“Juan Gabriel Vásquez es un escritor que está en la capacidad de ofrecernos un recorrido intelectual que lo ha consagrado como un autor mucho más allá de las fronteras. De sus líneas ha sabido deslucir talento, significado sustancial y proyección en el horizonte de la expresión escrita”, dijo el director de la Academia Colombiana de la Lengua, Eduardo Durán Gómez, durante el recibimiento de Vásquez como miembro de la institución.
La sesión solemne se llevó a cabo en el Instituto Caro y Cuervo, a la que asistieron personalidades como Sergio Fajardo, Camilo Hoyos, Ricardo Silva, Daniel Samper Ospina, Óscar Alarcón, entre otras.
“El arte de la escritura se deduce de la necesidad de materializar la expresión, el vehículo para transmitir el conocimiento”, agregó Durán Gómez, que destacó las facetas de Vásquez como cuentista, cronista, periodista y novelista.
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Después del juramento y de recibir el diploma como nuevo miembro de la Academia, la esposa de Vásquez participó de la sesión al entregarle una de las distinciones que convirtieron al escritor en uno de los miembros de esta institución, posición en la que, según Durán, “ayudará positivamente para permitir que nuestra lengua continúe en permanente evolución y nos ofrezca el resplandor que siempre nos ha sabido proporcionar”.
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Después de estos actos, el autor de novelas como El ruido de las cosas al caer, Volver la vista atrás y La forma de las ruinas, comenzó su discurso agradeciendo y celebrando el hecho de la Academia recibiera novelistas: “Este riesgo es un acierto profundo, pero se trata de un riesgo porque la ficción ha vivido en tensión con la lengua que la hace posible. La invención de la novela moderna es de una importancia enorme. Esa invención tuvo lugar en nuestra lengua, que es fuente de preocupaciones y batallas de esta academia, tanto como lo es de las mías”.
El reglamento de la academia indica que un miembro de la academia debe contestar al discurso de aceptación del nuevo miembro, tarea asignada al escritor Daniel Samper Pizano, quien con su disertación quiso hacer un homenaje al Vásquez y a los demás novelistas colombianos. “Respetuosa de su pasado, esta casa quiere asomarse al presente. Por eso intentamos sumar a hombres y mujeres de valía intelectual dispuestos a enaltecer nuestra lengua”, dijo Samper, quien lamentó la ausencia de más mujeres en la institución, además de aclarar que también se redujo el rango de edad de los miembros, refiriéndose a Juan Esteban Constaín y a Vásquez.