Esta semana Colombia recibió una noticia que deja un vacío profundo en el empresariado colombiano: la muerte de Carlos Ardila Lülle, pionero de la formación de grandes industrias de este país, quien forjó durante más de 50 años una actividad que fue determinante en el desarrollo económico y social a través de las compañías que creó en sectores de bebidas, textiles y comunicaciones, solo por nombrar algunas en Colombia.
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El doctor Ardila fue un ejemplo de tesón, desde muy joven inició su carrera empresarial. Fue en 1953 donde empezó a trabajar en una fábrica de gaseosas. Desde allí y desde muy temprana edad comenzó su vida como emprendedor. Más allá de ser un hombre con una mirada empresarial, fue una persona coherente con sus acciones y responsabilidad en los cargos que desempeñó.
Siempre tuvo palabras constructivas, su enfoque de país fue único y muy comprometido. Fue un gran filántropo, especialmente en el área de la salud, asimismo resaltó su inmenso apoyo al deporte que tantas alegrías le da a Colombia. El doctor Ardila fue un convencido de que con el deporte se transforman vidas y se encuentran nuevos caminos, se forman nuevas generaciones, crecen jóvenes sanos y nos permite sacar lo mejor de nosotros.
Fue un ejemplo para muchos colombianos sobre la forma en que, con la lucha, trabajando, siendo aguerrido, pero también teniendo tenacidad y constancia se puede llegar a tener un gran éxito. Pionero en la creación de grandes empresas del país, forjó en más de medio siglo una actividad que fue determinante en el desarrollo económico y social a través de varias compañías en diversos sectores de la economía.
Tuvo el acierto de formar una generación de ejecutivos en su familia que estuvieron a la altura para continuar la senda que él señaló. De allí que parte de su legado son sus sucesores.
Su marca y su huella quedarán en la historia empresarial colombiana. Siempre luchó por sus sueños, qué bueno que lo logró y le demostró al mundo que las cosas se pueden hacer con legalidad, ética y transparencia. Es un ejemplo a seguir para muchos emprendedores del país y del mundo. Se dedicó con alma, vida y sombrero a sacar adelante sus proyectos. Es una gran tristeza, porque se trata de la muerte de uno de los empresarios que fue ejemplo de que las cosas se pueden hacer desde cero.
Carlos Ardila Lülle fue un empresario de gran importancia en todos los tiempos de Colombia. Como santandereano nunca olvidó su tierra, dando apoyo económico a diferentes causas de beneficio común.
Fue ingeniero civil de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, seccional Medellín. Desde que comenzó su brillante carrera en los negocios consolidó su organización empresarial, que al avance del siglo XXI cuenta con más de ochenta compañías que generan cerca de 40.000 empleos.
Su deceso enluta a sus familiares, a su extensa familia de colaboradores y a una gran cantidad de amigos que dejó a lo largo y ancho del territorio nacional. En la Andi lamentamos su partida. Tuvimos el honor de otorgarle en el año 2003 la orden al mérito empresarial José Gutiérrez Gómez.
Una condecoración que se une a las que recibió como la Orden de Boyacá, la Orden de la Democracia, además del reconocimiento de “El Empresario del Siglo XX”, distinción otorgada por 11 decanos de las principales facultades de administración de empresas del país.
Un empresario ético, visionario y comprometido con el país que siempre pensó en el bienestar. Por eso, fundó el Centro Médico Carlos Ardila Lülle, ubicado en Floridablanca (Santander), uno de los más modernos del país, y brindó apoyo a la Fundación Valle Lili en Cali.
Fue un gran ejemplo de compromiso con Colombia, de generación de empleo, aun en los momentos más difíciles. Siempre con un profundo conocimiento de la economía y la dinámica empresarial. Un referente de innovación y de reinvención, pues vivió distintas etapas de la realidad empresarial colombiana.
Su partida no interrumpe la vocación de creación de empresas y de desarrollo del país. Se va uno de sus grandes líderes y visionarios.
*Presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi).