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Los vuelos regresaron, paulatinamente, desde septiembre de 2020. En este primer año de reactivación el balance es positivo, en el país ya se movilizaron más de 21 millones de pasajeros. De hecho, en agosto, el número de pasajeros en el mercado doméstico reflejó una recuperación del 85,3 % frente al mismo período de 2019. Y los viajes internacionales no se quedan atrás: Colombia ha recuperado el 62 % de las sillas y el 60 % de las frecuencias internacionales que se registraban antes de la pandemia.
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El Espectador se contactó con Wingo para conocer cuál es su situación. Por el momento, la aerolínea está operando 28 rutas (19 internacionales y nueve domésticas), ocho más de las que tenía antes de que empezara la pandemia. Sus factores de ocupación están cerca del 85 % y para la temporada de fin de año proyectan ofrecer 64 % más vuelos que en 2019.
La aerolínea le atribuye a su modelo de bajo costo y a la flexibilidad que ofrece a los viajeros la rápida recuperación. Sin embargo, consideran que para seguir avanzando en la reactivación económica es fundamental avanzar en la vacunación contra el COVID-19 y revisar las cargas impositivas de los tiquetes aéreos.
¿Cuál es el avance de la reactivación económica? ¿Ya reactivaron la totalidad de las rutas?
Si bien la reactivación de la industria toma tiempo, nuestro modelo low cost le apuesta a concentrarse en lo que nuestros clientes necesitan hoy en día. Por ejemplo, se está priorizando el factor económico a la hora de retomar sus planes de viaje y, sobre todo, la flexibilidad para hacer los cambios que la nueva normalidad exige. En Wingo nos caracterizamos por nuestras tarifas bajas, buena onda, flexibilidad y la posibilidad de armar una experiencia de vuelo basada en las necesidades y el presupuesto de cada persona.
En este sentido, y gracias a la respuesta positiva que hemos recibido del mercado, actualmente estamos operando 27 % más vuelos respecto a los que realizábamos antes de la pandemia. Esto nos permite proyectar una recuperación a un ritmo saludable. Asimismo, contamos con factores de ocupación cercanos al 85 %, lo cual da cuenta de que los colombianos y latinoamericanos confían en nosotros.
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Nuestra reactivación se ha dado con altos estándares de bioseguridad. Así nos consolidamos como la low cost más grande de Colombia en el mercado exterior, con una red activa de 19 rutas internacionales y nueve domésticas, para un total de 28 destinos; ocho más que los que operábamos antes de la llegada del COVID-19.
¿Cómo proyectan el final de 2021? ¿Cuál es su perspectiva de crecimiento?
Nos seguiremos consolidando como la aerolínea bajo costo con el mayor número de destinos internacionales operados desde Colombia. Para conseguir este objetivo, continuaremos avanzando con nuestro plan estratégico de aumento de flota. A la fecha, ya tenemos 166 % más de sillas que las que ofrecíamos antes de la pandemia, gracias al cambio de todos nuestros aviones por modelos más grandes. Proyectamos cerrar el año con dos de estas aeronaves adicionales que nos permiten poner tarifas bajas.
Para la temporada de fin de año, vamos a ofrecer 64 % más vuelos y 191 % de sillas en comparación con la capacidad que ofrecíamos en temporadas altas antes de la pandemia, para así asegurarnos de darle acceso a todo el que quiera volar bien sin pagar más.
¿Cómo ha influido la reactivación de la infraestructura aeroportuaria en la recuperación del sector?
La Aeronáutica Civil ha ejecutado obras de infraestructura aeroportuaria y la renovación y mantenimiento de las estructuras como parte del compromiso que asumió el Gobierno con miras a estar preparados para cuando llegue el momento de la reactivación total de la industria.
La consolidación de una infraestructura aeroportuaria robusta y de largo alcance permite amplificar la posición geoestratégica de Colombia como un referente de conectividad aérea en la región y crea un entorno de amplia competitividad para nosotros como aerolínea.
¿Qué hace falta o que le facilitaría al sector la reactivación económica?
Lo que facilitará la reactivación económica, y por lo tanto del sector aéreo, es el avance en el proceso de vacunación contra el COVID-19 a gran escala, pues de esta manera se recuperará la confianza de los pasajeros para que vuelvan a descubrir los cielos. De ahí, que Wingo fue una de las primeras aerolíneas de la región en adquirir vacunas para inmunizar a sus tripulaciones y colaboradores, ofreciendo vuelos en los que todos nuestros tripulantes se encuentran vacunados.
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Adicionalmente, también resultaría fundamental revisar las cargas impositivas de los tiquetes aéreos de cara a la reactivación con el objetivo de bajar estas tasas y así estimular más precios bajos a la hora de volar.
¿Cuál ha sido su estrategia durante la reactivación?
Sin duda, la estrategia de Wingo ha sido fortalecer el modelo de la flexibilidad y del bajo costo, factores que cumplen un rol importante en la reactivación de la industria.
Antes de nuestra llegada, las aerolíneas low cost se asociaban con mal servicio, pero hemos logrado transformar esa realidad; al punto de ser reconocidos por los Kayak Travel Awards como la mejor bajo costo de Latinoamérica y la tercera en todo el mundo. Nuestra estrategia, además, busca atender la demanda de vuelos que pueda quedar desatendida en el país, mientras reafirmamos el compromiso con la flexibilidad, pues ofrecemos el primer cambio de fecha en el tiquete totalmente gratis.
La meta es seguir siendo posibilitadores de un turismo inclusivo al ser la aerolínea low cost que más conecta a Latinoamérica.