No han sido días fáciles para los deudores del Icetex. Las cuotas que algunos pagaban mensualmente por sus créditos se han incrementado 30 %, 50 % y hasta un 70 % de un mes a otro. Además, la situación financiera y la eliminación de subsidios que ofrecía la entidad generan incertidumbre entre los usuarios. Uno de estos subsidios es el de la tasa de interés que tenían los estudiantes que ya se graduaron y están pagando su crédito. Después de que la entidad les comunicara en una carta que no podía mantener este beneficio por la situación fiscal del país, muchos se preguntan cómo pagar las nuevas sumas que les están cobrando. (Puede leer: Corte Constitucional le responde a Petro sobre tema Icetex)
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Valentina Castellanos, por ejemplo, tomó su crédito para estudiar Jurisprudencia en la Universidad del Rosario. Sus cuotas acaban de pasar de $1’887.000 a $2’060.523. En el caso de la médica Brenda Chaves, se incrementaron de $2’261,296 a $2’941.457 y algo similar le ocurrió a Sonia Veloza, quien ahora debe consignar $3’138.183, cuando antes pagaba $2’465.923. “Lo que más me sorprendió es que del nuevo valor de la cuota ($1’241.454) solo $64.868 —es decir, el 5 %— se abonaría al capital”, añade Hugo Santiago Caro, quien pidió un préstamo para estudiar Periodismo en la Universidad Javeriana.
Álvaro Urquijo, presidente del Icetex, organizó un encuentro con varios periodistas este viernes 28 de febrero para aclarar un poco el panorama sobre esta situación. Allí recalcó que no es cierto que la entidad esté pasando por un mal momento financiero y mostró dos cifras claves para corroborar que la entidad tiene solidez y sostenibilidad financiera: para la renovación de créditos están asegurados $2,6 billones, que se les girarán a las universidades, y para nuevos cupos cuentan con $1 billón. Urquijo también señaló que siguen buscando recursos que le permitan al Icetex ampliar sus beneficios y, que en esta labor, ha contado con el apoyo de los ministerios de Educación y Hacienda.
Este beneficio del subsidio a la tasa empezó a funcionar desde 2010, para aquellos estudiantes de estratos 1, 2 y 3 o que pertenecían a la categoría A, B y hasta C7 del Sisbén y tomaran un crédito a largo plazo. Es decir, primero estudian o, mientras lo hacen, financian hasta el 30 % de la carrera. Luego pagaban sus cuotas con una tasa de interés que está compuesta por el índice de precios al consumidor (IPC) + 0 %. Estos jóvenes, que hoy están en período de amortización, tienen hasta el doble del tiempo del período de estudios para pagar la deuda, con una tasa de interés que solo contempla el IPC.
El objetivo de la entidad era evitar que los jóvenes pagaran unas tasas de interés tan altas, que podían variar de acuerdo al IPC. Según el crédito, se le sumarían 7, 9 o 12 puntos a ese porcentaje. En el caso de quienes pidieron un crédito de largo plazo,que son quienes se verán más afectados por la reciente medida de la entidad, sus tasas de interés son del IPC + 12 puntos. En otras palabras, les cobran del 12,2 % al 17,2 % de interés. Pero, para entenderlo mejor, basta mirar la situación de 2023. Como en 2022 la inflación del país cerró en 13,1 %, entonces los jóvenes que no tenían subsidio a la tasa de interés debían pagar el IPC (que era de 13,1 %) más los 12 puntos de sus créditos. Al final, su cuota habría tenido un interés del 25,1 %.
Para evitar esa situación, el Ministerio de Educación le desembolsó a la entidad el dinero para cubrir ese tasa de interés. Pero ahora, al eliminar este beneficio, advierte Manuel Acevedo, expresidente de la entidad durante el gobierno Duque, “se verán afectados aquellos jóvenes que ya estudiaron, se les consolidó el capital y se les liquidaron los intereses que tenía ese subsidio durante ese tiempo”. En los cálculos del Icetex, este grupo de afectados son 140.000 jóvenes.
