión pública, los derechos humanos, el conflicto, la paz y las relaciones de género en la perspectiva de una democracia incluyente y efectiva. Foro es una entidad descentralizada con sede en Bogotá y con tres capítulos regionales en Bogotá (Foro Región Central), Barranquilla (Foro Costa Atlántica) y Cali (Foro Suroccidente).

Por Foro Nacional por Colombia*

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alvaro(18137)28 de septiembre de 2023 - 04:47 p. m.
Excelente. Gracias
Julio(83619)28 de septiembre de 2023 - 11:11 a. m.
A crear confianzas
Norma(12580)28 de septiembre de 2023 - 03:44 a. m.
Muy buen informe. Gracias
Edgar(40706)27 de septiembre de 2023 - 11:48 p. m.
Lo comparto totalmente.
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