«La vida es trágica, simplemente porque la tierra gira y sale el sol inexorablemente y fija, y un día, para cada uno de nosotros, el sol pasará a la última, la última vez».
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La habitación de Giovanni
La voz de James Baldwin resuena a la hora de pensar las cuestiones raciales, de cultura, de identidad de género y de justicia social. Escribió novelas, ensayos, discursos y obras de teatro. Se convirtió en activista y una figura pública en la lucha de los derechos civiles. De su obra literaria se desprende un llamado urgente a la justicia en todas sus acepciones.
James Arthur Baldwin nació el 2 de agosto de 1924 en Harlem, Nueva York. Su madre era una mujer humilde. Nunca conoció a su padre biológico, pero el marido de su madre, David Baldwin, un predicador de la iglesia pentecostal, lo adoptó como su hijo. Tuvo ocho hermanos. Vivió en condiciones de pobreza extrema, fanatismo religioso y discriminación racial. Él mismo dejó escrito en sus Autobiographical Notes (Notas autobiográficas), un escrito que utilizó como introducción a su primer libro de ensayos Notes of a Native Son (1955): «Nací en Harlem hace treinta y un años. Empecé a trazar novelas aproximadamente al mismo tiempo que aprendí a leer. La historia de mi infancia es la habitual fantasía sombría, y podemos despacharla con la observación sin restricciones de que, ciertamente, no consideraría vivirla de nuevo» (Traducción libre, The Story and Its Writer, Ann Charters, Bedford, St. Martins, 2011, p.907). Entre los catorce y los diecisiete años predicó en la iglesia de su padre y, tal vez, esa experiencia contribuyó a desarrollar su voz narrativa y capacidad de interpelación moral. A los veinticuatro años se fue a vivir a París para tomar distancia del racismo que asfixiaba su país y para observar de lejos y escribir con libertad. Sus primeras novelas son fruto de su estadía en Francia: Ve y dilo en la montaña (1953): una novela semiautobiográfica que narra un día en la vida de un adolescente afroamericano en Harlem.
Es una especie de búsqueda espiritual, que explora la violencia, la identidad y la religión; La habitación de Giovanni (1956): tal vez la más popular, ambientada en París y una de las primeras novelas de su tiempo que afrontó sin tapujos la homosexualidad; Otro país (1962): una prosa que resalta las relaciones interraciales, la vida bohemia, la identidad y la cultura. Regresó en varias ocasiones a Estados Unidos para apoyar a Martin Luther King Jr. Publicó numerosos ensayos en Harper’s, en el New Yorker. Varias de estas reflexiones fueron luego incorporadas en Notes of a Native Son, Nobody Knows My Name (1961) y, sobre todo, en The Fire Next Time (1963), que se convirtió en una obra clave del pensamiento afroamericano. Escribió también teatro The Amen Corner (1954) y Blues for Mister Charlie (1964). Los discursos de Baldwin están en la memoria colectiva; en particular el debate televisado en 1965 con William F. Buckley, un defensor conservador estadounidense. Murió el 1 de diciembre de 1987 víctima de un cáncer de estómago.
James Baldwin fue un escritor universal, cuya pluma no se limitó a lo afroamericano sino también a los temas sociológicos que afectan las sociedades mundiales. De su obra se extraen varias ideas sociales y políticas: denuncia explícita contra la estructura racista de los Estados Unidos: «Ser un negro en este país y ser relativamente consciente es estar en una rabia casi todo el tiempo» (entrevista radial); exploración de la identidad sexual: «La vida es un viaje de autodescubrimiento, Giovanni. No tengas miedo de explorar lo desconocido» (La habitación de Giovanni). El exilio y la cultura como base identitaria: «Ningún pueblo llega a poseer una cultura sin haber pagado un precio muy alto por ella» (Equal in Paris) y la escritura como acto de resistencia: «Se escribe para cambiar el mundo, sabiendo perfectamente que probablemente no se pueda, pero sabiendo también que la literatura es indispensable para el mundo… El mundo cambia según la manera en que la gente lo ve, y si alteras aunque sea un milímetro la forma en que las personas miran la realidad, entonces puedes cambiarlo» (Entrevista en The New York Times, 1979)
Cierro con la reseña de Langston Hughes de The New York Times de Notes of a Native Son hecha el 29 de febrero de 1959, que resume la ambivalencia y complejidad de su obra: «James Baldwin no escribe con tono condescendiente para nadie, y se esfuerza mucho por escribir a la altura de sí mismo. Como ensayista resulta provocador, seductor, irritante, agresivo y divertido. Y usa las palabras como el mar usa las olas: para flotar y golpear, avanzar y retroceder, elevarse y hacer una reverencia al desaparecer.”» (Traducción libre. The New York Times Book Review, 125 years of Literary History, Clarkson Potter Publishers, 2021, p.176).