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Las obras son muestra del progreso de una región. Y eso lo sabe bien el Instituto de Caminos y Construcciones de Cundinamarca (ICCU) que, bajo el liderazgo del gobernador Jorge Rey, en los últimos años pisó el acelerador para llevar desarrollo a las diferentes provincias del departamento. Hoy, con 716 frentes de obras de infraestructura vial y 661 de infraestructura vertical, la entidad tiene en marcha inversiones que ascienden a $1,5 billones, que beneficiarán a todos los cundinamarqueses.
Sin duda, uno de los mayores retos es mejorar y mantener en óptimas condiciones la red vial departamental y, de esta manera, facilitar la movilidad en la región. Para lograrlo, actualmente el instituto interviene 2.933 kilómetros de la amplia red secundaria y 15.537 kilómetros de vías terciarias, esto último gracias a un esfuerzo mancomunado entre la Nación (que interviene 2.161 km), el departamento (3.052 km) y los municipios (10.323 km), que apuntan a mejorar los caminos para que miles de campesinos puedan sacar sus cosechas sin tantas dificultades.
En la red secundaria, la apuesta ha sido importante. A la fecha, se han destinado $546.860 millones en más de 50 proyectos viales, de los cuales 13, en los que se invirtieron $113.704 millones, se encuentran en ejecución; tres, para los que destinaron $35.195 millones, están listos para firmar acta de inicio, y otros 14, valorados en $269.055 millones, se encuentran en proceso de adjudicación. A estos se suman 11 que están en etapa de estudios y diseños ($12.424 millones), y 13 en etapa de estructuración ($213.000 millones).
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Entre las obras que están en marcha se destaca la intervención del corredor Guasca - Ubalá, de la troncal del Guavio (9 km); la Troncal del Tequendama (16 km); la vía de Zipaquirá (Paso Ancho) a la inspección de Briceño (2,2 km); un tramo del corredor Subachoque - Vereda Puente Piedra (6,3 km), y casi un kilómetro en la vía Ubaté - Lenguazaque.
De las que están próximas a adjudicar están el mejoramiento de la vía Zipaquirá – Pacho – La Palma (4,8 km); Boquerón - Pandi - Venecia (8 km); Shell (Fusagasugá) - Arbeláez - San Bernardo (7,1 km); la variante a Cota (4.8 km); Villeta - Útica (4,5 km), y Mámbita - Mámbita 2 - Soya - San Pedro de Jagua, en Ubalá (3 km).
En estructuración están las vías Troncal del Turismo; Tibacuy – Silvania; Sibaté – Chuzaca; Cucunubá – Ubaté, Une – Caraza; Manta – Berlín; Tenjo - La Punta; los accesos al municipio de San Francisco; Supatá – Pacho; San Juan - La Mesa; Cáqueza – Placitas; La Calera – Márquez, y Guachetá - La Balsa.
Más caminos
Pero para llegar más lejos, el instituto también desarrolla obras a través del proyecto “Caminos para Quedarse”, con el cual se intervendrán alrededor de 5.000 kilómetros de vías rurales, especialmente aquellas vías con vocación “turística y productiva, para fomentar el desarrollo y fortalecer la competitividad”, explica el ICCU. De momento, ya se desarrolló la primera etapa, en la que se intervinieron 527 kilómetros de vías terciarias, con una inversión cercana a los $145.000 millones, beneficiando a 44 municipios.
Para llevar a buen puerto esta iniciativa, se contará con cooperación internacional. “Se firmó con el Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe (CAF) un acuerdo de entendimiento por US$350.000 para promover proyectos y acciones conjuntas, en un plan piloto de 1.500 km de vías priorizadas a través del Fondo, incluyendo alternativas de intervención y elaboración de la guía técnica para las vías rurales de Cundinamarca”, agrega el ICCU.
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Pero ningún esfuerzo es suficiente si no se logra mantener las obras y las vías en buen estado. Por esta razón, otra de las apuestas de la administración fue crear la Unidad de Mantenimiento Vial y la adquisición de equipos para atender los corredores viales, con maquinaria como motoniveladoras, retroexcavadoras, excavadoras, vibrocompactadores, minicargadores, volquetas, carrotanques, remolques, autohormigoneras, fresadoras, rodillos vibratorios Tándem y pavimentadoras.
