“La droga es sexi”, una mirada desde la obra de William Burroughs

También es cierto lo que se dice. Se aterran por un programa periodístico que puede afectar a los niños y adolescentes pero no se aterran cuando bombardean un campamento donde hay niños. La doble moral de una sociedad mojigata. Nada raro que los que más se oponen a esta situación sean los del centro democrático pero no condenan los bombardeos. la ineptitud total el guerrillero se le vuela

Por último, no es raro que la afirmación de Carolina Sanín sobre el atractivo de las drogas cause escozor en Colombia. Eso sólo demuestra la ignorancia, la mojigatería y la doble moral que abunda y se campea en todos los ámbitos de la opinión pública colombiana!

Los temas de los libros de Burroughs, en especial Junky y Naker Lunch fueron controversiales e incluso rechazados por una gran parte de la sociedad conservadora norteamericana, al punto que la editorial que publicó el segundo libro mencionado en USA, fué demandada por obcenidad. Justamente por ser un escritor adscrito a un movimiento de contra-cultura, sus textos aún hoy causan polémica.

Que argumentación tan ecléctica y reforzada la de Sanín para decir que tiene ganas de probar las drogas y entrar en estados de inconciencia. Dígalo así de sencillo señora y se ahorra un montón de explicaciones.

Segundo: Burroughs ya era adicto a las drogas para la época en que mató a su segunda esposa. Tercero: El libro de Burroughs que describe literariamente su experienca de adición a las drogas se llama Junky, en inglés, que significa adicto a las drogas. Obviamente si en español lo titulan "Yonqui", se descontextualiza totalmente el significado y las referencias del título.