Lionel Messi: El máximo ídolo en la historia de Barcelona

Messi y Guardiola, los líderes del mejor Barcelona de la historia.

Foto: Crédito: Archivo El Espectador / EPA

La historia de Lionel Messi y del Barcelona empezó hace más de 20 años, en el 2000, y parecía que nunca se iba a acabar. Por aquel entonces, el rosarino llegó a Cataluña buscando un club que lo permitiera jugar al fútbol y que le pagara un tratamiento para poder crecer, era muy pequeño.

Y el equipo que tomó el riesgo fue el Barça, en una de las decisiones más acertadas en la historia del deporte. ¡Y cómo creció la pulga!

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En el camino Messi se convirtió en leyenda, indiscutible. La máxima perla de La Masía, la escuela de formación del Barcelona, deslumbró muy pronto. Su impacto fue de tal magnitud que en pocos años llevó a los culés a ser el mejor del equipo del mundo. Un reloj que funcionaba tan perfecto que nadie podía pararlo.

Hace menos de una semana, Messi dijo que extrañaba sus mejores épocas del Barcelona, las de Pep Guardiola. Un mensaje de nostalgia que auguraba la ruptura. Y dijo que echaba de menos a Xavi Hernández y a Andrés Iniesta, jugadores con los que tocó la cima como ningún otro jugador lo ha hecho en la historia del fútbol.

Con los años, esa historia de amor entre Messi y el Barcelona se desgastó. No porque el argentino haya dejado de ser leyenda, ni más faltaba, sino porque el manejo del club llevó a la institución al acabose.

La desesperada intención de que el Barcelona girara alrededor de su máximo astro, llevó a que el club desviara su sentido deportivo y económico. Empezó a importar más tener contento al diez, que efectivamente crearle un entorno para que aprovechara los últimos años de su carrera.

Y Messi extrañaba esos primeros años en los que gozaba jugar en el Camp Nou y en los que, al mismo tiempo, nos hacía gozar a nosotros. Estábamos tranquilos porque lo veíamos feliz y porque lo veíamos inalcanzable para los demás. Eso se acabó.

El lazo, inevitablemente se rompió, y el Barça no solo no logro volver a hacerlo sonreír, al final, ni siquiera pudo retenerlo.

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El legado de Messi en Barcelona será muy difícil de superar, por no decir imposible. El rosarino no solo es el máximo goleador de la institución catalana, es el mayor anotador con un solo club (672 goles). Con Barcelona, Messi consiguió seis balones de oro, cuatro Champions League, 10 ligas españolas, siete Copas del Rey, ocho Supercopas de España, tres Mundiales de clubes y tres Supercopas de Europa.

Y más allá de los números, de los cuales se pueden sacar innumerables datos, la mayor influencia de Messi en España ha sido mediática. Su impacto ha sido total. A través del fútbol, de la magia de su zurda, de la claridad de su cabeza, de la explosividad de su físico, de la manera en que pegaba la pelota al pie, de los goles al ángulo, picados, a un palo o al otro, Messi jamás dejó indiferente a nadie. No solo llevó a Barcelona ante los ojos del mundo, llevó también a España.

Se discute si es el mejor de la historia. Debate estéril. Es el mejor, por lejanía, de nuestra época. Un jugador tan excluyente que supo mantenerse durante décadas arriba del panorama global, en la cima. Y con su talento arrastró a su equipo y a alineaciones de leyenda, que quedarán para la historia y la nostalgia de los barcelonista.

Messi seguirá. La Copa América le demostró que le queda mucho por dar. A lo mejor, el torneo le le hizo caer en la cuenta de que para ser el mejor necesita volver a estar feliz, y en Barcelona ya no lo era. Es así.

¿Volverá con Guardiola y se irá al City? ¿Podremos ver a la dupla más maravillosa de la historia del fútbol reunida otra vez? ¿Se irá con Neymar al PSG? ¿Italia y el reto contra Cristiano Ronaldo es una opción?

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En estos momentos, qué importa, la verdad. La tusa durará, tal vez, varias semanas. Messi y Barcelona separarán su mano, pero la historia los ligará por siempre. Sin duda, Messi es el Barça y el Barça es Messi. Una verdad como pocas, cuando uno piensa en el Fútbol Club Barcelona sin duda piensa en Lionel Andrés Messi Cuccitini.

Una vez, Johan Cruyff dijo: “Miro a Messi y me hace reír. Es un estupendo futbolista que sigue siendo como un niño”.