Cuando se hizo pública la carta del Icetex, algunos estudiantes aseguraron que la entidad les había cambiado las reglas de juego, argumentando que cuando firmaron el contrato del crédito las tasas de interés establecidas eran del IPC + 0. Sobre este punto, Urquijo aclaró que la entidad en los contratos menciona dos tasas: la de contratación, que es con la que el joven adquiere la deuda, y la de liquidación, con la cual se estima cada una de las cuotas. Este subsidio, añade, cubría las tasas de liquidación, pero “las de contratación no se pueden modificar. No cambiamos las condiciones”.
Además de eliminar el subsidio a la tasa de interés, el Icetex envió a más de 200.000 jóvenes otra carta avisándoles que ya no podía subsidiar los puntos adicionales de las tasas de interés, como lo hizo en 2023 y 2024. Como parte de este beneficio, la entidad había subsidiado los puntos adicionales al IPC; es decir, a aquellos estudiantes que estaban al día les cobraban IPC + 2 puntos y a los que estaban en mora, IPC + 4 puntos.
Con las medidas anunciadas por el Icetex, al parecer, los únicos que no se verán afectados serán los jóvenes que siguen estudiando (el Gobierno anunció que les seguirá cubriendo la tasa de interés), los que tomaron un crédito de corto plazo y los afiliados al programa U. Solidaria, del que hacen parte más de 60 Instituciones de Educación Superior (IES). Estos planteles, de forma voluntaria, asumen los intereses para que los estudiantes solo paguen el valor correspondiente al IPC. Ahora, la entidad espera que lleguen un poco más de 20.000 tutelas, teniendo en cuenta que además está en vilo el futuro del subsidio de sostenimiento, que consiste en un salario mínimo semestral para que los estudiantes puedan pagar sus traslados o materiales de la carrera.
Valentina Castellanos: una cuota más alta que el salario
Como todos los 17 de cada mes, este febrero, Valentina Castellanos, una joven bogotana de 26 años, ingresó a la página del Icetex a corroborar el valor de la cuota de su crédito. Cuando entró a la plataforma, vio que el precio que debía cancelar ya no era de $1.887.000, sino de $2.060.523. En medio de su angustia, decidió llamar al Icetex. Un asesor le explicó que por la situación del país ya no iban a financiar las tasas de interés. “Mi sueldo es de $2.000.000, ¿cómo iba a pagar?”, se pregunta.
El asesor, según Valentina, le aclaró que, por las condiciones de su crédito, solo tenía una opción: ampliar las cuotas, una alternativa que había empleado antes y que la llevó a que su deuda pasara de 100 a 200 cuotas. Ahora, si opta por esta salida, su deuda llegaría a 400 cuotas. También, dice Valentina, el asesor le dijo que este valor hacía referencia al IPC, más cuatro puntos del Icetex y la tasa del crédito.
“En este último extracto se ve cómo del valor de la cuota, que es de $2.060.523, se van $1,915,492 a intereses y $154,031 a capital. Será una deuda sin fin”, dice.
La idea de tomar un crédito del Icetex surgió en 2015, cuando decidió estudiar Jurisprudencia en la Universidad del Rosario. La línea de crédito que eligió se conoce como “Tú eliges 25%” y consiste en que ella y sus padres financiaban el 25 % de la carrera mientras ella estudiaba y el 75% una vez que se graduara.
En sus años de estudio las cuotas fueron de $621.700, que representaba el 25% del valor total de la matrícula. Luego, cuando terminó su carrera en 2022, tuvo un período de “gracia” y en 2023 continuó con el pago de su crédito. La primera cuota fue de $2.170.000, un valor que, asegura, no podía pagar. “Hasta ahora conseguía mi primer trabajo y mi suelo era de $1.800.000. No me alcanzaba”.
