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El factor Musk: por qué una salida a bolsa de SpaceX sería histórica

La posible salida a bolsa de SpaceX, impulsada por Elon Musk, podría convertirse en la mayor de la historia y plantea preguntas sobre el futuro de la empresa y del sector espacial. De acuerdo con Bloomberg, la colocación podría recaudar más de 30.000 millones de dólares.

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14 de diciembre de 2025 - 05:30 p. m.
EA1032. BOGOTÁ (COLOMBIA), 11/09/2025.- Fotografía de archivo del 20 de enero de 2025 del director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, asistiendo a una ceremonia en Washington (Estados Unidos). SpaceX, la empresa de Elon Musk, cerró un acuerdo millonario con EchoStar para comprarle parte de sus frecuencias de telecomunicaciones. Básicamente, los canales invisibles por donde viajan las llamadas y el internet. EFE/EPA/SAUL LOEB / POOL /ARCHIVO
EA1032. BOGOTÁ (COLOMBIA), 11/09/2025.- Fotografía de archivo del 20 de enero de 2025 del director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, asistiendo a una ceremonia en Washington (Estados Unidos). SpaceX, la empresa de Elon Musk, cerró un acuerdo millonario con EchoStar para comprarle parte de sus frecuencias de telecomunicaciones. Básicamente, los canales invisibles por donde viajan las llamadas y el internet. EFE/EPA/SAUL LOEB / POOL /ARCHIVO
Foto: EFE - SAUL LOEB / POOL
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Más de 20 años después de fundar SpaceX, Elon Musk vuelve a sacudir al mercado con un anuncio que no ha pasado desapercibido: la posible salida a bolsa de la empresa con la que revolucionó el sector espacial.

La operación, que podría concretarse el próximo año, despierta fascinación por su magnitud y por el momento elegido, y abre un debate sobre lo que significaría para una compañía acostumbrada a moverse lejos de las reglas del mercado público.

¿De qué se trata la posible salida a bolsa?

Salir a bolsa significa que una empresa comienza a cotizar en los mercados financieros, ofreciendo acciones al público por primera vez, lo cual permite que cualquier inversionista pueda comprar una parte de la compañía.

SpaceX es propiedad de Elon Musk (también director de Tesla y xAI) y cuenta entre sus accionistas con una amplia base de fondos de inversión. Entre ellos figura Alphabet, la casa matriz de Google.

Según explica la AFP, una eventual salida a bolsa permitiría a SpaceX atraer nuevos inversionistas, incluidos particulares, y facilitaría que los accionistas actuales capitalicen la valorización alcanzada por la empresa en los últimos años.

Para la propia compañía, el salto a los mercados públicos también tendría ventajas. Aunque SpaceX nunca ha tenido dificultades para captar recursos en el mercado privado, cotizar en bolsa ampliaría de forma significativa sus fuentes de financiamiento. “Los mercados públicos son sin duda más amplios”, señaló a la AFP Matthew Kennedy, de la firma especializada Renaissance Capital.

De acuerdo con Bloomberg, la colocación podría recaudar más de 30.000 millones de dólares, una cifra inédita para una salida a bolsa y muy superior a los cerca de 10.000 millones de dólares que la empresa ha levantado desde su creación, según la plataforma Pitchbook.

Ese movimiento llevaría la valoración total de SpaceX a alrededor de 1,5 billones de dólares.

¿Por qué tanto interés y tanto dinero?

La posible salida a bolsa de SpaceX se da en un momento de auge del sector espacial. De acuerdo con estimaciones citadas por la AFP, esta industria pasó de mover US 630.000 millones en 2023 y podría triplicar su tamaño hacia 2035, según proyecciones de la consultora McKinsey y el Foro Económico Mundial.

En ese contexto, SpaceX ocupa una posición singular. La empresa domina el mercado de lanzamientos espaciales gracias a sus cohetes reutilizables y opera la mayor constelación de satélites del mundo a través de Starlink, factores que le dan un atractivo difícil de comparar dentro del sector.

“Es, en cierto modo, un bicho raro, así que no podemos establecer demasiados paralelismos con el conjunto de la economía espacial”, explicó a la AFP Clayton Swope, investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).

A ese perfil único se suma la figura de Elon Musk, el hombre más rico del mundo. Según recuerda la AFP, Musk ya ha conseguido impulsar la valoración de Tesla muy por encima de la de gigantes tradicionales del sector automotor como Toyota o Volkswagen, pese a que vende entre cinco y seis veces menos vehículos.

¿Por qué ahora?

La pregunta es clave porque, durante años, Elon Musk había descartado la posibilidad de sacar a bolsa su empresa espacial. Desde su creación en 2002, SpaceX ha tenido para él un carácter especial, ligado a una ambición personal: hacer posible la colonización de Marte.

Ese objetivo está en el centro de las prioridades actuales de la compañía. SpaceX desarrolla Starship, el cohete más grande jamás concebido, pensado para misiones a la Luna y al planeta rojo. Además, la empresa quiere avanzar en proyectos como la construcción de centros de datos dedicados a la inteligencia artificial en el espacio, iniciativas que requerirían enormes volúmenes de inversión.

Según los analistas citados por la AFP, una eventual salida a bolsa permitiría dotar a la compañía de nueva liquidez para acelerar estos planes.

Para Clayton Swope, del CSIS, el movimiento apuntaría precisamente a eso: “acelerar el proceso de materialización de la visión de Elon Musk de una presencia humana en Marte”.

¿Qué consecuencias podría traer?

La entrada de SpaceX a la bolsa también tendría costes y riesgos. Según explica la AFP, cotizar en los mercados públicos obligaría a la empresa, y a Elon Musk, a ofrecer mayor transparencia, especialmente sobre sus ingresos, y la expondría a una presión constante por mostrar rentabilidad ante los accionistas.

“Creo que esto podría frenar un poco a SpaceX a corto plazo”, señaló a la AFP Mason Peck, profesor de aeronáutica de la Universidad de Cornell.

En su opinión, la estrategia de la empresa, basada en asumir riesgos elevados y probar tecnologías no convencionales mediante lanzamientos frecuentes de prototipos, podría verse afectada por las expectativas de los nuevos inversores.

Ese escenario abre el riesgo de que SpaceX termine convirtiéndose “en una empresa aeroespacial como todas las demás”, más inclinada hacia desarrollos tecnológicos tradicionales, advierte Peck.

Para Clayton Swope, sin embargo, ese giro no es el escenario más probable. El analista considera que esta forma de operar hace parte del ADN de SpaceX y que los potenciales inversores estarían dispuestos a asumir ese nivel de riesgo. “Creo que estarán dispuestos a aceptarlo”, concluyó.

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