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El Woodmere Art Museum, ubicado en Chestnut Hill, Filadelfia, ha presentado una demanda federal contra la administración del presidente Donald Trump por la revocación de una subvención de 750 000 dólares ya otorgada en 2024.
La acción legal fue interpuesta el 27 de agosto ante el Tribunal de Distrito del Este de Pensilvania, e incluye como demandados a Trump, al Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas (IMLS) y la Oficina de Gestión y Presupuesto.
El monto formaba parte del programa Save America’s Treasures, que apoya proyectos de conservación para colecciones de importancia nacional. El Woodmere había recibido aproximadamente 195 000 dólares antes de que la subvención fuese suspendida en abril, tras la orden ejecutiva “Continuing the Reduction of the Federal Bureaucracy”, firmada en marzo por Trump. Según la demanda, esta suspensión dejó al museo “en el aire”, viéndose obligado a buscar otras vías de financiamiento para sus actividades planeadas.
El dinero estaba destinado a renovar el sistema de almacenamiento, actualizar los catálogos y digitalizar la colección, todo como parte de la preparación para la exposición America 250: Arc of Promise en 2026, con motivo del 250° aniversario de la Declaración de Independencia. Además, el museo planea inaugurar un nuevo edificio educativo en noviembre.
William R. Valerio, director ejecutivo del Woodmere, declaró que el museo “agotó todas las vías amistosas” —incluidos recursos ante el IMLS y gestiones con funcionarios electos— sin obtener respuesta satisfactoria, lo que lo llevó a acudir a los tribunales.
El Woodmere también sostiene que la revocación unilateral de fondos aprobados por el Congreso viola la Ley de Procedimiento Administrativo y vulnera la separación de poderes, ya que solo el Legislativo puede autorizar el desembolso de recursos públicos. Esta no es la única demanda en curso: una coalición de 21 fiscales generales ya impugnó los recortes al IMLS y otras agencias similares.
El museo espera que el fallo restaure los fondos y permita continuar con su misión de preservar el patrimonio estadounidense, potenciando su colección de más de 10 000 obras que narran la historia del arte en Filadelfia.