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El Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron este martes en Bogotá créditos por más de 800 millones de dólares para apoyar la inclusión social y económica de los migrantes venezolanos en Colombia.
”Hoy el BID y el Banco Mundial van de la mano no como competidores sino como entidades que complementan sus esfuerzos financieros y de cooperación técnica. Son 800 millones de dólares de financiamiento de largo plazo en buena tasa para el desarrollo de una política pública migratoria integral”, manifestó el presidente colombiano, Iván Duque, durante un acto en la Casa de Nariño.
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En ese sentido, el vicepresidente del Banco Mundial, Carlos Felipe Jaramillo, dijo que “el proyecto aprobado por el directorio del BM por 526 millones de dólares combina recursos de préstamos (500 millones) con recursos no reembolsables por 26 millones de dólares adicionales donados por la comunidad internacional”.
Por su parte, el BID prestará a Colombia 300 millones de dólares a los que se suman 17,6 millones de dólares no reembolsables del Mecanismo Global de Financiamiento.
”Este es un encuentro que muestra el compromiso de dos bancos de desarrollo y de países donantes trabajando coordinadamente para apoyar los esfuerzos de Colombia en la integración de migrantes y de sus comunidades de acogida”, dijo por su parte el vicepresidente de Países del BID, Richard Martínez.
MECANISMOS DE ACOGIDA
El objetivo de esta iniciativa es contribuir a la efectiva integración socioeconómica de los migrantes venezolanos a través de la ampliación de la regularización y gestión de la información de esta población, la mejora del acceso a los servicios sociales y de protección contra la trata de personas y la promoción del reconocimiento de competencias laborales.
El programa está dirigido a los 1,74 millones de migrantes venezolanos en Colombia, especialmente a los 983.000 que se calcula tienen la necesidad de regularizar su estatus migratorio.Colombia ha recibido a más de 1,8 millones de venezolanos que dejaron su país en los últimos años para escapar de la crisis política, económica y social que allí se vive.
El año pasado, el Gobierno colombiano presentó el Estatuto de Protección Temporal que permitirá a esa población regularizar su situación en el país por un periodo de diez años
.La regularización les permitirá acceder a los servicios sociales, de protección y de certificación de competencias laborales, que, según un estudio de evaluación conducido por el BID, ayudarán a mejorar sus ingresos y el acceso a trabajos formales.
CRISIS SIN PRECEDENTES
”A estas alturas todos somos conscientes de que Latinoamérica y el Caribe atraviesan uno de los desafíos migratorios más grandes de su historia; ya no somos una región de emigración como hace años sino que enfrentamos un escenario de movimientos mucho más complejos para los que nadie estaba preparado”, afirmó Martínez.
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El funcionario del BID añadió que, “a pesar de las dificultades, la respuesta de nuestros países, con Colombia a la cabeza, está siendo ejemplar”.
Al respecto, el vicepresidente del Banco Mundial añadió que “Colombia ha tomado las medidas necesarias para transformar los retos de la migración en oportunidades de desarrollo para el país y para las comunidades” y ha brindado a quienes llegan no solo atención humanitaria de emergencia sino también acceso a las vacunas contra el covid-19.
Ante la gravedad de la situación, el presidente Iván Duque pidió no ser indiferentes ante los más de seis millones de venezolanos que han dejado su país “con frío en los huesos, con hambre, sin acceso a un buen sistema de salud” y con el único sueño de “poder ser acogidos en un lugar para establecer en un proyecto de vida”.
”Lo que ha hecho Colombia, acogiendo a 1,8 millones de migrantes en nuestro territorio con un Estatuto de Protección Temporal es el más importante gesto de paz y de protección de los derechos humanos que pueda tener un país en nuestra región”, subrayó Duque.
En el acto también intervino el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, quien señaló que “Colombia es un líder mundial en el manejo de flujos migratorios y un ejemplo en el trato digno del migrante”.