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¿Qué la motivó a sacar una segunda temporada de “Mujeres 50+”?
Sentí que ya se había creado una comunidad alrededor de este tema. En el proceso de buscar algo que decir en mis redes sociales, que fuera verdaderamente mío, surgió la idea de hacer este pódcast. En principio le di muchas vueltas, hasta que un día dije: “No espero más”, me puse el teléfono en frente y comencé a hablar. Fue muy lindo, porque me permitió darle voz a una cantidad de personas y tratar temas que siempre habían sido tabús. Y empecé a ver que cuando me conectaba había mujeres que siempre estaban ahí, que eran las que preguntaban, comentaban y hacían sugerencias, entonces ahí ya se había gestado una comunidad. Lo que en un momento había nacido de las ganas y de los ovarios, por así decirlo, de animarme a hacer algo que sentía que tenía que hacer en ese momento de mi vida, se había convertido en algo valioso para otras personas, así que no podía abandonarlo.
¿La idea de hacer este pódcast surgió de su experiencia con los 50?
Sí y no, porque comencé con esto cuando tenía 51, pero la curiosidad había surgido desde hacía varios años, cuando sentí una cantidad de cambios físicos y hormonales de los que nadie me había hablado o de los que simplemente había tenido un rumor. Fueron cosas que noté y que, cuando fui al médico, solo me dijeron que era normal, pero no me sentía normal, estaba teniendo síntomas de la menopausia sin haber llegado allá aún. Entonces me puse a investigar, consulté a especialistas y ahí me di cuenta, primero, de que la menopausia no pasaba de un día para otro cuando uno cumplía 50, sino que era un proceso que podía comenzar a partir de los 40 años, y segundo, que había muchísima desinformación alrededor de este tema. Hay mujeres que llegan a este punto y piensan que están haciendo algo mal o que se están volviendo locas porque nadie les explicó nunca nada. Lo que quise fue, de la mano de especialistas, entregar información que les permitiera a otras mujeres llegar preparadas a este momento para poderlo vivir en plenitud.
Hay mucho tabú alrededor del envejecimiento, sobre todo el de las mujeres. ¿Cómo fue superar eso?
No fue fácil. Duré alrededor de un año dándole vueltas a esa idea precisamente porque me daba un poco de miedo lo que iba a decir la gente. Vivimos en una sociedad que infantiliza a las mujeres, que le tiene miedo a la madurez y para la cual la vejez solo es algo deleznable y no una etapa de la vida como cualquier otra. Por eso, hablar de este tema, era abrirme a que me dijeran “la cincuentona”, “la menopáusica” y demás calificativos que, sobre todo en la industria de los medios de comunicación en la que siempre la gente está pendiente de las apariencias, apuntaban a juzgarme sin llegar a conocerme realmente. Para poder hacer “Mujeres 50+” tuve que romper con ese miedo, y ha sido muy valioso, ha sido como quitarme un piano de encima y ser capaz de reconstruir muchas de las concepciones que traía de los primeros 50 años de mi vida.
¿De qué manera este proyecto ha cambiado la visión de su envejecimiento?
Una de esas frases que les dicen a mujeres de mi edad es que “hay que envejecer con dignidad”. Pero me pregunto, ¿dignidad según quién? Porque si para mí dignidad es dejarme las canas, pues me las voy a dejar, pero si lo que me hace feliz es pintarme el pelo, pues me lo pintaré y nadie tiene por qué juzgarme por eso. Todos tenemos que encontrar nuestra voz a la hora de crecer, y para mí ha sido bellísima esa comprensión porque me ha ayudado a lidiar con el sentimiento de estar en la mitad. Creo que los 50 son como una segunda adolescencia, porque ni estoy tan joven como antes ni he llegado aún a la tercera edad, entonces estamos en una especie de limbo en el que tenemos que aprender a escribir nuestra verdad y a definir cómo queremos envejecer. Me ha servido mucho el haber creado esta comunidad, porque se convirtió en un espacio para ayudarnos en el proceso de darle sentido a la mediana edad.
El pódcast lo hace en vivo en lugar de ponerlo en una plataforma de audio, ¿por qué?
Mientras más personas vean esto, más se va a difundir la información y más mujeres que lleguen a los 40 van a saber por qué les pasa lo que les pasa. No puede ser que nos hayan dejado en silencio en la adolescencia al no hablarnos de la menarquia y ahora a los 50 años nos hagan lo mismo con la menopausia. He tenido la fortuna de haber podido ir a la ginecóloga, al endocrino y al internista a preguntar por todo esto, pero sé que no es el caso de muchas de ellas, por eso es importante poner esta información al alcance de todas, porque eso les permite empoderarse y tomar las riendas de su vida. Por eso también dejo el pódcast después en YouTube, para que la gente lo pueda seguir compartiendo. Aun mejor si son hombres los que comparten y se enteran, porque así van a saber cómo acompañarnos en este proceso, al igual que nosotras podríamos informarnos más sobre la andropausia, que es algo de lo que tampoco se habla. Es importante crear comunidad, pero también que se difunda el mensaje, porque eso amplía la conversación y nos ayuda a construirnos como sociedad.
¿Qué temas tocará esta segunda temporada?
Esta es una conversación multidisciplinar que abarca tanto transformaciones físicas como transformaciones emocionales e incluso espirituales, porque es un momento en el que se replantean muchísimas cosas. Habrá, por ejemplo, un especialista en estilo, porque siempre nos están diciendo que a los 50 años ya no deberíamos usar el pelo corto ni llevar falda, y ya tenemos que vernos de cierta manera, pero eso no es cierto. También habrá espacios para hablar sobre educación financiera, porque hay que hablar sobre cómo manejar una pensión y qué es eso de la brecha pensional. Hablaremos de temas legales, porque muchas mujeres que llegan a esta edad han pasado por un divorcio o han enviudado. En fin, son muchos temas que apuntan a despojarnos un poco de todo lo que nos han dicho que tiene que ser la mediana edad. No puede ser que el feminismo llegue hasta los 30 años. Si ya nos quitamos todas esas cadenas a esa edad, no podemos permitir que a los 40 vengan otra vez a decirnos cómo tiene que ser nuestra vida.