En ese momento, Valentina amplió las cuotas del crédito y consiguió que quedaran en $1.887.000. “Aunque bajó el valor, seguía superando mi salario”, cuenta, por lo que su mamá solicitó un par de créditos para ayudarla a pagar la deuda con el Icetex. Tras una decisión del Gobierno, en marzo de 2024, se eliminaron las tasas de interés y su cuota quedó en $1.557.597. Pero su mamá empezó a presentar problemas para pagar este valor y Valentina tuvo que pedir créditos con otras entidades bancarias. Hoy su deuda con el Icetex asciende a $138.000.000 y, según su paz y salvo, de las 22 cuotas que ha pagado solo ha abonado $2.000.000 a capital; el resto ha sido destinado para intereses.
Brenda Chaves: ya pagó $182 millones; le falta $149 millones más
En una llamada, Brenda Chaves, de 27 años, dice que ha buscado varias alternativas para saldar los $149.060.509 que le debe al Icetex. Entre las opciones está irse a otro país para trabajar. También contempló seguir la recomendación que hacen en un grupo de Instagram donde brindan “ayudas” para saldar la deuda. Cuando los contactó, le aseguraron que, a cambio de $20.000.000, la harían pasar como integrante de una comunidad indígena, lo cual le permitiría condonar el 50% de la deuda. Por fortuna, no aceptó.
Cuando el Icetex le notificó a través de WhatsApp que ya no tendría el subsidio a las tasas de interés por la situación fiscal del país, sus cuotas pasaron de $2,261,296 a $2.941.457. Es, explica, más de la mitad de su salario. “Este valor lo debía consignar antes del 20 de febrero, como no alcancé, tengo 14 días de mora y ahora mi cuota es de $4,994,404. Para pagar la totalidad de mi deuda, me toca pedir dinero prestado. Estoy pensando en buscar un trabajo adicional”, cuenta.
El crédito con el Icetex lo tomó en 2015, para ingresar al segundo semestre de medicina en la Universidad del Rosario porque a sus padres se les acabaron los ahorros. El semestre valía $17.000.0000. Con el crédito, pudo financiar toda su carrera, que tuvo un costo de $230.000.000. Durante su rural, en 2021, en Boyacá, se enteró de que sus cuotas, tras ese período de amortización, empezarían a ser de $2.300.000. “Quería quedarme en Boyacá trabajando un rato, pero los sueldos que ofrecían no me alcanzaban para pagar la cuota, así que tuve que devolverme”, asegura. Hasta el momento ha pagado $182.251.000, que representan 56 de las 120 cuotas de su crédito. A pesar de ello, aún le debe al Icetex $149.060.509.
Hugo Santiago Caro: una cuota que incrementó más de un 40% en un mes
A Hugo Santiago Caro el último recibo con la cuota del crédito Icetex le llegó el 20 de febrero. Al descargarlo, vio que el valor había incrementado en un poco más del 40%, en comparación al mes anterior. Ya no pagaría $716.095, sino $1.241.454. La razón se la explicó la entidad en una carta: por la “compleja situación fiscal por la que atraviesa el país, los beneficiarios de financiación educativa que están en período de pago no tendrán subsidio a la tasa de interés”. Lo que más le sorprendió es que, del nuevo valor que debía desembolsar, solo $64.868 se abonaría al capital de la deuda. Es decir, el 5%.
Entre las opciones que Hugo ha encontrado para disminuir el valor de su crédito “Tú eliges 0%” y que consiste en que la deuda se comienza a pagar después de que termine de estudiar, está la de ampliar el número de cuotas. Acudió a esta alternativa en 2022, cuando su cuota pasó de $500.000 a un poco más de $1.300.000.
Así consiguió que cada uno de sus pagos quedaran en $700.000, pero el número de cuotas pasó de 107 a 159. No cree que antes de 2037 logre saldar el total de su deuda, que, por una condonación del 25%, quedó, en total, en $94.000.000. Estudió, desde 2015, Comunicación y Periodismo en la Universidad Javeriana.
Ahora está buscando una asesoría legal para poder encontrar una condonación o un acuerdo de pago que se ajuste a sus ingresos. Dice que la mitad de su sueldo lo está destinando a pagar su crédito y que “más del 50% de sus pagos se están yendo a intereses y no abonando a capital”.
