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China activa este lunes tregua comercial con EE. UU.: ¿qué aranceles cambian?

Por un año, ambos países frenarán las tarifas que se estaban cobrando en puertos y bajarán algunos impuestos a productos agrícolas y energéticos. Es una pausa en la pelea comercial, pero no la elimina del todo.

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Daniel Felipe Rodríguez Rincón
10 de noviembre de 2025 - 01:17 p. m.
Bique navegando por el río Huangpu en Shanghai, China.
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Foto: EFE - ALEX PLAVEVSKI
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El comercio mundial llega este lunes 10 de noviembre a una pausa en una disputa que llevaba meses encareciendo la logística, tensionando las cadenas de suministro y encendiendo alertas sobre la inflación en ambos lados del Pacífico.

China y Estados Unidos, que en el último año se habían respondido con aranceles y controles a las exportaciones -en algún punto la escalada llevó los gravámenes a niveles superiores al 100 %- empezaron a aplicar este lunes lo acordado en Busan, Corea del Sur, para enfriar las tensiones alrededor de su relación comercial.

Las medidas de China

China informó que, a partir de este 10 de noviembre, prolongará por 12 meses la suspensión del arancel adicional de 24 % que tenía listo para productos estadounidenses y que había anunciado en el momento más tenso de la disputa.

Es decir, no aplicará ese 24 % y dejará vigente únicamente el gravamen general de 10 %, según explicó el Ministerio de Finanzas de China, que habló de cumplir el “consenso” alcanzado con Washington en Busan.

Así mismo, Pekín también anunció que levantaba los recargos de hasta 15 % que pesaban sobre la soya y otros bienes agrícolas y energéticos procedentes de Estados Unidos, un gesto directo hacia un sector que la Casa Blanca suele proteger.

A esto se suma otra señal de distensión: China suspendió hasta finales de noviembre de 2026 la prohibición de exportar a EE. UU. tres metales de uso estratégico (galio, germanio y antimonio), insumos que habían quedado atrapados en la disputa tecnológica y comercial. Con ese paquete, Pekín muestra que baja varias capas de la escalada, pero sin tocar su arancel base del 10 %.

Los ajustes desde Estados Unidos

Por su parte, la Casa Blanca formalizó que, desde este mismo 10 de noviembre, el recargo que había puesto este año a numerosas importaciones chinas baja del 20 % al 10 %. Ese aumento inicial se había presentado como una respuesta al papel de China en la cadena del fentanilo, pero quedó incorporado al paquete de Busan.

Washington dejó claro que la rebaja está condicionada, pues las agencias estadounidenses van a monitorear si Pekín cumple con el control a los precursores químicos del fentanilo y, si no hay resultados, puede volver a usar sus herramientas comerciales.

Además, el gobierno de Donald Trump confirmó una nueva suspensión de los aranceles recíprocos más severos hasta el 10 de noviembre de 2026, lo que amplía la ventana de alivio para las empresas que comercian entre los dos países. Es un mensaje de que la desescalada no es solo de un día, sino que tendrá un tramo de funcionamiento.

La tregua también está en los mares

Otro de los puntos que empieza a regir desde este lunes es la suspensión de las tasas portuarias especiales que China y Estados Unidos se habían puesto mutuamente en octubre, en la última subida de tono de la disputa.

Se trababa de cobros dirigidos a los buques de propiedad, operación o bandera del otro país y estaban encareciendo el transporte marítimo entre las dos economías que más comercio mueven en el mundo.

Con la tregua, esos gravámenes quedan sin efecto durante 12 meses y el alivio es doble. Por un lado, se levantan costos adicionales para las navieras y, por el otro, Washington congela las investigaciones que tenía abiertas sobre los sectores marítimo, logístico y de astilleros chinos.

Fentanilo, el tema que se metió en la agenda comercial

En paralelo al alivio arancelario, China puso en marcha hoy un refuerzo al control de 13 sustancias químicas que pueden usarse para fabricar fentanilo y otras drogas sintéticas.

Desde ahora, cuando el destino sea Estados Unidos, México o Canadá, los exportadores deberán tramitar licencias previas. Pekín explicó que es parte de sus esfuerzos para “mejorar la gestión” de productos susceptibles de desvío.

Y es que, por momentos, el fentanilo fue el argumento de Washington para justificar aranceles más altos a bienes chinos. Al amarrar el tema de seguridad sanitaria con la rebaja de tarifas, la Casa Blanca puede decir que consiguió la cooperación china en este sentido.

No es el fin de la disputa

Aunque los acuerdos que se implementan este lunes parecen amplios, las dos potencias económicas dejaron anclados elementos que muestran que esto es una tregua y no un desescalamiento total en la disputa comercial que han sostenido durante todo 2025.

Buena parte de la tensión entre Washington y Pekín ya no es solo por precios o por balanza comercial, sino por control de insumos estratégicos y tecnologías.

De ahí que China suspendiera hasta 2026 la prohibición de exportar a EE. UU. metales como galio, germanio y antimonio, pero no renunció a regularlos.

Entre enero y julio de 2025, el intercambio de bienes entre Estados Unidos y China sumó US$259.200 millones: Washington exportó a China US$65.309 millones y compró US$193.890 millones, lo que dejó un déficit para EE. UU. de US$128.580 millones.

Este déficit, precisamente, ha sido uno de los argumentos blandidos por la Administración Trump para justificar la imposición de aranceles al gigante asiático.

La presión arancelaria de 2025 y las medidas de control a exportaciones habían llevado a que las ventas chinas hacia EE. UU. cayeran con fuerza en varios meses, y China incluso reportó descensos de dos dígitos en los envíos a ese mercado, mientras redirigía parte de su oferta hacia otros países de Asia y la Unión Europea.

Puede interesarle: China suspende prohibición en la exportación de varios metales raros a EE.UU.

Un frente abierto: lo que decida el Tribunal Supremo de EE. UU.

La tregua que activan este lunes las dos economías globales no elimina la otra fuente de incertidumbre: la revisión que adelanta el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el alcance de los poderes arancelarios del presidente Donald Trump.

Si la Corte termina limitando el uso de esas facultades, el arancel efectivo promedio de EE. UU. podría volver a niveles cercanos a 6,5 %, pero la propia Administración Trump ya dejó ver que podría recurrir a otras herramientas para seguir gravando importaciones.

Al menos por un año, los aranceles y restricciones más altas (como las tasas portuarias) quedarán suspendidas. Medidas que ya estaban poniendo presión extra a esos US 200.000–250.000 millones de mercancías que cruzan cada semestre entre las dos economías más grandes del mundo.

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Daniel Felipe Rodríguez Rincón

Por Daniel Felipe Rodríguez Rincón

Comunicador Social y Periodista. Desde 2017, se ha desempeñado en diferentes medios de comunicación colombianos.@DanfeRodriguezdrodriguez@elespectador.com
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