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A las puertas del sorteo del Mundial 2026, Colombia vuelve a sentir esa expectativa de conocer cuál podría ser su camino en el evento deportivo más importante del mundo.
El próximo viernes, en Estados Unidos, la selección conocerá a sus rivales para la que será la séptima participación de su historia. Y, como ocurre cada vez que se acerca el día de las bolillas, el país vuelve a mirar hacia atrás para releer el camino que ha tenido en anteriores seis citas mundialistas.
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En más de seis décadas, los sorteos han acompañado la evolución de un equipo que pasó de ser un debutante absoluto en 1962 a convertirse en cabeza de serie en 2014. Si algo enseña ese recorrido es que cada grupo contó una historia distinta y reveló el momento deportivo y político de cada época. El Mundial 2026 tendrá su propio capítulo, pero el repaso de lo vivido muestra cómo la selección ha aprendido, a veces a golpes y otras con gloria, a moverse en la geografía impredecible de la fase inicial.
El viaje comenzó en Chile 1962, cuando Colombia entró al bombo denominado “Resto del Mundo” y compartió ese casillero con Bulgaria, México y Suiza. El sorteo la envió al Grupo 1, junto a Uruguay, la Unión Soviética y Yugoslavia. Fue un estreno rudo: una derrota 1-2 ante los charrúas, un inolvidable 4-4 frente a la URSS —que dejó el único gol olímpico registrado en la historia de los Mundiales, obra de Marcos Coll— y un duro 0-5 contra Yugoslavia. Con 16 selecciones y un fútbol dominado por europeos y sudamericanos, aquel debut quedó marcado por la hazaña en Arica, más que por los resultados.
La pelota no volvió a rodar para Colombia en un Mundial hasta Italia 1990, luego de 28 años de ausencia. Ubicada en el Bombo 3, cayó en el Grupo D con Alemania Federal, Emiratos Árabes Unidos y Yugoslavia. Ese torneo dejó dos hitos: el primer triunfo mundialista, un 2-0 contra Emiratos, y la clasificación a octavos de final, donde un zapatazo de Roger Milla en tiempo extra acabó con el sueño ante Camerún.
Cuatro años más tarde, en Estados Unidos 1994, la FIFA estructuró los bolilleros según ránking y continente. Colombia, en el Bombo 4, terminó en el Grupo A con el anfitrión, Rumania y Suiza. Aquella campaña fue una de las mayores frustraciones: pese al histórico 5-0 a Argentina en Eliminatorias, la Tricolor solo ganó un partido y se marchó prematuramente.
En Francia 1998, nuevamente ubicada en el Bombo 4, cayó en el Grupo G con Túnez, Rumania e Inglaterra. Venció 1-0 a los africanos, pero volvió a tropezar con Rumania y cerró con derrota ante los ingleses. Fue la tercera eliminación consecutiva en primera fase.
La historia cambió radicalmente en Brasil 2014. Por primera y única vez, Colombia llegó como cabeza de serie, protegida en el Bombo 1 tras ubicarse entre los mejores del ránking FIFA. El sorteo la envió al Grupo C con Grecia, Costa de Marfil y Japón. Ganó los tres partidos y firmó la mejor campaña de su historia, alcanzando los cuartos de final. Allí brilló James Rodríguez, Botín de Oro con seis goles.
La última vez que apareció en un sorteo fue para Rusia 2018, desde el Bombo 2. El destino la llevó al Grupo H junto a Japón, Polonia y Senegal. Clasificó primera, pero se volvió a casa en octavos, tras caer en penales con Inglaterra.
Ese es el archivo que acompaña a Colombia mientras espera su suerte para 2026: seis grupos, seis escenarios y múltiples versiones de un mismo equipo que regresa a la Copa con nuevas preguntas y viejas certezas. El viernes, una bolilla más empezará a contar la próxima historia.
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