Julián González, hacer maromas para pagar
Julián González, médico de la Universidad Militar, dice que cuando terminó su año rural en Antioquia, en 2021, su madre ya no pudo continuar pagando su crédito Icetex. Desde entonces, ella no ha conseguido un trabajo estable y él ha asumido la carga financiera de su casa. Para poder asumir estas funciones, consiguió dos trabajos: uno como médico de urgencias y otro como docente. Sus cuotas eran de $786.000, pero con la decisión del Icetex, ahora son de $1.185.476. Dice que es un valor que equivale al 40% de su salario. “Un sueldo lo destino para los gastos de mi casa y el otro casi que para Icetex, para pagar mi cuota y ayudarle a mi novia con la de ella, que con este incremento, el valor subió en más de $180.000. Ahora son de $2.000.000”, señala.
Sus dos trabajos, cuenta Julián, le han permitido no estar en mora con el Icetex, pero lamenta que no esté ahorrando para pagar su “residencia”, como se conoce en el mundo de la medicina a los posgrados. No espera ser siempre un médico general, pero calcula que, al menos, en 10 años seguirá pagando su pregrado. Hoy tiene 27 años y asegura que “desde junio del año pasado sigo debiendo un poco más de $65.000.000, de los $130.000.000 que me prestó la entidad. La mayoría del dinero que he pagado, como se ven en los recibos, se ha ido a intereses”.
Hasta el momento, Julián asegura que no ha podido pactar otro acuerdo de pago, pues, por sus dos trabajos, no es tan fácil ir hasta el Icetex, en el centro de Bogotá. Dice que ha intentado a través de las líneas de atención, pero solo le han sugerido congelar por seis meses su deuda o ampliar las cuotas de su crédito. En su opinión, no le han brindado una buena asesoría. Ahora espera reunir todos sus recibos de pago y paz y salvo para interponer una queja ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Sonia Veloza, a pagar más de $355 millones
“Estoy pagando un gota a gota con el Icetex o así lo entiendo”, manifiesta Sonia Veloza. Su comparación surgió después de una respuesta de la entidad a un derecho de petición. En el documento, el Icetex le aclaraba las condiciones del crédito que Sonia tomó en 2016 para que su hija Melissa estudiara medicina en la Universidad Juan N. Corpas. “En cuanto a los intereses aplicados al crédito, te comentamos que este se genera diaria e ininterrumpidamente hasta la terminación total de la obligación”, se lee en el documento que le enviaron y asegura que en las condiciones iniciales no le explicaron que la cuota no era variable.
La respuesta al derecho de petición llegó después de la primera cuota del período de amortización. Sus cuotas ya no serían de $553.094, sino de $2.465.924. “No teníamos esa suma de dinero, por eso en el derecho de petición solicitamos que nos desglosaran los pagos, los intereses, el valor de cada semestre y de cuánto era la deuda final”, señala. El Icetex le prestó a Sonia y a su hija $124.863.934 para estudiar medicina, al final, la deuda total era de $197.646.336, pues durante el tiempo del estudio, los intereses habían sumado $72.782.402.
La entidad también le hizo una proyección de pago por los 144 meses en los que está pactado el crédito. Si seguía con las cuotas iniciales (de $2.465.923), en 144 meses, terminaría pagando $355.092.912. Al no pertenecer a ninguna comunidad minoritaria ni tener Sisbén, solo podía acceder a un beneficio: al del subsidio a la tasa de interés. Pero al eliminarlo, sus cuotas quedaron en $3.138.183. Sonia asegura que es más del 50% del salario de su hija Melissa.
Camila Ospina: Ha pagado $49.000.000 y aún debe más de la mitad de su carrera
Camila Ospina, de 26 años, accedió en 2016 a un crédito del Icetex para estudiar Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Sergio Arboleda. Optó por la línea “tú eliges 10%”, es decir, pagar ese porcentaje mientras estudiaba y el 90% al finalizar su carrera.
El Icetex le desembolsó a la institución $75.000.000 para sus estudios y, la primera cuota, que contó con el subsidio de la tasa de interés, la empezó a pagar en noviembre de 2021, durante su periodo de amortización.
