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El petróleo continuó con caídas en su precio este martes, con el crudo Brent (de referencia internacional) cayendo por debajo de los US 60 por barril. Un nivel que no se alcanzaba desde mayo de 2025.
Hacia las 7:30 de la mañana, hora Colombia, el Brent para liquidación en febrero bajaba 1,35 % y se ubicaba en US 59,74 por barril.
El descenso en ambas cotizaciones del crudo se da en un contexto de crecientes señales de exceso de oferta en el mercado global, reforzadas por las expectativas de un mayor suministro ante los avances en las conversaciones para poner fin a la guerra en Ucrania.
La presión bajista se extendió también al crudo estadounidense. Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) prolongaron las pérdidas tras registrar el cierre más débil desde 2021, en un mercado donde se acumulan señales de que la oferta está superando a la demanda. En la mañana de este martes, el WTI retrocedía 1,57 % hasta US 55,93.
En varias regiones comenzaron a aparecer señales de un mercado con mayor oferta. En Medio Oriente, los precios del crudo reflejaron un escenario de abundancia de barriles disponibles, mientras que algo similar se observó en algunos cargamentos comercializados en la costa del golfo de México, en Estados Unidos. Aunque en otras zonas persisten señales de oferta más ajustada, el balance general del mercado apunta a un aumento del suministro.
Un año que podría cerrar con precios a la baja
El petróleo se encamina además a cerrar 2025 con pérdidas, en un escenario de superávit previsto tanto para este año como para el próximo. Este exceso estaría explicado por el crecimiento de la producción dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y por el aumento del bombeo en varios países fuera del grupo, especialmente en el continente americano.
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La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que el superávit proyectado para el próximo año será el mayor registrado, con un exceso de barriles que podría acercarse a los 4 millones diarios si no hay nuevos recortes de producción, en un mercado donde la oferta avanza mucho más rápido que la demanda.
La caída del Brent tiene implicaciones relevantes para la economía colombiana, dado que el petróleo sigue siendo la principal exportación del país y una fuente importante de ingresos fiscales.
Además, el precio de referencia del crudo es un insumo central para las proyecciones financieras del Gobierno, desde el Marco Fiscal de Mediano Plazo hasta el cálculo de ingresos por regalías y dividendos de Ecopetrol. En la misma línea, existe una relación estrecha entre el comportamiento del Brent y el mercado cambiario: precios más bajos del petróleo suelen traducirse en menores entradas de dólares al país, lo que puede presionar la tasa de cambio, aunque ese efecto depende también de otros factores externos.
Las conversaciones en Ucrania
La caída de los precios también ha estado marcada por los avances diplomáticos alrededor del conflicto en Ucrania. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el lunes que “ahora estamos más cerca que nunca” de un acuerdo para poner fin a la guerra, mientras que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, destacó los “avances” en las conversaciones con Washington.
Un eventual cierre del conflicto, casi cuatro años después del inicio de la invasión en febrero de 2022, podría derivar en un alivio de las sanciones sobre el petróleo ruso, lo que aumentaría la oferta disponible en el mercado internacional.
Florence Schmit, estratega energética de Rabobank, dijo a Bloomberg que “el ciclo de noticias sobre Ucrania y Rusia está impulsando a la baja el precio spot ahora”, y agregó que “los mayores suministros también han influido desde hace un tiempo”.
Gritos de sobreoferta
Las expectativas de precios más bajos están respaldadas por las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), que ha advertido que el mercado petrolero global podría estar en un “punto de quiebre” por señales de un exceso significativo de oferta.
En un reciente análisis firmado por Toril Bosoni, jefa de la División de Industria y Mercados del Petróleo de la AIE, la agencia señala que el superávit de crudo y otros líquidos promedió 1,9 millones de barriles diarios entre enero y septiembre de 2025.
De mantenerse las condiciones actuales y sin recortes adicionales de producción, la AIE estima que el excedente podría acercarse a los 4 millones de barriles diarios en 2026, un nivel que la agencia califica como “insostenible” y ante el cual “algo va a tener que ceder” en el mercado.
Para sustentar sus estimaciones, la AIE destaca el aumento de los inventarios. Entre enero y agosto de este año, las existencias mundiales de petróleo crecieron en 225 millones de barriles, hasta alcanzar unos 7.900 millones de barriles, el nivel más alto en cuatro años. Más de un tercio de ese incremento provino de crudo almacenado en China, en parte por una nueva ley energética interna que obliga a las empresas a mantener mayores reservas comerciales.
A esto se suma el petróleo que aún no ha llegado a los tanques. En septiembre, el volumen de crudo transportado o almacenado en buques aumentó en cerca de 102 millones de barriles, el mayor incremento desde la pandemia. Según la AIE, cuando ese petróleo llegue a tierra y se incorpore a los inventarios comerciales fuera de China, la presión bajista sobre los precios podría aumentar.
La agencia advierte además que el problema no es solo la mayor oferta, sino también el menor ritmo de crecimiento de la demanda. La AIE proyecta que el consumo mundial de crudo crecerá cerca de 700.000 barriles diarios tanto en 2025 como en 2026, por debajo de las tendencias históricas, debido a un entorno económico más débil, mejoras en la eficiencia del parque automotor y un aumento en las ventas de vehículos eléctricos.
Más producción dentro y fuera de la OPEP+
Del lado de la oferta, la AIE identifica dos factores principales detrás del exceso de barriles. Por un lado, la OPEP+, cuyos recortes se estarían desarmando más rápido de lo previsto, con un aumento de producción estimado en 1,4 millones de barriles diarios este año y otros 1,2 millones en 2026.
Por otro lado, el crecimiento del bombeo en países como Estados Unidos, Brasil, Canadá, Guyana y Argentina también estaría impulsando la oferta fuera del bloque.
En conjunto, la AIE proyecta que la oferta petrolera mundial aumente en promedio unos 3 millones de barriles diarios en 2025 y otros 2,4 millones en 2026, un escenario que sigue presionando a la baja los precios del crudo.
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