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Este 2025, algunos hallazgos arqueológicos han sorprendido al mundo entero. La tecnología avanza y cada vez son más los lugares a los que se puede llegar a través de ella. Los descubrimientos de este año son una muestra de los hitos científicos que se han alcanzado y National Geographic ha designado a seis de ellos como los más relevantes de este año.
Desde la búsqueda de la tumba de Cleopatra hasta buques extraviados en la Segunda Guerra Mundial, la arqueología sigue siendo una disciplina que nos permite explorar los secretos más recónditos de la humanidad y que nos sigue interpelando a partir de descubrimientos que marcan la historia de nuestra sociedad.
A continuación, los hallazgos arqueológicos más relevantes de 2025:
La tumba del primer rey maya de Caracol, Te K’ab Chaak
Este año, arqueólogos de la Universidad de Houston hicieron un descubrimiento en Belice que causaría impacto en lo que se conoce hasta ahora sobre la historia maya. Se trata de la tumba de 1700 años de antigüedad, que perteneció al primer rey de Caracol, Te K’ab Chaak. Caracol fue una antigua ciudad maya y, actualmente, es uno de los yacimientos más importantes de esta civilización en Belice.
Te K’ab Chaak ascendió al trono en el año 331 d.C. y pertenece a los fundadores del linaje que gobernó en este sitio durante 460 años. El equipo de arqueólogos, conformado por los esposos Arlen y Diane Chase, declararon que el rey fue enterrado con once vasijas de cerámica, tubos de hueso tallados, joyería y una máscara hechas de jade, conchas spondylus, entre otros objetos. En una de las vasijas se encontró la imagen de Ek Chuah, dios maya de los comerciantes.
“Nunca antes habíamos encontrado a nadie que pudiéramos identificar como gobernante en Caracol, así que eso ya de por sí era asombroso”, afirmó Diane Chase, para The New York Times.
En Belice han hallado la tumba de Te K’ab Chaak, el primer rey de Caracol pic.twitter.com/85n0g13zCa
— Fundación Palarq (@FundacionPalarq) December 17, 2025
Avances en la búsqueda de la tumba de Cleopatra
La investigadora de National Geographic, Kathleen Martínez, ha dedicado 20 años a la búsqueda de la tumba de la reina egipcia, Cleopatra. Esta exploración la ha llevado a Taposiris, un lugar al oeste de Alejandría, en Egipto, en el cual, junto a su equipo, han descubierto un puerto hundido en el mar Mediterráneo.
Esto se suma a un tesoro con objetos que datan de la época de Cleopatra, encontrado en 2022 en las ruinas de Taposiris y ambos hallazgos le hacen creer a Martínez que este podría ser el lugar donde enterraron a la reina egipcia junto a Marco Aurelio, emperador romano.
Existe la leyenda de que Cleopatra presagió que “ningún hombre encontraría su tumba”, una declaración que ha tomado relevancia en el debate público, ya que Martínez, una mujer, es quien más se ha acercado a localizar el sitio donde se encuentra sepultada la gobernante egipcia.
Los naufragios de la Segunda Guerra Mundial destruidos durante la batalla de Guadalcanal
Bob Ballard es un explorador de National Geographic, que ha dirigido al equipo de buzos en la búsqueda de la tumba de Cleopatra. Además de esto, Ballard dirigió otra expedición este año en el Estrecho del Fondo de Hierro, de las Islas Salomón, lugar conocido porque en sus aguas se encuentran más de cien buques que naufragaron durante la batalla de Guadalcanal, en la Segunda Guerra Mundial.
Durante esta investigación, Ballard y sus buzos exploraron 13 embarcaciones de este periodo, entre ellas el Teruzuki de la Armada Imperial Japonesa, la proa del U.S.S. New Orleans y el U.S.S. DeHaven, uno de los últimos barcos perdidos durante esta batalla.
La campaña de Guadalcanal fue una de las mayores disputas navales que se dio entre Japón y los aliados entre 1942 y 1943, luego de que el país asiático ocupara Guadalcanal, la isla más grande del archipiélago de las Salomón.
Este sitio se volvió estratégico, porque era el canal de navegación predilecto entre EE.UU. y su aliado, Australia. Estos hechos comenzaron con un conflicto por el control del Pacífico, que dejaría un saldo de 27.000 vidas perdidas, además del hundimiento de más de 60 embarcaciones y el derribamiento de más de 1000 aviones.
La tumba perdida del faraón Tutmosis II
Gracias a una colaboración británico-egipcia, en febrero de este año se anunció el descubrimiento de la tumba perdida del faraón Tutmosis II. Esta es la primera tumba real egipcia hallada desde que se encontró el sitio de entierro del rey Tutankamón en 1922.
Al inicio, los investigadores creían que se trataba de la sepultura de una de las esposas de los reyes egipcios. Sin embargo, progresivamente se identificaron detalles que indicaban que, en realidad, se trataba de la tumba de un faraón. Por ejemplo, se halló un muro que contenía escenas del Amduat, un texto religioso reservado para los reyes.
Finalmente, el equipo descubrió la siguiente inscripción: “Hijo de Ra, de su cuerpo, Thut[.......]”. Luego, otra que decía: “El dios perfecto, el Señor de las Dos Tierras, Aakheper[...]ra…”, lo cual permitió confirmar después que se trataba de Tutmosis ll.
Los agujeros del Monte Sierpe
Más de 5.000 misteriosos hoyos ubicados en el Monte Sierpe o “Montaña Serpiente” de Perú, fueron fotografiados en 1933 por National Geographic. Actualmente, gracias a la tecnología de los drones, los investigadores han logrado plantear la hipótesis de que estos agujeros fueron diseñados para contener cestas de mercancías y que pueden estar relacionados con un método de conteo propuesto, en primera instancia, por los pueblos chincha, siendo luego expandido por los incas.
“En cierto modo, Monte Sierpe podría haber sido una especie de hoja de cálculo para el Imperio Inca”, dijo Jacob Bongers, arqueólogo dedicado al estudio de estas estructuras, para la BBC. Esto constituye un importante descubrimiento para conocer como funcionaban las comunidades precolombinas.
El genoma egipcio más antiguo secuenciado
La revista Nature publicó un artículo donde se daba a conocer el trabajo de científicos que lograron secuenciar el ADN de un varón egipcio adulto excavado en Nuwayrat y que vivió en un periodo hace entre 4.500 y 4.800 años. Esto lo convierte en el genoma extraído y analizado más antiguo del mundo.
Los resultados arrojaron que el mayor porcentaje de su herencia genética provenía del Norte de África (80%), mientras que el 20% restante provenía de Asia occidental y la región de Mesopotamia, conocida como la zona del Creciente fértil.
Estos resultados suponen un punto de partida para analizar la relación entre las poblaciones del antiguo Egipto y del Creciente fértil, no solo a partir del intercambio de objetos, sino desde una perspectiva de migración humana, explicaron los científicos de esta investigación.
A paper in @Nature reports the whole-genome sequencing for an ancient Egyptian recovered from an Old Kingdom tomb in Nuwayrat. The analyses reveal genetic ties to ancient populations in North Africa and regions in the Middle East, including Mesopotamia. https://t.co/P1jrf8istW pic.twitter.com/W87620TM0h
— Nature Portfolio (@NaturePortfolio) July 2, 2025