La empresa que ayuda a los emprendedores a desarrollar sus negocios con tecnología
Crearon un ecosistema de servicios de consultoría, implementación y educación en transformación digital para las pequeñas y medianas empresas, impactando a más de 250 empresarios de diferentes sectores.
Tatiana Gómez Fuentes
“En Classalia abordamos las necesidades de manera individual como un gran proyecto, verificamos que solución se adapta mejor y validamos de fondo cuál es mejor proveedor tecnológico, la mejor tecnología y la mejor metodología a implementar. De esta forma, nuestros emprendedores y empresarios optimizan sus recursos, reducen errores y mejoran sus procesos. Creemos firmemente que la próxima revolución es la del emprendimiento y que el mayor aliado en ese proceso es la tecnología.
Somos una empresa BIC, que le apuesta a la sostenibilidad y al triple impacto. Llevamos nuestro tejido social a las aulas de clase de los colegios públicos rurales del Huila, impartiendo la cátedra de emprendimiento, negocios y habilidades blandas, donde los jóvenes con edades entre los 12 a 17 años desarrollan aptitudes y conocimiento para la vida y se visualizan como los próximos empresarios de Colombia y el mundo”, así empezó a contarnos su idea de negocio Angela Patricia Bocanegra Rodriguez, una de las emprendedoras detrás de este proyecto que sirve de trampolín para medianas y pequeñas empresas. Hablamos con ella y aquí la presentamos en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Mi nombre es Jessica Jimena Andrade Castro, tengo 34 años, soy Ingeniería de Sistemas, con más 10 años de experiencia en la ejecución de proyectos tecnológicos, con una carrera paralela que llevo cursando por más de 15 años que es la del emprendimiento (y de la que aún no me gradúo) y junto con mi mejor amiga y compañera de aventuras Angela Bocanegra Rodríguez de 30 años, especialista en talento humano e innovación creamos CLASSALIA SAS BIC, una empresa que utiliza la experiencia, la tecnología y el aprendizaje para crear soluciones que conectan.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Cuando comencé a emprender, me enfrente a varios desafíos que suponían el gran reto de utilizar lo digital en beneficio de mi proyecto. En ese andar me topé con muchas herramientas tecnológicas atractivas que me harían la vida más fácil y me ayudarían a crecer, pero muchas veces después de ponerlas a andar con mis equipos o aplicarlas en los procesos, no obtenía resultados y terminaba dejándolas, desinstalándolas o simplemente cambiándolas. Terminaba frustrada y seguía con lo tradicional, desconfiando un poco de lo digital.
Luego en el 2020 llegó otro gran desafío: o utilizas lo digital o “mueres”. Lo intentá de nuevo esta vez centrándome en la necesidad y no en la herramienta. Descubrí que hallar una solución tecnológica que se adapte a tu negocio, demanda análisis, una buena implementación y una consultoría que te permita orientar objetivos al proceso de transformación digital.
Allí nació nuestra idea “ayudarle a los empresarios y emprendedores a realizar sus sueños de desarrollo de negocios mediante soluciones tecnológicas digitales”. Sabíamos que ellos necesitaban aguantar la pandemia y aprovechar al máximo las herramientas digitales para crecer, pero también éramos conscientes de que existían muchas personas que la estaban pasando mal y no sabían cómo emprender. Así que desarrollamos una idea entorno al “servir”, a empresarios que seguían creyendo en sus negocios y llegar socialmente capacitando a las personas para que vieran oportunidades de desarrollo a través de la generación de ideas de negocio. Así nació CLASSALIA SAS BIC.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Después de unas semanas de testing, logramos madurar nuestro primer servicio. Comenzamos a contactar a pymes por redes sociales y a ofrecer nuestro servicio, un poco escépticos escuchaban nuestra propuesta y a los que sentíamos interesados, le ofrecíamos una reunión por zoom. Sabíamos que el tener ese contacto nos daría la oportunidad de mostrar resultados y esa sería nuestra mejor carta de presentación.
