Catatumbo: ataques entre ELN y disidencia rompen la tregua y afectan mesas de paz

Al menos 10 personas muertas entre, ellas siete firmantes de paz, una pareja y un bebé de nueve meses, y combates entre los grupos armados podrían tener repercusiones en dos tableros de negociación de la paz total de Petro. El presidente se movilizará a esa región de Norte de Santander. Se espera pronunciamiento de la delegación del Gobierno en proceso con el ELN.

Cindy A. Morales Castillo
17 de enero de 2025 - 10:50 a. m.
Los recientes ataques en Catatumbo han dejado hasta el momento ocho personas muertas. Ejército dice que  hay enfrentamientos entre el ELN y la disidencia que comanda Calarcá Córdoba.
Los recientes ataques en Catatumbo han dejado hasta el momento ocho personas muertas. Ejército dice que hay enfrentamientos entre el ELN y la disidencia que comanda Calarcá Córdoba.
Foto: Víctor de Currea-Lugo
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La intensidad de la violencia en Catatumbo en los últimos dos días complejiza el panorama en esa región, que desde hace meses viene dando muestras de una guerra que se vive de a poco y en silencio.

Pero además, los enfrentamientos entre grupos armados -algo infrecuente en una región que tácitamente ha tenido una tregua entre las estructuras presentes en la región-, también tiene repercusiones en al menos dos tableros de negociación del Gobierno Petro: el del ELN y el que lleva con la disidencia Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF) que comanda Calarcá Córdoba.

De hecho, a las 7:30 a.m. se programó declaraciones de la delegación del Gobierno en el proceso con el ELN.

El saldo de las últimas 72 horas deja al menos 10 personas muertas, tres de ellas -incluido un bebé de nueve meses- en una masacre ocurrida el miércoles en el municipio de Tibú en la que la familia fue atacada por hombres que se movilizaban en moto. El jueves, cuatro excombatientes de las FARC fueron asesinados, en lo que se ha considerado la jornada más cruenta contra firmante del Acuerdo de Paz de 2016. En las últimas horas se conoció de otros tres excombatientes muertos. La otra víctima es el compareciente ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Jhon Carlos Carvajalino Quintero.

También hay amenazas contra José del Carmen Abril, líder campesino del Catatumbo, y el alcalde del municipio de El Carmen, José Contreras, tuvo que salir de la región. Los hechos llevaron al Gobierno a trasladarse a la región, según anunció el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien rechazó los hechos.

Lamentablemente entre las víctimas se encuentran varios firmantes del acuerdo de paz con las FARC. Es inaceptable que quienes están sentados en mesas de negociaciones con el gobierno asesinen a aquellos que se reincorporaron a la sociedad”, dijo en su cuenta de X (antes Twitter).

Al menos desde septiembre la población y alertas de varias entidades, como la Defensoría del Pueblo, venía advirtiendo del avivamiento del conflicto tras varios ataques, especialmente de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra la fuerza pública, presencia de explosivos y confinamientos.

La escalada de violencias en varias regiones y esta puntual de Catatumbo hace parte de la estrategia de varios grupos armados en mesas de diálogo que quieren hacerse al control territorial bien sea como una maniobra para tener más peso dentro del proceso de paz o para reforzar sus poderes en las regiones.

Las fragmentaciones que han experimentado los grupos armados, incluso algunos en diálogos con el Gobierno de Petro han mostrado que conlleva a un aumento de estas confrontaciones en un intento por justamente obtener más capital de negociación.

“A pesar de las múltiples advertencias el Gobierno no logró anticipar y prevenir la nueva guerra del Catatumbo que en sus primeros días le ha costado la vida a firmantes de paz y lideres sociales además de provocar una gran incertidumbre en los habitantes de esta región”, explicó el profesor y analista Luis Fernando Trejos.

Además: Lo que hay detrás del aumento de ataques del ELN antes de reunión con Gobierno

En una extensa carta, varios alcaldes de la región le pidieron al presidente Petro un corredor humanitario, pero también gestionar acuerdo de desescalamiento de la confrontación armada entre ELN y disidencias de las FARC.

“Señor Presidente, solicitamos convocar de manera urgente a las delegaciones de las mesas de diálogo con el ELN y las disidencias de las FARC, para que construyan un acuerdo de mínimos humanitarios y lograr así el desescalamiento de la confrontación armada que excluya a la población civil, como condición para mantener las mesas de diálogo entre el gobierno nacional y los actores armados en confrontación”, afirmaron.

¿Qué pasará con el proceso con el ELN y de la disidencia de Calarcá?

Señalamientos apuntan a que, gran parte de los ataques han sido perpetrados por el ELN. La misma delegación del Gobierno en el proceso con esa guerrilla afirmó el jueves en un comunicado que, ante los cruentos ataques del ELN, le exigía “cesar de manera inmediata estas acciones y acabar con los enfrentamientos con las disidencias y respetar a la población civil”, señalaron.

Pese a ese comunicado, el presidente Gustavo Petro dijo en su cuenta de X que la delegación del Gobierno en el proceso con el ELN hará un nuevo pronunciamiento este viernes.

Es que estos hechos ponen más obstáculos en los intentos del Gobierno por reanudar el proceso de paz con el ELN, suspendido desde el pasado 18 de septiembre por el cruento ataque de esa guerrilla a una base militar en Arauca.

A los ataques en Catatumbo y los enfrentamientos con la disidencia de Calarcá se suman la denuncia del comisionado de paz, Otty Patiño, que afirmó en una dura carta dada a conocer el miércoles que el ELN tenía un plan para asesinar a Álvaro Jiménez, su principal asesor y actual negociador del Gobierno en los diálogos con el Clan del Golfo.