Según cuenta Camila, su primer pago fue de $781.000; sin embargo, por las tasas de interés del Icetex y la variación del IPC, el valor alcanzó $1.100.000. Con la reciente disminución del IPC, pasó a $912.331. Pero sin el subsidio a la tasa de interés, la entidad le cobró $1.224.086. Los debe pagar antes del 5 de marzo, si quiere evitar estar en mora.
Como su trabajo es por prestación de servicios y a término fijo, no tiene certeza de si podrá seguir pagando las cuotas. Si no lo hace, su papá, quien es su codeudor solidario, puede resultar afectado. “Desde que comencé mi carrera, en 2016, le he pagado al Icetex $49.000.000 y todavía le debo $55.000.000. No suma ni la mitad de la carrera”.
Ana María de Arce, más del 80% del pago es para intereses
Ana María de Arce, egresada de medicina de la Universidad del Norte, también se quedó sin el subsidio a la tasa de interés. Antes del 5 de marzo deberá pagarle al Icetex $1,583,224, un precio que es $580.000 más costoso que el mes pasado. Pero, lo que más la inquieta, dice, es que solo van a destinar $133,445 al capital de la deuda.
En medio de la incertidumbre, Ana María llamó al Icetex para encontrar una solución. Le dijeron que, por el momento, la única opción era abonar más dinero al capital. Le pusieron este ejemplo: si su cuota era de $1.600.000, ese mes debía pagar $3.000.000 y de esta forma podía disminuir el valor de los intereses. Es una posibilidad que no ve viable, pues el 25% de su sueldo lo destina a pagar su crédito. “Yo también asumo los gastos de mi manutención”, comenta.
El año pasado, en diciembre, Ana María, que tras graduarse le fue condonada el 25% de la deuda, pagó dos veces su cuota por error. Consignó al Icetex $2.324.548. Reclamó pero le dijeron que no podían reversar la transacción y que debía pagar los $955.599 del siguiente mes. “Lo que me dio un poco de tranquilidad es que me aseguraron que esa plata se iba a abonar al capital. Pero cuando revisé el recibo, de ese valor, $723.831 se fueron a intereses. No hice nada”, lamenta. Se siente “mani-atada” con el Icetex, al que hoy le debe $98,231,492.
Javier Andrés Valencia, una condonación que nunca llegó
En 2015, Javier Andrés Valencia, de Paratebueno (Cundinamarca), tomó un crédito con el Icetex para estudiar Administración Ambiental y de los Recursos Naturales, en la sede de Villavicencio de la Universidad Santo Tomás. Su crédito hacía parte del programa “4x1 Opción de Vida”, que, junto a la Gobernación de Cundinamarca, buscaba que alumnos de colegios oficiales del departamento accedieran a programas de educación superior. El factor diferencial de esta línea de crédito es que, si el beneficiario se graduaba, accedía a un 75% de condonación de la deuda y, al final, solo debía pagar el 25% de su carrera. El resto del porcentaje lo asumía la universidad, la Gobernación y el Icetex.
A pesar de que Javier cumplió el principal requisito de este beneficio, que era graduarse (lo hizo en abril de 2023), no ha podido acceder a la condonación de su crédito, lo que ha hecho que, desde marzo de 2024, el Icetex emita facturas con su deuda, la cual está calculada en $19.017.706, que es el valor que la entidad giró por su carrera. “Me quedaron mensualidades de $239.390 y el Icetex prefiere iniciar a cobrarme un capital que no incluye la condonación que me corresponde. Me toca pagar para no entrar en estado de mora”, añade. Tras la decisión de la entidad de quitar el subsidio a las tasas de interés, el valor incrementó a $322.017.
Javier también siente que el Icetex le incumplió, pues, cuando empezó su periodo de cobro, la entidad le notificó que su crédito iba a tener un interés corriente de IPC+0. Pero, con las nuevas medidas del Gobierno, la entidad le está calculando el IPC+11.3, lo que, a sus ojos, “incumple con lo pactado en el inicio del cobro”. Desde el Icetex, según señala, le han asegurado que “la aplicación de sus condonaciones depende de la disponibilidad presupuestal del Gobierno Nacional”.
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