Al cabo de unos días alguien nos respondió, era un empresario que estaba casi en la quiebra. La verdad creo que nos escribió por desesperación. No tenía nada que perder, así que se animó a escucharnos y al final decidió que hiciéramos una propuesta personalizada para su negocio. Recuerdo que tenía todas las características que nos suponía un desafío, no contaba con redes sociales, ni perfiles digitales, no se encontraba en una ciudad principal y su manejo digital era nulo. Para satisfacción de nosotras y de nuestro ahora amigo empresario, él logro aumentar sus ventas, salir paulatinamente de esa situación crítica, y aprovechar la tecnología para el crecimiento de su negocio. Hoy somos su aliado estratégico tecnológico.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Fue una inversión de mente, pasión y corazón. La hemos pagado a través de cada proyecto social que llevamos a jóvenes emprendedores de instituciones educativas rurales del Huila. Servir nos ha llevado a poder impactar desde el emprendimiento y los negocios, porque al comprar un servicio con Classalia le apuestas a joven emprendedor. Así retribuimos todo lo que este hermoso proyecto nos ha dado.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Nos abrimos espacio en un mercado voraz, pero con valores y compromiso, actuamos responsablemente con cada propuesta entregada, con cada proyecto realizado, no vendemos inmediatez, nos permitimos acompañar procesos y convertirlos en ejes transformadores impulsados por lo digital. De esa forma acompañamos sueños. El microempresario y mediano empresario que logra crecer digitalmente, es uno que no entrará al “valle de la muerte” y con seguridad contribuirá a la construcción de país.
Además, creemos que para seguir creciendo en el ecosistema debemos formar a los próximos jóvenes empresarios. Por eso nuestro equipo lleva formación en negocios a estudiantes de los grados 9, 10 y 11 de instituciones educativas rurales, para que ellos vean el emprendimiento como una opción de vida.
6. ¿Soy feliz?
Cada día despierto con una sonrisa al saber que afuera existe una oportunidad para seguir impactando a través de lo digital.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Mi empresa es mi vida, ha sido el motor que ha impulsado mi sueño y el de muchas personas. Siento que aún me falta mucho por entregarle y aunque un día no estaré físicamente, espero aportar desde la cultura interna para que trascienda generaciones y pueda ser vista como una empresa que “sirve a través de los sueños”. En el camino con seguridad encontraremos a las personas correctas que nos guiaran en el camino del crecimiento y desarrollo.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Toda una travesía. Como lo dije al inicio llevo en esta hermosa carrera más de 15 años. No ha sido fácil, he pasado momentos difíciles que me han llevado a restructurar mi vida, mostrándome caminos inimaginables. Hace algunos meses renuncie a todo por el sueño de emprender Classalia. Con mi socia decidimos apostarlo todo por este proyecto. Y desde allí, como diría la canción “una vaina loca” cada día viene con un aprendizaje diferente, con un desafío diferente que nos hace exigir y dar lo mejor de nosotros. Emprender no es fácil, pero con seguridad te mostrara un “yo” que no conocías.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Mi sueño se ha convertido en mi realidad. La vivo a diario, pero con la plena convicción de seguir soñando. ¿Qué me hace falta? Ver más jóvenes impactados, ver más empresarios creciendo con las tecnologías, creer que la próxima revolución, es la revolución del emprendimiento.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Estamos trabajando en nuestra plataforma web para poder llegar a más personas en Latinoamérica, queremos crecer replicando lo que hemos hecho desde aquí, adaptando un servicio digital que consiga ayudar a más negocios a través de nuestro portafolio y permita impactar a más jóvenes en el mundo.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Por supuesto. Mientras exista un emprendedor allá afuera, existirá. Comenzamos con clientes orgánicos, sabemos que la demanda digital y tecnológica para las pymes va en aumento, hoy estamos enfocando esfuerzos para estructurar servicios a través de nuestra plataforma digital, que muy pronto será lanzada.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
En esta carrera emprendedora he visto muchas personas llegar e irse, quedarse y aportar, ser luz en momentos de tormenta o simplemente ser un conocido más. Si alguien desea invertir en Classalia lo hará no solo por su modelo de negocio, sino porque se identifica con los valores de la empresa y está dispuesto a “servir” más allá de un porcentaje de participación.
