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Violencia en el Catatumbo: cuatro muertos en enfrentamientos del ELN y disidencias

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) confirmó que fueron asesinados civiles, comparecientes y firmantes del Acuerdo de Paz en enfrentamientos armados. Durante todo el día hubo combates en al menos cuatro municipios de la región del Catatumbo entre disidencias de las Farc y el ELN. Los hechos violentos de las últimas 24 horas dejan al menos ocho personas muertas.

17 de enero de 2025 - 02:59 a. m.
Enfrentamientos entre disidencias de las Farc y ELN en el Catatumbo dejan al menos cuatro personas muertas.
Enfrentamientos entre disidencias de las Farc y ELN en el Catatumbo dejan al menos cuatro personas muertas.
Foto: Ejército Nacional
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Se agudiza la situación de violencia en la región del Catatumbo. Durante este jueves 16 de enero los combates entre disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dejaron al menos cuatro personas muertas. Los enfrentamientos se concentraron en los municipios de Teorama, Convención, Tibú y La Gabarra (Norte de Santander).

En los hechos violentos fueron asesinadas al menos cuatro personas, entre ellas civiles y firmantes del Acuerdo de Paz entre el gobierno y la guerrilla de las Farc. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) confirmó que fue asesinado el compareciente ante esa jurisdicción, Jhan Carlos Carvajalino Quintero, y los firmantes del Acuerdo, Yurgen Martínez Delgado, Albeiro Díaz Franco y Pedro Rodríguez Mejía.

Para la JEP, este hecho “representa un golpe a la implementación del Acuerdo Final y a la paz que los colombianos anhelan. La Jurisdicción reitera la necesidad de ofrecer protección integral para garantizar la seguridad y el bienestar de quienes dejaron las armas y siguen cumpliendo lo pactado en La Habana”.

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Las primeras pesquisas sobre los asesinatos de los firmantes de paz dan cuenta de que habrían sido integrantes del ELN quienes los obligaron a salir de sus casas y luego fueron ejecutados. Algunas versiones hablan de una quinta víctima, cuya identidad aún no se conoce, que habría muerto en medio del fuego cruzado.

También en la noche de este jueves el Ejército confirmó que fue necesario trasladar en un helicóptero hacia la ciudad de Cúcuta a dos civiles y otros dos firmantes del acuerdo de paz “quienes fueron amenazados por uno de los grupos armados organizados que delinque en esa zona de la región del Catatumbo”, señaló la institución.

Una fuente reservada de las Fuerzas Militares le dijo a El Espectador que, además de las evacuaciones de personas de la zona, hay militares heridos en el batallón de La Gabarra. El 17 de enero habrá una visita de la cúpula militar al Catatumbo, donde harán un consejo de seguridad y adelantarán las gestiones necesarias para recuperar el orden público.

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Enfrentamientos constantes

Según la información que se conoce, en los corregimientos de San Pablo y El Aserrío (Teorama) los habitantes alertaron sobre detonaciones de explosivos y armas de largo alcance durante toda la mañana de este jueves. En imágenes que circularon en redes sociales se ve cómo los docentes y estudiantes de las escuelas rurales se tuvieron que resguardar debajo de los pupitres, pues los centros educativos también quedaron en medio del combate.

Ante la situación, la Segunda División del Ejército Nacional informó que ya estaba haciendo presencia en la zona para garantizar la seguridad de las poblaciones. Esto, pese a las dificultades de acceso, por ser zona de disputa de distintos grupos armados y delincuenciales.

“Estos hechos terroristas son una flagrante violación a los derechos humanos e infringen el derecho internacional por parte de los grupos armados organizados que atentan contra la vida e integridad de la población civil, incluyendo niños, niñas, y adolescentes”, informaron desde la institución.

Reacciones a la escalada violenta

La crisis de seguridad y orden público en el Catatumbo suscitó pronunciamientos de las autoridades del orden regional y nacional. Desde la Delegación de Paz del Gobierno emitieron un comunicado en el que rechazaron los combates, así como el asesinato de cuatro firmantes de paz hoy.

“La delegación del gobierno nacional en la Mesa de Diálogos de Paz con el Estado Mayor de los Bloques Jorge Suárez Briceño, Gentil Duarte y el frente Raúl Reyes de las FARC-EP, rechaza las acciones violentas y coordinadas del ELN contra la población civil, los firmantes de paz de la región del Catatumbo y los delegados del Estado Mayor del bloque Gentil Duarte en la Mesa de negociaciones de paz”, señaló el organismo en el comunicado.

El presidente Gustavo Petro también se pronunció. A través de una publicación en su cuenta de X dijo que los grupos armados y su acción criminal “han ensangrentado el Catatumbo”.

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A su reacción se sumó la del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien dijo que “el ELN y las disidencias solo generan muerte, dolor y víctimas en una población que sueña con vivir en paz y dejar atrás de una vez por todas la violencia”.

Rodrigo Londoño, presidente del Partido Comunes, y el senador Iván Cepeda, se sumaron a las voces de rechazo a los ataques. “Exijo a los grupos armados detener la confrontación. La historia no perdonará las atrocidades que cometan contra la población civil y los firmantes de paz”, dijo Londoño.

La Defensoría del Pueblo alertó que el enfrentamiento constante entre disidencias de las Farc y ELN “ha generado una grave vulneración de derechos humanos en los municipios de esta zona del país”. Desde la entidad agregaron que las consecuencias podrían empeorar: “se prevé un desplazamiento masivo de comunidades enteras, lo que agudiza la crisis humanitaria en esta región”.

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Baño de sangre

Los combates entre grupos armados no son el único hecho de orden público reciente en Norte de Santander. Sobre las 9 de la noche del pasado 15 de enero, tres integrantes de una misma familia fueron masacrados en la vía que de Tibú conduce a la ciudad de Cúcuta.

Las víctimas fueron identificadas como Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y Miguel Herney López Durán, un bebé de solo nueve meses de nacido, hijo de la pareja. El segundo hijo de los adultos asesinados, un menor de diez años, logró salir ileso del ataque.

La familia se movilizaba en un vehículo de la Funeraria San Miguel, de la cual eran propietarios, cuando fueron atacados de frente por hombres armados. El hecho causó repudio de la comunidad y el rechazo nacional. Incluso el presidente Gustavo Petro se pronunció al respecto y calificó la noticia como lamentable.

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Esta fue la segunda masacre de 2025 en el país. La primera ocurrió el pasado 12 de enero, en el Bulevar de Oriente, en Cali (Valle del Cauca). Allí, tres personas fueron asesinadas por hombres armados en lo que, según se conoce hasta el momento, sería un ajuste de cuentas.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

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