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Los precios que los productores colombianos cobran por sus bienes no se mueven todos al mismo ritmo.
En agosto de 2025, el Índice de Precios al Productor (IPP) del DANE, que mide cómo varían los costos de producción en el país, mostró un aumento general de 3,84 % frente a agosto de 2024.
Esto significa que, en promedio, los bienes que salen de las fábricas y del campo cuestan casi 4 % más que hace un año.
Imagíneselo como un termómetro para saber si cocinar un plato está más caro o más barato desde cuánto le cuesta al que las produjo: mientras algunos ingredientes suben, otros bajan, y eso decide si el precio final se encarece o no.
Pero la historia completa tiene matices importantes.
Los productos destinados al mercado local subieron 5,29 %, mientras que los exportados bajaron 0,50 %. Es decir, lo que se produce para Colombia se encareció, pero lo que se vende afuera perdió algo de valor.
Sectores que marcan la pauta
Agricultura, ganadería y pesca lideraron el aumento con 13,15 %, un salto que refleja subidas en frutas de pepita y de hueso (como manzanas y duraznos) de 36 %, y de productos energéticos como el gas natural licuado (55,9 %) o el oro en bruto (27,9 %).
La industria manufacturera (3,6 %) y la minería (-7,44 %) quedaron por debajo del promedio, señalando que no todos los negocios sienten la misma presión de costos.
Algunos productos tiraron hacia abajo el índice, como los aceites de petróleo crudo (-11,98 %), papas (-57,78 %) y hulla (-4,7 %). Esto actúa como un freno: si algunas materias primas bajan, ayudan a que el aumento general no sea más fuerte.
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Comparando con julio, el IPP mostró un aumento menor, de apenas 0,42 %. En este caso, de nuevo, la agricultura lidera el aumento de precios al que produce con 1,79 %, mientras que la industria y la minería apenas subieron.
El gas natural subió casi 56 %, lo que impacta la factura de energía o la producción de algunas fábricas.
Por su parte, las frutas de pepita y hueso, como manzanas y duraznos, subieron 4,26 %, así que el jugo de fruta o la ensalada de frutas puede sentirse más cara.
Los aceites para petróleo (-2,42 %) y hortalizas de raíz (-6,19 %) frenaron el crecimiento.
Por último, los bienes listos para el consumidor o para el mercado local subieron 0,72 %, los de oferta interna aumentaron 0,59 %, y los importados solo 0,14 %.
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Es decir, lo que compramos en el supermercado o usamos en la industria refleja parcialmente estos cambios, pero no todos los productos sienten lo mismo.
Si compra una caja de jugo de naranja o gasolina, notará que algunos precios subieron más que otros; no todo se mueve igual, y eso explica por qué algunos recibos se sienten más pesados este mes. Ni qué decir de las cuentas públicas, que dependen en gran medida del consumo de los hogares, que ocupan 22,4 % del recaudo por IVA, según la DIAN.
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