En este mundo de inmediatez, de “unicornios” y “tiburones”, las empresas hemos olvidado respirar. El desarrollo empresarial se ha convertido en una competencia feroz inducido por lo que yo llamo el “Ya-ismo”, el afán de desarrollo a cualquier precio. Cuando creamos Classalia lo hicimos sobre la analogía de “Hacer Cumbre” queremos disfrutar cada fase del proceso, acampar cuando veamos que sea necesario, validar el clima del mercado y tomar decisiones aterrizadas, seguir escalando hasta llegar a la cima sólidos, con bastante oxígeno, y sobre todo seguros que esos instantes serán el resultado de esfuerzo empresarial de todo un equipo.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Es una pregunta compleja, pero en términos de emprendimiento, la toma de decisiones es fundamental para definir el éxito o el fracaso de tu negocio. Los emprendedores somos muy emocionales, visionarios y nos encanta correr riesgos. Sin embargo, a veces esa mezcla nos puede llevar a tomar malas decisiones. Un socio poco comprometido, un crédito no analizado, una inversión apresurada, un mercado no explorado, una idea no validada, pueden convertirse en factores que pongan a tambalear el negocio.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Cuando era niña, veía cómo mi abuela luchaba por sostener su hogar comercializando artículos que compraba en ciudades cercanas y los vendía en su casa, a sus amigas y conocidas. Era una super mujer, con un amor inquebrantable por su familia, un corazón generoso para servir a los demás y una dedicación sin igual a su pequeño negocio. Cada paso que daba estaba impregnado de emotividad y sensibilidad, hasta tenía un bellísimo jardín que ahora que lo pienso se alimentaba de toda esa bondad y amor que transmitía a diario. Ella me inspiró a comenzar el camino del emprendimiento.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
El fracaso hace parte integra del éxito. Y claro que he fracasado, han existido proyectos que inicié y no se dieron como lo planificaba, ideas ganadoras que no logre ejecutar como quería, momentos en los que tomé malas decisiones. Etapas difíciles en las que me cuestionaba por qué había escogido este camino, pero siempre había un momento a solas que me permitía reflexionar y re-enfocar mis ideas. ¡No puedes tirar la toalla sin antes haberlo dado todo! Eso siempre me decía cuando creía desfallecer. Para fortuna mía, siempre ha existido más por hacer, así que me levantaba y ya tenía una nueva opción en mi cabeza.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Hago parte de una comunidad muy pequeña de amigos emprendedores de Neiva que nos reunimos regularmente para contarnos experiencias y hablar sobre nuestros negocios. También asistimos a programas de la cámara de comercio del Huila que nos ha apoyado en la estructuración del modelo de negocio a través de su programa “Huila Empresarial” y nos ha brindado espacios para fortalecer nuestro networking empresarial.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Queremos que la próxima revolución sea la del emprendimiento. Apostamos a este proyecto en cuerpo y alma, así hemos logrado impactar la vida de cientos de jóvenes estudiantes en el Huila. Sabemos que ellos son el futuro, pero parte fundamental del presente, si queremos que ellos sean los próximos empresarios de Colombia deben formarse, por eso a través de nuestro proyecto “Jóvenes Semilla” llevamos capacitación práctica en el desarrollo de negocios a instituciones educativas públicas del departamento. Esperamos a mediano plazo poder llegar a otros departamentos y sembrar semillas que germinen en grandes proyectos que impulsen el desarrollo del país.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años espero seguir contribuyendo al fortalecimiento de las pymes, llevando a cabo proyectos ambiciosos que permitan a este sector tan golpeado tener mejores y mayores oportunidades. Ser testigo de aquellos jóvenes formados con nuestro programa convertirse en empresarios honestos y con gran potencial.
