La fiscal de París, Laure Beccuau, declaró hoy a la emisora franceinfo que el robo de joyas históricas valuadas en 102 millones de dólares en el museo del Louvre no parece estar vinculado con “las altas esferas del crimen organizado”, sino que los sospechosos serían vecinos de bajos recursos del norte de París.
El asalto, ocurrido a plena luz del día en octubre, fue ejecutado por delincuentes comunes y no por profesionales del crimen, informó la fiscalía parisina. Según la investigación, dos hombres estacionaron un camión con plataforma elevadora frente al museo, subieron al segundo piso, rompieron una ventana, abrieron las vitrinas con sierras radiales y huyeron en scooters conducidos por dos cómplices. Toda la operación duró menos de siete minutos.
Con tres de los cuatro presuntos autores ya detenidos y las joyas aún desaparecidas, las autoridades descartan un golpe de estilo cinematográfico como Ocean’s Eleven. “No se trata exactamente de una delincuencia cotidiana, pero tampoco está asociada con las altas esferas del crimen organizado”, explicó Beccuau. “Son claramente personas locales”, añadió.
La fiscal precisó que los cuatro arrestados, entre ellos la novia de uno de los sospechosos, residen en Seine-Saint-Denis, una zona de bajos ingresos al norte de la capital. Su perfil, dijo, “no corresponde al de profesionales capaces de ejecutar operaciones complejas”.
Medios franceses han señalado que los ladrones parecían aficionados, ya que durante la huida dejaron caer la pieza más valiosa —la corona de la emperatriz Eugenia, de oro, esmeraldas y diamantes—, olvidaron herramientas en el lugar y no incendiaron el camión, una práctica habitual en robos planificados para eliminar pruebas.
Detenciones y perfiles
Una semana después del golpe, la policía arrestó a dos hombres sospechosos de haber ingresado al museo: un argelino de 34 años, residente en Francia desde 2010, detenido cuando intentaba abordar un vuelo hacia Argelia, y un hombre de 39 años bajo supervisión judicial por robo agravado. Ambos viven en Aubervilliers, al norte de París, y admitieron parcialmente su participación, según Beccuau.
Otros dos sospechosos —un hombre de 37 años y una mujer de 38— fueron detenidos el 29 de octubre y acusados formalmente el sábado. El hombre, identificado como uno de los presuntos autores materiales del robo, fue vinculado a la escena mediante ADN hallado en el camión utilizado. Posee 11 condenas previas por distintos delitos, incluidos robo agravado y tentativa de hurto a un cajero automático.
Beccuau indicó que el sospechoso mantiene una relación con la mujer arrestada, con quien tiene hijos, y que ambos habían sido condenados por un robo conjunto en 2015. Aunque se encontraron rastros del ADN de ella en el vehículo, la fiscalía advirtió que pudieron haberse transferido posteriormente. Ambos niegan su participación en el asalto.
Sobre el paradero del cuarto miembro del grupo, la fiscal confirmó que al menos una persona sigue prófuga, sin descartar que existan más cómplices. Otras tres personas detenidas junto a la pareja fueron liberadas sin cargos.
Este artículo es una adaptación de su original en francés*