En total se han adquirido 81 equipos, de los cuales 50 fueron en cofinanciación con 35 municipios (lo que representó una inversión de casi $60.000 millones) y otros 31 gracias a la inversión de la Gobernación. Hoy el departamento cuenta con 134 equipos de maquinaria amarilla operando en todo el territorio a través de la estrategia “Banco de Horas”, que consiste en prestarles los equipos a los municipios que lo requieran. Este método ha permitido mantener en promedio 65 frentes de obras activos mensuales entre 2024 y 2025. Ha beneficiado a casi 85 municipios, en los que se han intervenido 2.886 kilómetros.
Todo esto sin contar la atención de las emergencias viales que se han registrado en Cundinamarca desde que asumió la actual administración. En total, han sido 112 eventos, que han representado una inversión de casi $26.400 millones entre obras e interventoría en más de 42 municipios, entre ellos, Sopó, Quetame, Nilo, Ricaurte, Chipaque, Ubaque, Apulo, Viotá, Medina, Gutiérrez, Caparrapí, San Bernardo, Ubalá, Zipaquirá, Pacho, La Palma, La Peña, El Peñón, Pandi, Fómeque, Villeta, Nimaima, Fusagasugá, Venecia, Tibacuy, Manta, Silvania y San Bernardo.
Finalmente, mientras el ICCU y el Banco Mundial avanzan en la estructuración de un nuevo proyecto de concesión que permita operar y mejorar el corredor Chía - Mosquera - La Mesa - Girardot, la administración trabaja en mantener en óptimo estado todas las vías no concesionadas del departamento, en las cuales no solo ha hecho inversiones por $12.000 millones para la operación y mantenimiento de las casetas de peajes, sino para modernizarlas con pago electrónico, el mantenimiento rutinario de cinco corredores , y en garantizar la atención y seguridad con servicios de grúa, bomberos y ambulancias, tareas en las que se han invertido alrededor de $6.000 millones.
Obras para la gente
Pero no solo invirtiendo en vías llega el progreso a los municipios. La entidad también contempla una serie de obras, denominadas “infraestructura social”, para mejorar la calidad de vida de los cundinamarqueses. Una de las más relevantes es la cicloinfraestructura que se desarrolla en las provincias de Sabana Centro y Sabana de Occidente, donde muchos trabajadores llegan a sus trabajos en bicicleta.
En estas regiones se construirán alrededor de 44 kilómetros de ciclorrutas, con una inversión de $100.380 millones, que conectarán Siberia, Cota, Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá, El Rosal y Tenjo, generando un espacio seguro para los biciusuarios.
A esta iniciativa se suman otras obras en marcha como la construcción del Hospital de Soacha ($156.446 millones); un colegio en Sutatausa ($16.884 millones), el nodo deportivo y de integración familiar de Facatativá ($16.000 millones), el parque Ciudad de los Niños de Sopó ($6.011 millones), el velódromo de Mosquera ($98.500 millones) y el estadio ($60.900 millones). Además, algunos proyectos en estructuración como la Plaza de Mercado de Girardot ($49.000 millones), el Estadio de Atletismo de Chocontá ($12.500 millones), la primera fase del colegio de Tabio ($11.000 millones), la primera fase del colegio de Tibacuy ($7.000 millones), y la Casa de la Mujer de Cajicá ($11.600 millones).
En resumen, el ICCU ha pisado el acelerador, con una particularidad: lo ha hecho con calidad. Al menos es lo que señalan los indicadores que muestran, por ejemplo, cómo en el Índice de Gestión de Proyectos de Regalías del 2024 superó los resultados de 2023 y 2022, y hoy ocupa el cuarto lugar entre 36 entidades similares y supera en 20 puntos el promedio nacional. Además, según el Índice de Gestión y Desempeño de Función Pública, ocupa el segundo lugar entre todas las entidades territoriales y el tercer lugar entre todas las entidades públicas del país. El trabajo y el esfuerzo del Instituto de Caminos y Construcciones de Cundinamarca (ICCU) comienza a verse con obras que, sin duda, mejorarán la vida en el departamento.
*Contenido desarrollado en alianza con la Gobernación de Cundinamarca
