Los precios de la electricidad en Europa alcanzaron récords después de que Rusia reforzó su control sobre los mercados energéticos, profundizando una crisis que amenaza con hundir a las economías más grandes del continente en una recesión.
Los contratos energéticos aumentaron 11 % en Alemania y 5,5 % en Francia después de que Rusia dijera que reducirá aún más los flujos de gas a Europa a partir de este miércoles. Eso deja a la región sin combustible vital para producir electricidad en un momento en que Electricité de France SA lidia con la confiabilidad de sus plantas de energía nuclear. Menos del 50 % de la flota atómica de la empresa está actualmente en funcionamiento.
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Los precios más altos de energía podrían traducirse en más dolor para los hogares, las empresas y la industria, que ya se han visto golpeados por un aumento en los costos de vida provocado por los niveles de inflación más altos en décadas. Alemania, la economía más grande de Europa, ya ha activado dos fases de su plan de emergencia de gas y un claro deterioro de la situación la llevaría a promulgar la última.
Los precios del carbón subieron esta semana a un récord, dado que Europa usa más combustible en su intento por ahorrar gas para almacenarlo antes del invierno. La demanda de energía en la región aumentó la semana pasada debido a que una ola de calor letal impulsó la demanda de refrigeración.
“La demanda general de energía europea aumentó alrededor de un 3 % durante las primeras tres semanas de julio en comparación con junio, causada en parte por la ola de calor, que aumentó la demanda de refrigeración”, dijo Fabian Rønningen, analista de Rystad Energy. “El aumento de la demanda no podría haber llegado en peor momento a Europa, a medida que la mayor parte de la generación de energía adicional tiene que provenir del carbón y el gas, tanto en una situación de suministro severamente limitada como con precios muy altos”.
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La potencia anual alemana subió a un récord de 380 euros (US$384,58) por megavatio hora en el European Energy Exchange AG. El precio francés equivalente saltó a 499,50 euros por megavatio-hora, también un máximo histórico.
El alza de los precios de la energía está elevando el precio del carbón, lo que amenaza con encarecer la planificación energética de emergencia de Europa. Los futuros de carbón para entrega al noroeste de Europa el próximo año subieron hasta un 10% a un récord de US$303,95 por tonelada.
¿Un renacer nuclear?
En paralelo con la inminente crisis que se avecina por el suministro de gas en Europa, derivada de la guerra de Rusia en Ucrania, las iniciativas energéticas nucleares están teniendo un resurgimiento, tanto en Europa, como en otros lugares del planeta.
Por ejemplo, Países Bajos planea construir una nueva central nuclear, la primera de su tipo desde 1973.
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El Reino Unido, por su parte, ya se encuentra construyendo una instalación de este tipo, con la intención de alimentar las necesidades energéticas de unos seis millones de hogares.
Francia nacionalizará el gigante energética EDF, con miras a poder controlar más de cerca y eficientemente su industria de energía nuclear.
Y en la propia Alemania, que había tomado varios pasos significativos para alejarse de la energía atómica, se está considerando extender la vida ùtil de las plantas que aún se encuentran en funcionamiento.
En Japón, por ejemplo, se piensa en reactivar las centrales nucleares que entraron en hibernación después del desastre de Fukushima, 11 años después de una de las peores calamidades de su tipo (en segundo lugar, antecedida por la infame Chernóbil).
Uganda y Egipto están uniendo esfuerzos con Rusia para entrar en la producción de energía nuclear, a la vez que Estados Unidos anunció un presupuesto de US$6.000 millones para mantener en operación sus centrales energéticas de este tipo.
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