Veo a Classalia convertida en una empresa de gran impacto social y digital, rodeada de un grupo espectacular de personas emprendedoras, con varias sedes en Latinoamérica y con una plataforma que permita impulsar la revolución del emprendimiento.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Ellos son los mejores. Gracias a la vida por haberme dado una familia tan maravillosa. Mi madre y mi padre siempre han apoyado mis locuras, han sido el bastón cuando he caído y mi mayor impulsor cuando lo necesito. Mis amigos, aunque más críticos han estado ahí, cuando necesito un consejo, una escucha, y una voz de aliento.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Nos dedicamos a esto, a ayudar a emprendedores y a sus negocios. Así que estaría muy dispuesta a enseñar desde mi experiencia, a aconsejar desde mi perspectiva y a escuchar con el corazón.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
A ellos les debo el crecimiento de este sueño. Son los mejores en lo que hacen, su energía es inagotable, se sienten identificados con el proyecto y buscan dar lo mejor de sí, para lograr resultados maravillosos. Somos un equipo de cuatro personas interdisciplinares, jóvenes y con unas ganas absurdas por aprender y poner a prueba nuestros talentos.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro sello es acompañar desde lo humano haciendo transformación digital. Nunca cerramos una venta sin antes habernos tomado un café, así sea virtual, nunca hacemos una propuesta sin saber realmente lo que necesita nuestro cliente, nunca vendemos sin antes entender el negocio. Ese es el sello que nos diferencia en el mercado.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
¡Creer, crear y no dejar de crecer! No importa cuánto te digan que no llegarás al final, el camino está dispuesto y depende de ti seguir adelante o detenerte. Classalia es un proyecto hermoso, con una labor social maravillosa, aprendizaje infinito y una experiencia poderosa.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
“En Classalia abordamos las necesidades de manera individual como un gran proyecto, verificamos que solución se adapta mejor y validamos de fondo cuál es mejor proveedor tecnológico, la mejor tecnología y la mejor metodología a implementar. De esta forma, nuestros emprendedores y empresarios optimizan sus recursos, reducen errores y mejoran sus procesos. Creemos firmemente que la próxima revolución es la del emprendimiento y que el mayor aliado en ese proceso es la tecnología.
Somos una empresa BIC, que le apuesta a la sostenibilidad y al triple impacto. Llevamos nuestro tejido social a las aulas de clase de los colegios públicos rurales del Huila, impartiendo la cátedra de emprendimiento, negocios y habilidades blandas, donde los jóvenes con edades entre los 12 a 17 años desarrollan aptitudes y conocimiento para la vida y se visualizan como los próximos empresarios de Colombia y el mundo”, así empezó a contarnos su idea de negocio Angela Patricia Bocanegra Rodriguez, una de las emprendedoras detrás de este proyecto que sirve de trampolín para medianas y pequeñas empresas. Hablamos con ella y aquí la presentamos en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Mi nombre es Jessica Jimena Andrade Castro, tengo 34 años, soy Ingeniería de Sistemas, con más 10 años de experiencia en la ejecución de proyectos tecnológicos, con una carrera paralela que llevo cursando por más de 15 años que es la del emprendimiento (y de la que aún no me gradúo) y junto con mi mejor amiga y compañera de aventuras Angela Bocanegra Rodríguez de 30 años, especialista en talento humano e innovación creamos CLASSALIA SAS BIC, una empresa que utiliza la experiencia, la tecnología y el aprendizaje para crear soluciones que conectan.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Cuando comencé a emprender, me enfrente a varios desafíos que suponían el gran reto de utilizar lo digital en beneficio de mi proyecto. En ese andar me topé con muchas herramientas tecnológicas atractivas que me harían la vida más fácil y me ayudarían a crecer, pero muchas veces después de ponerlas a andar con mis equipos o aplicarlas en los procesos, no obtenía resultados y terminaba dejándolas, desinstalándolas o simplemente cambiándolas. Terminaba frustrada y seguía con lo tradicional, desconfiando un poco de lo digital.
Luego en el 2020 llegó otro gran desafío: o utilizas lo digital o “mueres”. Lo intentá de nuevo esta vez centrándome en la necesidad y no en la herramienta. Descubrí que hallar una solución tecnológica que se adapte a tu negocio, demanda análisis, una buena implementación y una consultoría que te permita orientar objetivos al proceso de transformación digital.
Allí nació nuestra idea “ayudarle a los empresarios y emprendedores a realizar sus sueños de desarrollo de negocios mediante soluciones tecnológicas digitales”. Sabíamos que ellos necesitaban aguantar la pandemia y aprovechar al máximo las herramientas digitales para crecer, pero también éramos conscientes de que existían muchas personas que la estaban pasando mal y no sabían cómo emprender. Así que desarrollamos una idea entorno al “servir”, a empresarios que seguían creyendo en sus negocios y llegar socialmente capacitando a las personas para que vieran oportunidades de desarrollo a través de la generación de ideas de negocio. Así nació CLASSALIA SAS BIC.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Después de unas semanas de testing, logramos madurar nuestro primer servicio. Comenzamos a contactar a pymes por redes sociales y a ofrecer nuestro servicio, un poco escépticos escuchaban nuestra propuesta y a los que sentíamos interesados, le ofrecíamos una reunión por zoom. Sabíamos que el tener ese contacto nos daría la oportunidad de mostrar resultados y esa sería nuestra mejor carta de presentación.
Al cabo de unos días alguien nos respondió, era un empresario que estaba casi en la quiebra. La verdad creo que nos escribió por desesperación. No tenía nada que perder, así que se animó a escucharnos y al final decidió que hiciéramos una propuesta personalizada para su negocio. Recuerdo que tenía todas las características que nos suponía un desafío, no contaba con redes sociales, ni perfiles digitales, no se encontraba en una ciudad principal y su manejo digital era nulo. Para satisfacción de nosotras y de nuestro ahora amigo empresario, él logro aumentar sus ventas, salir paulatinamente de esa situación crítica, y aprovechar la tecnología para el crecimiento de su negocio. Hoy somos su aliado estratégico tecnológico.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Fue una inversión de mente, pasión y corazón. La hemos pagado a través de cada proyecto social que llevamos a jóvenes emprendedores de instituciones educativas rurales del Huila. Servir nos ha llevado a poder impactar desde el emprendimiento y los negocios, porque al comprar un servicio con Classalia le apuestas a joven emprendedor. Así retribuimos todo lo que este hermoso proyecto nos ha dado.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Nos abrimos espacio en un mercado voraz, pero con valores y compromiso, actuamos responsablemente con cada propuesta entregada, con cada proyecto realizado, no vendemos inmediatez, nos permitimos acompañar procesos y convertirlos en ejes transformadores impulsados por lo digital. De esa forma acompañamos sueños. El microempresario y mediano empresario que logra crecer digitalmente, es uno que no entrará al “valle de la muerte” y con seguridad contribuirá a la construcción de país.
Además, creemos que para seguir creciendo en el ecosistema debemos formar a los próximos jóvenes empresarios. Por eso nuestro equipo lleva formación en negocios a estudiantes de los grados 9, 10 y 11 de instituciones educativas rurales, para que ellos vean el emprendimiento como una opción de vida.
6. ¿Soy feliz?
Cada día despierto con una sonrisa al saber que afuera existe una oportunidad para seguir impactando a través de lo digital.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Mi empresa es mi vida, ha sido el motor que ha impulsado mi sueño y el de muchas personas. Siento que aún me falta mucho por entregarle y aunque un día no estaré físicamente, espero aportar desde la cultura interna para que trascienda generaciones y pueda ser vista como una empresa que “sirve a través de los sueños”. En el camino con seguridad encontraremos a las personas correctas que nos guiaran en el camino del crecimiento y desarrollo.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Toda una travesía. Como lo dije al inicio llevo en esta hermosa carrera más de 15 años. No ha sido fácil, he pasado momentos difíciles que me han llevado a restructurar mi vida, mostrándome caminos inimaginables. Hace algunos meses renuncie a todo por el sueño de emprender Classalia. Con mi socia decidimos apostarlo todo por este proyecto. Y desde allí, como diría la canción “una vaina loca” cada día viene con un aprendizaje diferente, con un desafío diferente que nos hace exigir y dar lo mejor de nosotros. Emprender no es fácil, pero con seguridad te mostrara un “yo” que no conocías.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Mi sueño se ha convertido en mi realidad. La vivo a diario, pero con la plena convicción de seguir soñando. ¿Qué me hace falta? Ver más jóvenes impactados, ver más empresarios creciendo con las tecnologías, creer que la próxima revolución, es la revolución del emprendimiento.
Continúe leyendo: Un estudio de interiorismo, decoración y paisajismo amigable con el planeta
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Estamos trabajando en nuestra plataforma web para poder llegar a más personas en Latinoamérica, queremos crecer replicando lo que hemos hecho desde aquí, adaptando un servicio digital que consiga ayudar a más negocios a través de nuestro portafolio y permita impactar a más jóvenes en el mundo.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Por supuesto. Mientras exista un emprendedor allá afuera, existirá. Comenzamos con clientes orgánicos, sabemos que la demanda digital y tecnológica para las pymes va en aumento, hoy estamos enfocando esfuerzos para estructurar servicios a través de nuestra plataforma digital, que muy pronto será lanzada.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
En esta carrera emprendedora he visto muchas personas llegar e irse, quedarse y aportar, ser luz en momentos de tormenta o simplemente ser un conocido más. Si alguien desea invertir en Classalia lo hará no solo por su modelo de negocio, sino porque se identifica con los valores de la empresa y está dispuesto a “servir” más allá de un porcentaje de participación.
En este mundo de inmediatez, de “unicornios” y “tiburones”, las empresas hemos olvidado respirar. El desarrollo empresarial se ha convertido en una competencia feroz inducido por lo que yo llamo el “Ya-ismo”, el afán de desarrollo a cualquier precio. Cuando creamos Classalia lo hicimos sobre la analogía de “Hacer Cumbre” queremos disfrutar cada fase del proceso, acampar cuando veamos que sea necesario, validar el clima del mercado y tomar decisiones aterrizadas, seguir escalando hasta llegar a la cima sólidos, con bastante oxígeno, y sobre todo seguros que esos instantes serán el resultado de esfuerzo empresarial de todo un equipo.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Es una pregunta compleja, pero en términos de emprendimiento, la toma de decisiones es fundamental para definir el éxito o el fracaso de tu negocio. Los emprendedores somos muy emocionales, visionarios y nos encanta correr riesgos. Sin embargo, a veces esa mezcla nos puede llevar a tomar malas decisiones. Un socio poco comprometido, un crédito no analizado, una inversión apresurada, un mercado no explorado, una idea no validada, pueden convertirse en factores que pongan a tambalear el negocio.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Cuando era niña, veía cómo mi abuela luchaba por sostener su hogar comercializando artículos que compraba en ciudades cercanas y los vendía en su casa, a sus amigas y conocidas. Era una super mujer, con un amor inquebrantable por su familia, un corazón generoso para servir a los demás y una dedicación sin igual a su pequeño negocio. Cada paso que daba estaba impregnado de emotividad y sensibilidad, hasta tenía un bellísimo jardín que ahora que lo pienso se alimentaba de toda esa bondad y amor que transmitía a diario. Ella me inspiró a comenzar el camino del emprendimiento.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
El fracaso hace parte integra del éxito. Y claro que he fracasado, han existido proyectos que inicié y no se dieron como lo planificaba, ideas ganadoras que no logre ejecutar como quería, momentos en los que tomé malas decisiones. Etapas difíciles en las que me cuestionaba por qué había escogido este camino, pero siempre había un momento a solas que me permitía reflexionar y re-enfocar mis ideas. ¡No puedes tirar la toalla sin antes haberlo dado todo! Eso siempre me decía cuando creía desfallecer. Para fortuna mía, siempre ha existido más por hacer, así que me levantaba y ya tenía una nueva opción en mi cabeza.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Hago parte de una comunidad muy pequeña de amigos emprendedores de Neiva que nos reunimos regularmente para contarnos experiencias y hablar sobre nuestros negocios. También asistimos a programas de la cámara de comercio del Huila que nos ha apoyado en la estructuración del modelo de negocio a través de su programa “Huila Empresarial” y nos ha brindado espacios para fortalecer nuestro networking empresarial.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Queremos que la próxima revolución sea la del emprendimiento. Apostamos a este proyecto en cuerpo y alma, así hemos logrado impactar la vida de cientos de jóvenes estudiantes en el Huila. Sabemos que ellos son el futuro, pero parte fundamental del presente, si queremos que ellos sean los próximos empresarios de Colombia deben formarse, por eso a través de nuestro proyecto “Jóvenes Semilla” llevamos capacitación práctica en el desarrollo de negocios a instituciones educativas públicas del departamento. Esperamos a mediano plazo poder llegar a otros departamentos y sembrar semillas que germinen en grandes proyectos que impulsen el desarrollo del país.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años espero seguir contribuyendo al fortalecimiento de las pymes, llevando a cabo proyectos ambiciosos que permitan a este sector tan golpeado tener mejores y mayores oportunidades. Ser testigo de aquellos jóvenes formados con nuestro programa convertirse en empresarios honestos y con gran potencial.
Veo a Classalia convertida en una empresa de gran impacto social y digital, rodeada de un grupo espectacular de personas emprendedoras, con varias sedes en Latinoamérica y con una plataforma que permita impulsar la revolución del emprendimiento.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Ellos son los mejores. Gracias a la vida por haberme dado una familia tan maravillosa. Mi madre y mi padre siempre han apoyado mis locuras, han sido el bastón cuando he caído y mi mayor impulsor cuando lo necesito. Mis amigos, aunque más críticos han estado ahí, cuando necesito un consejo, una escucha, y una voz de aliento.
Lea también: Crearon un negocio de pizza artesanal que le rinde homenaje al campo colombiano
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Nos dedicamos a esto, a ayudar a emprendedores y a sus negocios. Así que estaría muy dispuesta a enseñar desde mi experiencia, a aconsejar desde mi perspectiva y a escuchar con el corazón.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
A ellos les debo el crecimiento de este sueño. Son los mejores en lo que hacen, su energía es inagotable, se sienten identificados con el proyecto y buscan dar lo mejor de sí, para lograr resultados maravillosos. Somos un equipo de cuatro personas interdisciplinares, jóvenes y con unas ganas absurdas por aprender y poner a prueba nuestros talentos.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro sello es acompañar desde lo humano haciendo transformación digital. Nunca cerramos una venta sin antes habernos tomado un café, así sea virtual, nunca hacemos una propuesta sin saber realmente lo que necesita nuestro cliente, nunca vendemos sin antes entender el negocio. Ese es el sello que nos diferencia en el mercado.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
¡Creer, crear y no dejar de crecer! No importa cuánto te digan que no llegarás al final, el camino está dispuesto y depende de ti seguir adelante o detenerte. Classalia es un proyecto hermoso, con una labor social maravillosa, aprendizaje infinito y una experiencia poderosa.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