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Deportes Tolima abrió su camino en los cuadrangulares de la Liga BetPlay 2025-II con un triunfo que, más allá del 1-0, dejó la sensación de un equipo que supo leer el contexto, administrar los momentos y golpear cuando el partido lo pedía. Fortaleza, que venía ilusionado con hacer valer su localía, terminó atrapado entre la lluvia, la falta de claridad en campo contrario y un rival más práctico, más frío y más contundente en la noche bogotana del Metropolitano de Techo.
Desde el arranque se instaló un duelo trabado, condicionado por un césped pesado y una pelota que a ratos se detenía más de la cuenta. Pese a ello, Tolima fue encontrando pequeñas ventajas: primero en la mitad, donde empezó a ganar duelos con paciencia, y luego en la frontal del área, donde surgió la primera alerta seria sobre el arco de Jordan García. Esa acción, un remate de media distancia de Sebastián Guzmán que dejó un rebote suelto, terminó en los pies de Jersson González, quien desperdició una opción inmejorable al definir desviado. Fue el aviso de lo que vendría.
Con el reloj marcando la media hora, el equipo de Lucas González inclinó definitivamente el campo a su favor. Un ataque tejido por la izquierda, iniciado por Juan Moya y prolongado por Junior Hernández, desembocó en una definición de alta factura de Adrián Parra, que cruzó el balón al ángulo para firmar un golazo y el 1-0. El tanto llegó en el mejor momento de los visitantes: con ritmo, circulación rápida y capacidad para encontrar espacio incluso en un terreno cada vez más castigado por la lluvia.
Fortaleza, que había intentado hacer daño desde las bandas, nunca logró sostener asociaciones que le permitieran romper líneas. Se replegó por tramos largos, buscando correr cuando recuperaba, pero sin conexiones limpias en el último cuarto de cancha. La lluvia, cada vez más intensa, terminó de cortar cualquier intento fluido de los bogotanos. Así se cerró un primer tiempo sin dueño absoluto, pero con un Tolima más claro en las áreas, que a fin de cuentas es donde se deciden los partidos.
El complemento arrancó con un local más agresivo, adelantando líneas y obligando a Tolima a jugar más lejos del arco rival. Pero esa apuesta dejó espacios que casi se convierten en el segundo tanto visitante: de nuevo Jersson González sacó un derechazo potente que pasó rozando el travesaño. Fortaleza respondió por su lado con una corrida a pura velocidad de Kelvin Flórez, quien llegó hasta zona de definición, pero terminó mandando su remate a la malla lateral. El duelo entró así en un ida y vuelta intenso, aunque impreciso.
Luego vino el corte más drástico de la noche: una pausa de más de media hora por culpa de la incesante lluvia. Cuando el juego se reanudó sobre el minuto 72, Fortaleza tomó la iniciativa con más convicción, instalándose en campo tolimense y buscando filtrar pases entre centrales. Y estuvo a punto de conseguirlo a los 80’, cuando Ronaldo Pájaro definió tras un buen pase interior. El festejo duró apenas segundos: el asistente levantó la bandera y el VAR confirmó el fuera de juego, anulando el empate.
La recta final fue un asedio controlado. Fortaleza insistió, circuló y probó por bandas y centros, pero se encontró con un Tolima ordenado, con un bloque medio-bajo que supo cerrar espacios y despejar todo lo que cayó en su área. Incluso en la adición, cuando un remate bogotano pasó cerca del palo derecho, la sensación era que el visitante tenía el partido donde quería.
El pitazo final selló una victoria trabajada, de carácter, que deja a Tolima con sus primeros tres puntos en el Grupo y la confianza necesaria para recibir a Atlético Bucaramanga el 22 de noviembre. Fortaleza, mientras tanto, deberá ajustar su funcionamiento ofensivo antes de visitar a Santa Fe en El Campín.
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