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Después de casi dos años de ajuste, la cartera de crédito (es decir, el total de préstamos activos que los bancos otorgan a hogares y empresas) volvió a crecer en 2025 y se perfila para consolidar su recuperación en 2026.
Según las proyecciones de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), la cartera total aumentaría 5,1 % al cierre de 2025 y 6,3 % en 2026, una señal de que el crédito vuelve a fluir, aunque con cautela.
En julio de 2024, la cartera había caído 4,8 % anual. Un año después, creció 0,7 %. Con la lupa en la cifra, el detalle revela que las familias y empresas empiezan a volver al crédito, y los bancos (aunque aún prudentes) retoman su disposición a prestar.
Por segmentos, la recuperación ha sido desigual:
- Vivienda: +5,6 % anual. Beneficiada por menores tasas y mayor oferta de proyectos.
- Microcrédito: +5,2 %. En alza por la expansión del crédito a pequeños negocios.
- Comercial: +0,8 %. Muestra de reactivación productiva, sobre todo en manufactura y agroindustria.
- Consumo: -2,5 %, pero con mejora frente al desplome de -11 % un año atrás.
La lectura técnica de ANIF es que el ajuste más severo ya pasó. Si la inflación continúa cediendo y las tasas bajan como se espera, 2026 podría consolidar el retorno del crédito en todos los frentes.
Un entorno que se estabiliza, pero no despega
El crecimiento económico proyectado de 2,8 % en 2025 y 3 % en 2026 da al sistema bancario un margen de maniobra.
La inflación, aunque todavía alta, bajaría a 5,1 % este año y 4,5 % el próximo, y la tasa de interés del Banco de la República descendería de 9,25 % a 8,25 %, reduciendo el costo del dinero.
En pocas palabras, los bancos podrán prestar más barato, y los hogares podrán volver a financiar compras o vivienda con cuotas más manejables.
Sin embargo, el alivio no será inmediato. El informe advierte que los precios de los alimentos y los servicios siguen presionando el costo de vida, y la incertidumbre fiscal del Gobierno (ante una nueva reforma tributaria) podría frenar el apetito crediticio si no se maneja con prudencia.
La salud del sistema: menos mora, más confianza
La calidad de la cartera también mejora. El indicador de mora cayó de 5,1 % en 2024 a 4,3 % en 2025, su nivel más bajo en 26 meses.
Eso significa que menos personas y empresas están atrasadas en sus pagos, un síntoma de confianza y estabilidad.
Aun así, los segmentos de consumo y microcrédito mantienen tasas de mora más altas que el promedio, reflejando la fragilidad de los hogares más vulnerables y los micronegocios que operan con márgenes mínimos.
Las provisiones (reservas que los bancos apartan para cubrir deudas incobrables) bajaron 7 %, lo que también sugiere que las entidades perciben menor riesgo en el corto plazo.
💸 Las proyecciones de ANIF para los créditos en 2026
- Cartera comercial: +5,1 % en 2025 y +5,7 % en 2026, impulsada por manufactura, agroindustria y servicios.
- Consumo: +3,4 % y +5,2 % recuperación gradual a medida que bajen las tasas de usura.
- Vivienda: +9,2 % y +9,4 %, mayor dinamismo por reducción de tasas y programas de subsidio.
- Microcrédito: +11,2 % y +10,7 %, señal de resiliencia de los pequeños negocios frente a la inflación.
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