Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Lo tangible y evanescente de Óscar Muñoz

El Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO presenta la obra de Óscar Muñoz, una visión sensitiva e inmersiva que hará al visitante navegar por sus imágenes.

Sandra Fernández

02 de septiembre de 2025 - 05:00 p. m.
Detalle de la obra "El Coleccionista" (2016), de Óscar Muñoz.
Foto: Juan Yaruro
PUBLICIDAD

El tiempo reacciona y transforma la figura: la seca, la desproporciona, la vuelve polvo, la sumerge y la diluye. No deja rastro, como si se la hubieran devorado. La aparición de rostros, transeúntes retratados, artefactos utilizados para sostener la imagen, pero que carecen de ella; palabras que se sumergen y hechos históricos dispersos entre el polvo, son algunas visiones que se muestran en la exposición Infraleve. Memoria y fragilidad, de Óscar Muñoz.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

El artista colombiano posee una trayectoria con un aporte relevante al arte contemporáneo. En los años setenta el dibujo cobró fuerza: sus obras estaban guiadas por la luz y lo cotidiano, con una apertura hacia el movimiento, hacia la construcción o, más bien, hacia la recomposición de la imagen fija. Aquí la fotografía se convierte en un dispositivo que atrapa al ser humano en su entorno.

En los noventa, su exploración hacia nuevas técnicas que igualmente involucraron el dibujo y la representación del ser humano en ciertos espacios cotidianos, reconoció la presencia que se va desgastando con el tiempo.

Es así como su obra está enlazada con la imagen: la cuestiona, la conceptualiza y hasta la complejiza para penetrarla y diseccionarla, todo ello envuelto en una poética que logra integrar al espectador en su obra misma como parte importante. Porque cada recuerdo que se guarda en la memoria, de alguna manera, se conecta con estas imágenes para potencializarlas.

A partir de una representación entre el agua, el vapor, las cenizas o el movimiento; los recuerdos y las imágenes se posan entre el ser y el no ser, el espacio y la nada, lo visible y la desaparición. Es esta historia revisitada, estos rostros acuosos y borrosos que poco a poco se convierten en formas evanescentes. Todo ello podría acuñarse al término infraleve que proponen los curadores de la muestra en el MAMBO, Eugenio Viola y Juaniko Moreno, un concepto traído de Marcel Duchamp que hace referencia a transiciones casi imperceptibles.

Read more!

Desde este lugar, la exposición se divide en cinco momentos: “Por volatilidad”, en donde las obras luchan por no desaparecer; “Por condensación”, que logra retener en ciertos dispositivos la memoria; “Por fijación”, donde la fotografía y la imagen en movimiento se transmutan; “Por discurso”, en donde la palabra cobra otro significado; y “Por acumulación”, donde la reproducción de la imagen se enlaza con la memoria y el tiempo.

En un primer momento, aparece la mirada de un personaje histórico que se torna borrosa mientras la acompaña el reflejo del espectador, generando un choque generacional, casi realizando una composición metafórica en la que el ser que se refleja está en movimiento y el personaje anónimo reproducido en este artefacto se deteriora con el paso del tiempo. Ante la imagen (2009) es un grabado hecho sobre un espejo del primer autorretrato realizado en la historia.

Se trata de la imagen de un hombre que lustra sus zapatos en medio de una calle en París y que va oxidándose hasta encontrarse con la figura que se refleja al otro lado del espejo.

En otro momento, fotógrafos capturaban con su cámara a quienes deambulaban por las calles caleñas con un destino fijo o simplemente siguiendo las huellas de quienes ya habían visitado aquel lugar. Algunos transitaban una sola vez, mientras que para otros las calles se convertían en parte del paisaje cotidiano. Miles eran atrapados en imágenes instantáneas que Muñoz logró reunir en su obra Archivo por contacto (2007). Aquí se exhiben alrededor de 100 fotografías que fueron tomadas en el Puente Ortiz de Cali y que fueron seleccionadas a partir de un acervo de 3000 hojas de contacto y negativos que el artista adquirió del negocio Instantáneas Panamericanas, dedicado a fotografiar a las personas en las calles de la ciudad de Cali entre la década de los cuarenta y finales de los setenta.

Read more!
Plano general de la exposición Infraleve. Memoria y fragilidad en la obra de Óscar Muñoz.
Foto: Juan Yaruro

Más adelante, siguiendo el recorrido por la exposición, la figura de Óscar Muñoz aparece proyectada en la pared caminando de un lugar a otro, cambiando las imágenes que están extendidas en una fila llena de rectángulos blancos. Como si estuvieran puestos en una estantería aquellos recuerdos que grababa en su memoria, Muñoz comienza a poner, cambiar o quitar imágenes de personajes de la historia y algunos retratos que él atesoraba. El coleccionista (2016) es una videoinstalación que busca proyectar aquello que compone al ser humano: recuerdos e imágenes que constituyen su identidad.

No ad for you

Dentro del capítulo “por discurso”, el video se convierte en una materia relevante que, al combinarse con imágenes proyectadas desde dispositivos móviles, habla de la reproducción incesante de la imagen. En el video central aparece la obra Distopía (2014), que logra deshacer en el agua textos y frases del libro 1984 de George Orwell, una novela de ciencia ficción que habla sobre el control y constituye una fuerte crítica al totalitarismo. Los textos descritos allí se tornan negros, casi en manchas irreconocibles que poco a poco se pierden con el fondo negro de la pantalla. A su lado se encuentra la obra Doomscroll (2025), compuesta por cinco teléfonos que reproducen frases de noticias, de libros y diálogos de películas que describen la vida política y social del país. Estas frases van flotando en el agua hasta convertirse en manchas negras. Este capítulo reconoce lo frágil que se vuelve la memoria del ser humano en un mundo invadido por imágenes que aparecen constantemente desde el dispositivo móvil: se convierten en cotidianas, se evaporan como el agua sin importar lo impactantes que sean.

No ad for you

Óscar Muñoz cuestiona el recuerdo, ese objeto que pasa por nuestra memoria para quedarse. Lo personifica entre la luz y la sombra, en un tránsito divino entre lo evanescente y la forma que logra capturar una cámara fotográfica. Por esta razón su interés permanente por el sentido de la fotografía, por la captura, por la capacidad que tiene de convertir un acto memorable en un objeto acuoso y con tinta que se proyecta, y que puede convertirse tanto en el comienzo como en el final.

Más de 30 obras conforman la exposición Infraleve. Memoria y fragilidad en la obra de Óscar Muñoz, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, que se podrá visitar hasta el 5 de octubre.

Por Sandra Fernández

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.