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Más allá de la caída sufrida el hace dos días, Egan Bernal está demostrando un gran nivel en la Tirreno Adriático. Si bien Tadej Pogacar va un ritmo por delante del resto, el colombiano ha mejorado de sus molestias físicas y eso es una garantía de que puede probar, atacar y, por qué no -más adelante- ganar.
Este domingo, en la quinta etapa de la carrera de los dos mares, en la que el esloveno mostró por qué es el ciclista más fuerte del momento, Bernal fue quien reventó el lote en el circuito, el que se atrevió primero y el que puso a los demás a variar la relación y mejorar cadencia para ir a su rueda.
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El desgaste, y más al ser un día de lluvia y de salidas, una tras otra, evitó que el colombiano tuviera con qué responder la arremetida de Pogacar, pero más allá de eso, Bernal mantuvo la calma, el paso y al final ingresó en la quinta casilla perdiendo un minuto y 57 segundos con el esloveno y 2:07 con Mathieu Van der Poel, ganador de la jornada.
A 56 kilómetros para la meta, fue Bernal el que atacó y solo unos pocos, entre ellos Pogacar y Sergio Higuita, pudieron aguantar. Ya después vendría la entrega de Van der Poel y la increíble acometida de Pogacar.
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Así las cosas, Bernal fue el único colombiano sobreviviente en un día de locos en la Tirreno Adriático. Y el premio para su sacrificio y vocación: escalar hasta la cuarta posición de la clasificación general (siete casillas), la misma a la que renunció tras la caída sufrida el viernes pasado.
Ahora, con dos etapas más y con el título de Pogacar más que seguro, Bernal seguirá sumando kilómetros, recuperando sensaciones, dejando en el olvido las dolencias y preparando lo que será su debut en el Giro de Italia.