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La reforma pensional avanza en su trámite por el Congreso. Parte del espíritu de esta iniciativa se concentra en brindar una protección económica a todos los adultos mayores en el país (así no hayan cotizado o completado los requisitos para su pensión), así como reorganizar las contribuciones reforzando los aportes que hacen los contribuyentes en fondo público (Colfondos).
Para la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos) es evidente que el sistema de pensiones colombiano requiere de una reforma pues, entre otras problemáticas, cada vez son menos los contribuyentes por cada adulto mayor pensionado, lo que a la larga plantea la insostenibilidad del sistema.
En torno a esto, la asociación resalta que la iniciativa del Gobierno tiene varios aspectos positivos, como la formalización del pilar solidario; la integración en un solo sistema de los regímenes existentes; la limitación de los subsidios a las pensiones altas (aunque no los elimina del todo) y la implementación de un enfoque de género que allana el camino para que las mujeres obtengan una pensión (pues se ha encontrado que en este asunto sí hay elementos que las diferencia de los hombres).
No obstante, Asofondos reconoce que hay una serie de elementos que deberían modificarse en la reforma, si se quiere consolidar un sistema de pensiones sostenible y que vele por los derechos financieros de sus cotizantes.
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“Llamamos la atención para que en las siguientes etapas de discusión en el Congreso sean analizados ampliamente y de forma objetiva, pues este proyecto es trascendental para todos. Consideramos que existe un riesgo para los derechos que los trabajadores tienen hoy día, se puedan ver afectados en la etapa de vejez”, aseguró Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos.
El primer aspecto que la asociación recomienda que se revise es el que tiene que ver con la propiedad del ahorro, ya que, al dividir el pilar contributivo en dos y obligar a que las cotizaciones correspondientes a los 3 primeros salarios mínimos vayan a Colpensiones, lleva a que la porción de la cotización correspondiente a esos salarios deje de ser propiedad individual. Asofondos cree que el 90% de los trabajadores, de forma inmediata, quedará sin esta propiedad de su flujo de ahorro.
El segundo aspecto tiene que ver con que se siga respetando la libertad de elección, ya que la reforma obliga a los contribuyentes de hasta tres salarios mínimos a cotizar en Colpensiones, mientras que del cuarto salario mínimo para arriba sí pueden elegir la administradora del fondo (es decir, un derecho que muy pocos podrían ejercer).
“La libertad de elección es muy valorada por los colombianos, pues actualmente se permite que todos elijamos qué entidad administre nuestro ahorro y ofrezca las mejores rentabilidades”, asegura el dirigente gremial, basado en la encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría (CNC), que dice que el 78% de los encuestados prefiere tener la libertad de decidir en qué fondo de pensiones estar (público (Colpensiones) o privado).
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En tercer lugar, Asofondos sugiere que se respete la heredabilidad de las pensiones, ya que su interpretación de la reforma lleva a concluir que los trabajadores ya no podrán heredar sus ahorros.
El cuarto elemento tiene que ver con que no se elimine la posibilidad de pensionarse antes de alcanzar la edad de jubilación, y el quinto con que se proteja el ahorro, ya que con la reforma (según Asofondos) solo la quinta parte de las contribuciones serían ahorrada, pues el resto se destinará para pagar las pensiones de quienes ya se encuentran pensionados.
Para Asofondos, el ahorro debería ser un principio fundamental, por lo que debido a la transición demográfica (cada vez menos trabajadores en comparación con pensionados) el pilar contributivo debería ser indispensable, y el mismo debería ser administrado tanto por entes privados como públicos.
En cuanto al pilar semicontributivo, recomienda la aplicación de una serie de ajustes, teniendo en cuenta que solo tres de cada cuatro colombianos logra pensionarse. “La mayoría de ellos no recibirá el subsidio solidario, estos trabajadores recibirán un pilar Semicontributivo. Pero, como quedó el proyecto, un trabajador que cotizó sobre un salario mínimo recibirá solo unos 90 mil pesos mensuales, mientras que con una AFP recibiría 202 mil pesos. Esto debe revisarse”, dice.
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A esto se suma la eliminación de subsidios a los trabajadores de ingresos altos y que prime la posibilidad de que los contribuyentes elijan en qué fondo hacer sus cotizaciones.
“Queremos llamar la atención sobre una realidad ineludible: los sistemas de reparto o de prima media son insostenibles. Cada vez hay menos trabajadores activos por cada adulto mayor, lo que lleva, inevitablemente, a reducir los beneficios pensionales para las nuevas generaciones. También queremos llamar la atención sobre el fondo de ahorro público, que no tiene un blindaje de protección en el articulado”, concluyó.
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