En contexto: ELN niega plan para asesinar a mano derecha de Otty Patiño: Delegación de Gobierno

Todo este panorama se da apenas unos días de la reunión extraordinaria que tenía el Gobierno con esa guerrilla par, justamente, intentar descongelar el proceso. Así las cosas, el pronunciamiento de la delegación puede ser que el diálogo se termina del todo o que este nuevo intento de reanudación queda frenado.

El coletazo de esa seguidilla de ataques también toca a la mesa que el Gobierno lleva con la disidencia Estado Mayor de Bloques y Frente. Información de la Segunda División del Ejército indica que hay enfrentamiento entre el ELN y esa disidencia de la extinta guerrilla de las FARC en los corregimientos de San Pablo y El Aserrío (Teorama).

Sin embargo, Andrey Avendaño, comandante del Frente 33 que opera en la región y miembro del equipo negociador de la disidencia, afirmó que ese grupo armado no ha respondido a los ataques y señaló al ELN de ser el único responsable.

“Lamentamos informarle al pueblo del Catatumbo que el ELN ha tomado la decisión de atacar a todas nuestras unidades. Han matado civiles, gente desarmada. Han querido sacar a familiares de los guerrilleros, mujeres, niños, gente que está totalmente indefensa. Esto es una situación urgente que no queremos para la región del Catatumbo”, explicó en un audio.

Y agregó: “Nosotros no hemos respondido, la respuesta de las FARC hasta el momento sigue en espera. Nnosotros consideramos que el problema del Catatumbo no se resuelve a tiros, el problema del Catatumbo se resuelve hablando, se resuelve resolviendo las cosas de manera pacífica, que nos entendamos, que nos entendamos como catatumberos, que comprendamos de que una confrontación, que el derramamiento de sangre no beneficia a nadie excepto a los amantes de la guerra”.

Camilo González Posso, dijo en un video que la situación que atraviesa actualmente el Catatumbo responde a una ofensiva coordinada del ELN.

“Es una acción en contra del proceso de paz, en contra de los delegados del Bloque Gentil Duarte de la mesa de conversaciones y de amenaza a la gente que está participando del proceso, buscando transformaciones territoriales. Es un atentado a la paz, es parte de una operación geoestratégica, algo que va mucho más allá de disputas puntuales por el control territorial. Forma parte de una estrategia de frontera, economías, pero también posicionamiento que creo que tiene mucho más de largo y de hondo”, dijo.

En el caso de este proceso, una de las consecuencias más graves es que se frenen todas las acciones de transformación territorial que se querían llevar a cabo en Catatumbo. No solo los que se adelantaban en el marco de la de mesa de diálogo, sino el que también adelantaba el Ministerio del Interior como parte de su plan de choque para acelerar la implementación del Acuerdo de Paz.

¿Por qué las confrontaciones en Catatumbo?

La Fundación Paz y Reconciliación, Pares, una de las organizaciones que más ha hecho seguimiento a la situación de Catatumbo, explica que la región tiene una posición estratégica apetecida desde antaño por los grupos armados ilegales, desde guerrillas hasta estructuras paramilitares que se han enfrentado sin tregua para hacerse con su control.

“La confrontación se convertiría en pesadilla a partir de 1999. En ese año las AUC, con Mancuso a la cabeza, decidieron quitarle este territorio a las FARC y al ELN. Con matanzas como la de La Gabarra y Tibú dejaron claro que su estrategia era el terror. A las masacres se sumaban otros símbolos del horror paramilitar en la frontera, como sucedió con los hornos crematorios de Juan Frio en donde Jorge Iván Laverde, alias el Iguano, incineró a más de trescientas personas en estos trapiches transformados en hornos”, dice uno de sus análisis.

Su ubicación, cercana a Venezuela, es neurálgica para el tráfico de armas y de drogas. No en vano, según el informe de la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito de 2024, Catatumbo sigue siendo una de las zonas donde más se concentra los cultivos de uso ilícito con más de 30 mil hectáreas.

Otro factor, sin duda, es la reciente posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Los vínculos entre las guerrillas colombianas y el chavismo han generado suspicacias sobre la verdadera naturaleza de la influencia venezolana en los procesos de paz.

Durante años, se han denunciado presuntos vínculos entre el régimen venezolano y el grupo guerrillero, incluyendo acusaciones de colaboración en actividades de contrabando y tráfico de drogas.

El futuro de las negociaciones entre el Gobierno colombiano y los actores armados enfrenta un punto de inflexión crític. Los recientes enfrentamientos en Catatumbo entre el ELN y la disidencia comandada por Calarcá Córdoba no solo han fracturado una tregua tácita, sino que han evidenciado la complejidad de alcanzar acuerdos en medio de disputas territoriales y agendas estratégicas divergentes.

Más allá de los pronunciamientos de condena y las demandas de cese al fuego, será clave que el Gobierno implemente medidas concretas para salvaguardar los avances logrados y garantizar la seguridad de las comunidades afectadas. Solo un enfoque coordinado, que privilegie el diálogo, permita ajustes en las mesas de negociación y fomente transformaciones territoriales sostenibles, podrá mantener viva la esperanza de una paz duradera.

✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.

Cindy A. Morales Castillo

Por Cindy A. Morales Castillo

Periodista con posgrado en Estudios Internacionales. Actualmente es la editora de Colombia+20 de El Espectador y docente de Narrativas Digitales de la Universidad Javeriana.@cinmoralejacmorales@elespectador.com

Temas recomendados:

 

felix(32221)18 de enero de 2025 - 04:00 a. m.
Cual paz
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar