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Nubank necesita resolver una especie de crisis de identidad: pese a su nombre, no es un banco.
Al menos no en Brasil, donde los reguladores han puesto la mira en la mayor fintech del país. Las nuevas reglas aprobadas en noviembre prohíben que una marca tenga un nombre alusivo a “banco” a menos tenga una licencia bancaria, algo que Nubank no posee.
Y así, la compañía está en busca de la adquisición de un banco pequeño que ya tenga una licencia en Brasil, según una persona familiarizada con el asunto. Encontrar uno que también tenga pérdidas acumuladas ofrecería beneficios fiscales adicionales, dijo la persona que pidió no ser identificada al discutir deliberaciones internas.
Algunos candidatos ya han sido evaluados, incluido Banco Digimais SA, según la persona. No se ha tomado una decisión y Nubank podría desechar un acuerdo y optar por solicitar su propia licencia, un proceso largo y costoso que una adquisición le permitiría evitar.
Un representante de Nubank declinó comentar. Representantes de Digimais, controlado por el obispo Edir Macedo, no respondieron a solicitudes de comentario.
El objetivo de la decisión del banco central el mes pasado fue evitar que los clientes crean erróneamente que el lugar donde depositan su dinero es un banco con licencia. Y Nubank tiene muchos clientes: 110 millones solo en Brasil. Con una capitalización bursátil superior a USD 80.000 millones, Nubank es más valiosa que cualquiera de los bancos actuales del país.
Fundada en 2013, Nubank aprovechó un marco regulatorio favorable a la innovación, que permitió a las empresas de pagos ofrecer tarjetas de crédito y cuentas, los dos principales motores del crecimiento de Nubank.
Al flexibilizar las reglas en ese entonces, el banco central buscaba fomentar la competencia en uno de los sistemas bancarios más concentrados del mundo, y modelos totalmente digitales como el de Nubank prosperaron. Pero también dejó vacíos que empresas más pequeñas explotaron, algunas con conexiones al crimen organizado. El banco central tomó medidas este año para ajustar esas brechas regulatorias aumentando los requisitos mínimos de capital para las fintech.
Las nuevas reglas de capital no afectan a las fintech más grandes como Nubank, pero el banco central elevó este año el nivel de supervisión de la compañía para igualarlo al aplicado a algunos de los bancos medianos del país. El director ejecutivo, David Vélez, dijo esta semana que obtener una licencia bancaria no debería ser una carga desde el punto de vista regulatorio.
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